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Este jueves, la nueva presidente de la Comisi贸n Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Hist贸ricos, Teresa de Anchorena, visit贸 la C谩mara de Diputados de la Naci贸n para ver los avances en la restauraci贸n del palacio. Fue una buena reuni贸n porque se juntaron personas muy interesadas en el patrimonio y su tratamiento, y porque hab铆a mucho bueno que mostrar.
Anchorena lleg贸 junto al vicepresidente de la Comisi贸n Alberto Petrina, y los arquitectos Jorge Caram茅s y Fabrio Grementieri, y la restauradora Cristina Lancelotti. Los esperaban el director de Obras de la C谩mara Miguel M谩rmora, el director del PRIE Guillermo Garc铆a, la jefa de restauradores Nora Luzzi y varios de los responsables de 谩reas como maderas, vitrales, techumbres y los tant铆simos etc茅teras del palacio.
Como se sabe, el Programa de Restauraci贸n Integral del Edificio legislativo, PRIE, fue lanzado por el entonces presidente de la C谩mara de Diputados Juli谩n Dom铆nguez con acuerdo pleno de todos los bloques. El estado impresentable de la sede legislativa no se pod铆a discutir, pero faltaba la decisi贸n pol铆tica de crear un equipo, encontrar los fondos y lanzar el trabajo. Hoy, el PRIE logr贸 milagros como que haya 106 restauradores trabajando en equipo, probablemente el mayor grupo especializado jam谩s formado en el pa铆s y ciertamente el de mayor continuidad en el tiempo.
La vastedad del edificio y las infinitas intervenciones a la criolla, m谩s la irresistible tendencia a dividir todo espacio en sucuchos, obligaron a un plan muy complejo: s贸lo la carpeta de diagn贸sticos es un tomo de considerable tama帽o. Hubo momentos en que se trabajaba en los subsuelos y en las cubiertas al mismo tiempo, atendiendo crisis simult谩neas, y cada estudio o cateo mostraba alg煤n problema inesperado.
Lo que vio Anchorena el jueves es un edificio estabilizado, despejado, liberado de la grisalla y los cabler铆os que ya parec铆an parte integral. La recorrida arranc贸 por la entrada de legisladores sobre Rivadavia y subiendo la escalera hacia el Sal贸n de Acuerdos. Este ambiente, poco conocido porque funciona efectivamente como una recepci贸n de honor para el presidente de la C谩mara, era 鈥渕arr贸n鈥 hasta que se lo restaur贸. Resulta que lo hab铆an cubierto casi completamente con laca 鈥揷uadros, muros, maderas, estucos, piedras鈥 como se estilaba en tiempos felizmente idos. La laca es magn铆fica para amarronarse, por tendencia propia, por absorber el humo de los cigarrillos y por ser una trampa para polvo. La limpieza del sal贸n revel贸 los tonos de las maderas duras, el verde de los estucos y las piedras, y la purpurina 鈥搎ue no el oro en hojas鈥 de las molduras. Tambi茅n se restauraron los cuadros y los muebles, y se limpiaron las ara帽as.
Luego se pas贸 al Pasos Perdidos, inaugurado apenas en diciembre despu茅s de un minucioso cateo y un trabajo de despeje y limpieza dr谩stico. Entrar en este hermoso lugar es una sorpresa para los que lo conocen, por la luz cenital de los nobles vitrales, ahora restaurados, limpios y con una cubierta como manda el arte. Hace muchos a帽os que no se pod铆a ver tan bien en el Sal贸n, y es una suerte, porque ahora el ambiente vuelve a tener sus dos colores originales en lugar de los tres que le hab铆an impuesto por capricho, las herrer铆as lucen n铆tidas, las maderas son un deleite y los dos formidables cuadros que lo cierran en sus extremos salieron de la suerte de borr贸n oscuro en que viv铆an. Para mejor, desaparecieron los enormes manojos de cables que recorr铆an los muros y la restauraci贸n ahora invita a quedarse un buen rato viendo los ornamentos de las m茅nsulas que sostienen la balconada perimetral.
De ah铆 se pas贸 al recinto en s铆, con una parada agradable en uno de los lugares m谩s exc茅ntricos del Congreso, el Sal贸n de los Bastones. En rigor, este Sal贸n es un amplio pasillo privado que circunda el recinto y es de uso exclusivo para los diputados. Como en un club, una pared tiene peque帽os armarios de buena madera, de modo que cada uno pueda guardar sus cosas si as铆 lo desea. El nombre le viene de la proliferaci贸n de percheros de bronce en el otro muro, cada uno acompa帽ado a la altura de la cintura de un accesorio incomprensible, una suerte de presilla m贸vil de bronce, con traba. La idea era que cada miembro colgara su sombrero y trabara su bast贸n, antes de entrar al recinto. Este arca铆smo es un encanto del palacio.
El recinto sigue sorprendiendo por su paleta, revelada por la limpieza y la restauraci贸n. Los miembros del PRIE le explicaron a la Comisi贸n que el trabajo se hizo con un andamio enorme colgado, literalmente, de las balconadas, de modo de no afectar las sesiones. Lo que apareci贸 en los cateos fue que excepto por los amplios pa帽os de piedra clara 鈥搗eteada, en dos tonos鈥 las balconadas y todos los muros eran originalmente de un verde p谩lido y manso, con oros poco estridentes. Esta paleta de verde, m谩s piedra clara, m谩s madera oscura de cientos de butacas, m谩s rojo p煤rpura de cortinados y alfombradas, es llamativa a los ojos contempor谩neos pero es la que apareci贸 en los cateos. El recinto luce exactamente como se hizo hace algo m谩s de un siglo, con el inmenso vitral del techo iluminando todo.
Con el calor del jueves, la visita final fue un esfuerzo. Luego de subir hasta el 煤ltimo nivel del edificio, donde se alojan los talleres de restauraci贸n del PRIE, el grupo sali贸 a la terraza interna, al pie de la c煤pula, y luego a los techos en s铆 para ver las victorias aladas y la cuadriga. Todas estas cubiertas y sus enormes grupos escult贸ricos fueron restaurados a nuevo, con kil贸metros de ornamentos reparados o reproducidos, y muchos, muchos metros de zinguer铆a a nuevo. Tambi茅n se habl贸 del trabajo en la c煤pula y de la necesidad de demoler agregados mal pensados y peor hechos a lo largo de los a帽os.
La despedida estuvo a cargo de la flamante secretaria Administrativa de la C谩mara, la ingeniera Florencia Romano, responsable 煤ltima del funcionamiento del lugar. Romano confirm贸 la intenci贸n del nuevo presidente de Diputados Emilio Monz贸 de darles continuidad a los trabajos de restauraci贸n. Y tambi茅n sac贸 el tema de la confiter铆a del Molino: la compra sigue en marcha y no falta mucho para que se pueda concretar, comenzando los trabajos de diagn贸stico sobre el magn铆fico edificio.
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