Un fen贸meno observable en las intervenciones urbanas del gobierno porte帽o es la pobreza material y conceptual. Un ejemplo es la plazoleta frente a la Biblioteca del Maestro, Rodr铆guez Pe帽a entre Paraguay y Marcelo T. de Alvear, que re煤ne ambas pobrezas. Frente a la fachada del Palacio Pizzurno hay ahora bloquecitos de cemento te帽idos de rojo, con fierros de construcci贸n como apoyabrazos, y una colecci贸n de Legos mal realizados en cemento. El m谩stil, un objeto de fundici贸n de tiempos mejores, sufre una reja de 铆nfima calidad, y hasta los pavimentos son sub-standard, cosa de corral贸n para ahorrar alg煤n mango. A nuevo, la plazoleta ofende a su entorno, pero pronto lo ofender谩 tambi茅n por su deterioro material.
Los vecinos del Parque Lezama acaban de denunciar exactamente la misma situaci贸n y acaban de reconvocar la Asamblea del Parque Lezama para tratar de salvar a este espacio invaluable y particularmente fr谩gil. Como se recordar谩, el anuncio de la intervenci贸n en el parque dispar贸 una verdadera batalla vecinal, sobre todo por la idea de enrejarlo por entero. Varios de los elementos que se iban a injertar en el parque eran de un modernismo irredimible, un atentado al entorno que fue detenido por la clar铆sima intervenci贸n de Jaime Sor铆n, entonces presidente de la Comisi贸n Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Hist贸ricos.
Las obras se terminaron a disgusto y con apurones evidentes, con detalles que en varios lugares -la avenida interna, por ejemplo- ni se terminaron realmente pese a que se gastaron, por licitaci贸n, 28 millones de pesos. Otro factor que se vio durante las obras y que se sigue notando es que los ganadores de las licitaciones nunca tuvieron en cuenta la antig眉edad y fragilidad del lugar a intervenir. La Comisi贸n termin贸 haciendo visitas sorpresa para ordenar cosas como que envuelvan las estatuas mientras trabajaban alrededor, para que no se manchen con materiales: a nadie se le hab铆a ocurrido. Quien mire de cerca los pedestales de los jarrones, ver谩 una terminaci贸n chapucera, de apuro y de mano de obra ni remotamente especializada en este tipo de trabajo.
Los vecinos de la Asamblea agregan ahora una nueva preocupaci贸n, que le hab铆an expresado al gobierno porte帽o desde el vamos. 鈥淯na de las cosas que m谩s nos preocupaba a los vecin@s y en especial a quienes integramos esta Comisi贸n Vecinal era saber si despu茅s, una vez que terminara la obra, se iba a mantener, si estaba contemplado el presupuesto necesario para que no se deterioraran las obras millonarias. En ese momento los funcionarios dijeron tener un plan de mantenimiento para el parque, quienes lo utilizamos a diario podemos permitirnos dudar鈥.
Uno de los temas sutiles, de esos que los vecinos notan de tanto ir a un lugar, es el de la renovaci贸n de los suelos. El Lezama es una ya rara muestra del relieve original de nuestra ciudad y requiere un tratamiento especial que estaba contemplado en el plan de obra, en particular en el montaje de un sistema de riego y en el nivelado de baj铆os. Pues seg煤n los asamble铆stas, nada de esto ocurri贸 y su pedido de informaci贸n por medio de la ley 104 no obtuvo respuesta. 鈥淐ada vez que vamos al Parque (con alegr铆a de que como no esta cerrado podemos hacerlo en muy variadas horas), tratamos de verificar la existencia y el funcionamiento del sistema de riego, sin 茅xito alguno鈥. De hecho, ya hay palmeras secas y 谩rboles y arbustos resentidos o muertos.
Tampoco nadie sabe si los ba帽os ser谩n o no abiertos en alg煤n momento, ni siquiera si fueron terminados. Para lo que este peque帽o edificio parece servir, hasta ahora, es para que la calesita siga desarmada al lado. Desde hace tres meses que el aparato sigue ah铆, una alegr铆a menos para los muchos pibes del barrio. 鈥淓speramos las nuevas autoridades tomen en cuenta nuestros pedidos con urgencia y reviertan esta lamentable situaci贸n. Sepan que seguimos atentos y movilizados cuidando nuestro parque鈥, cierran los asamble铆stas.
La Red de Vecinos Manzana 66 Verde y P煤blica realiz贸 este mi茅rcoles una asamblea, preocupados por algunas cosas que andan pasando en Balvanera. Resulta que los vecinos de la 66 tuvieron una reuni贸n o encuentro con el entonces candidato a jefe de Gobierno Horacio Rodr铆guez Larreta, y un tema que subrayaron fue que las comunas tres y cinco son las dos que menos verde tienen en todo Buenos Aires. Seg煤n recuerdan los vecinos, Larreta les dijo que francamente no ve铆a c贸mo arreglar el tema, porque en la zona no hay terrenos disponibles.
Resulta que el tema no es tan as铆. La Ciudad no aparece como cliente inmobiliario a la caza de terrenos para hacer plazas, tema que pese a los anuncios sobre Verde esto y Arboles lo otro no les interesa. No s贸lo no hay una ley que le de privilegio al comprador p煤blico de cierto tipo de terrenos, de cierto tama帽o y forma, aptos para hacer parques, como tienen otras ciudades del mundo civilizado, sino que nuestros gobernantes tampoco hacen una pol铆tica activa del tema. Los terrenos grandes parecen ser reservados para las torres y los megaemprendimientos privados.
De hecho, los vecinos se reunieron para discutir que se cree un Parque de la Estaci贸n en los terrenos ferroviarios envueltos por Mitre, S谩nchez de Bustamante, D铆az V茅lez, Gallo, Per贸n y Ecuador. Estas seis hect谩reas, que har铆an una gran diferencia para el barrio, fueron rezonificadas como Urbanizaci贸n Parque, pero est谩n siendo usadas sin obst谩culos por micros y feriantes.
La Asociaci贸n Civil de Vecinos de Belgrano Bajo est谩 peleando duro por algo que deber铆a ser autom谩tico y simple, que se respete la ley. Puntualmente, los vecinos quieren que simplemente se dejen de autorizar obras que infringen abiertamente la zonificaci贸n de su barrio. El nivel de descaso a la ley es notable y dif铆cil de entender, ya que la zona tiene una zonificaci贸n muy clara y simple, la de Car谩cter Urban铆stico de Residencial Exclusivo, que en buen criollo significa que s贸lo se pueden construir viviendas. Y nada m谩s que viviendas, sin excepci贸n.
Sin embargo, las direcciones generales de Interpretaci贸n Urban铆stica y Registro y de Registro de Obras y Catastro parecen tener serias dificultades para entender esto, pese a que sus titulares ostentan los t铆tulos de arquitectos. La Asociaci贸n Civil cuenta en un flamante comunicado la historia de un gimnasio de 2800 metros cuadrados en la calle H煤sares que ejemplifica la situaci贸n.
En junio pasado, la Dgroc le consult贸 al incre铆ble Copua 鈥揺l Consejo del Plan Urbano Ambiental, ente de funciones difusas y nombrado a dedo鈥 si era posible autorizar una obra de 鈥渙ficinas comerciales鈥 en H煤sares y Echeverr铆a, en la zona protegida de Belgrano Bajo. El Copua se toma un par de meses largos para contestar, pero contesta que claramente la esquina est谩 en la zona de uso Residencial Exclusivo, con lo que no se puede autorizar una oficina de ning煤n tipo. Pero resulta que las obras ya hab铆an empezado, sin demoras por esas formalidades de pedir permisos o aprobar planos. La Agencia Gubernamental de Control las clausur贸.
La Asociaci贸n Civil tambi茅n fue consultada por el Copua, porque es oficialmente un 鈥溍硆gano de consulta鈥 en el barrio. Los vecinos contestan, en septiembre, que de ninguna manera se deb铆a permitir una obra de oficinas de ning煤n tipo, ya que la zonificaci贸n era clar铆sima. Tan claros eran y quer铆an ser, que le mandaron copias de su respuesta a las dos direcciones generales involucradas en el tema. Pero, 驴adivinen qu茅 pas贸? Que la direcci贸n general de Interpretaci贸n Urban铆stica y Registro, que encabezaba el arquitecto Antonio Ledesma, s铆 autoriz贸 los planos de la obra de las oficinas/gimnasio el 26 de noviembre.
Los vecinos de la Asociaci贸n Civil le mandaron una fuerte carta de protesta a Ledesma y a su flamante jefe, el ministro de Desarrollo Urbano Franco Moccia. Pero todav铆a no hubo respuesta...
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