Página/12 :: m2 :: El infierno tiene un lugar especial para arquitectos argentinos

Salguero 2800, a metros de Libertador, zona por la cual los de- sarrolladores imitan a los tiburones. En la esquina de Seguí se anuncia el proyecto de la imagen, que tiene un problemita: un edificio con protección cautelar en la parcela englobada. Pero eso no desanima a los dinámicos especuladores, que dejan la fachada como ordena la débil y ñoña ley porteña, se van para arriba y hasta hacen publicidad avisando que “preservan el patrimonio”. ¿Dónde está el edificio catalogado? Es la partecita cubierta de hiedra en la planta baja. La cubren de plantas para que no disturbe la gran creación de arriba, pero a alguno de marketing se le ocurrió agregar que así se “genera una huella verde”. Dicho de paso, la pomposidad del material comercial del emprendimiento es sencillamente ejemplar, incluyendo notas pagas en medios amigos que elogian la creatividad de “un equipo joven”. El edificio, sin embargo, tiene un más que pasajero parecido con los diseños residenciales de Jean Nouvel, sobre todo uno reciente en Miami. Se ve que el “equipo joven” sabe comprar revistas.

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