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Sábado, 22 de octubre de 2016
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Desde el barro

La muestra en la tienda de diseño Tokonoma convocó a creadores que apuestan al barro en versión cerámica, gres o porcelana.

Por Luján Cambariere

Desde que la tienda de diseño contemporáneo abrió en diciembre, la cerámica ocupó un lugar privilegiado. De profesión psicóloga y museóloga, y con años de gestión cultural en galerías de arte como El Borde, a Olga Martínez le fascina ese cruce entre ciencia y misterio que para ella tiene el material. Por eso convocó a diferentes diseñadores, artistas y ceramistas que la tienen como su fetiche para una exhibición. La muestra está cruzada por tres líneas de trabajo o clasificaciones: utilitarios, objetos de decoración y obras de arte. Asimismo el recorrido ofrece una lectura en relación a lo formal presentando piezas de líneas puras, en algunos casos geométricas, y otras más gestuales y expresionistas. “Cada objeto, cada obra, da cuenta de una gran laboriosidad y destreza técnica pero también de una gran conceptualización, enfocada en distintos aspectos como el diseño, el color, la textura o el tono, en el caso de las figurativas. Ese punto de contacto entre la materialidad y la idea que las hace únicas”, adelanta.

–¿Por qué la cerámica?

–En principio me atrae el resultado. Lo que se puede conseguir con algo tan simple, tan cercano para todos, quizás no desde el hacer pero sí por hecho de que cada uno de nosotros tiene o ha tenido piezas de cerámica, en alguna de sus variantes, en su casa. Ahora bien, una vez que empezás a relacionarte con artista o ceramistas, que comenzás a entrar en su mundo, que es tan rico, que tiene tantas aristas, que es tan mágico, es imposible no sentirse cautivado por cada pieza con la que entras en contacto. Así también comenzás a valorar los detalles de la factura, del diseño o de la expresividad que consiguen quienes trabajan con esa materialidad.

–¿Por qué decís que es donde se junta ciencia y misterio?

–Tanto la química como la física se ponen en juego para la preparación de la pasta o los esmaltes para levantar una pieza en el torno y que no que quiebre al entrar en contacto con el calor del horno, en este punto creo que algo del misterio se pone en juego. Quizás para los expertos no sea tan así o la palabra misterio sea demasiado y sólo sea algo de azar, pero cuando pienso en que de un poco de arcilla y otros minerales en contacto con el fuego se obtiene algo tan bello, no puedo dejar de asociarlo al misterio, eso que sucede más allá de su creador.

–¿Cómo y por qué elegiste a los que forman parte?

–La selección la realicé tomando como punto de partida los artistas y diseñadores que forman parte del staff de la tienda (algunos como Hilda Hirr y Antonella Meloni no pudieron participar) a partir de allí sume a otros que me interesaban desde hacía tiempo y que faltaba sólo la excusa para convocarlos. No es una selección homogénea sino heterogénea, no la pensé como una exhibición de galería sino como un reflejo de lo que se produce aquí y ahora en cerámica, haciendo un recorte, como todo recorte parcial. La única diferencia en como hago la selección y/o curaduría de la tienda es que en este caso hice un “zoom” en la cerámica. Algunas piezas se destacan por la pureza de las formas es el caso de Carolina Junio y Heidi Jalkh, otras por la organicidad de las mismas y la riqueza en los esmaltes como Cecilia Borghi y Santiago Lena, y también Cecilia Nigro que se apoya en una narrativa más cercana a la naturaleza a la que también incorpora. Otras por la calidad de la pincelada y los diseños como es el caso de Carolina Antoniadis e Imperfecto Iotti de Carolina Iotti. En el caso de otras artistas como Alita Olivari juega con la ambigüedad entre lo clásico y lo kitsch, Débora Pierpaoli crea objetos imposible, floreros perforados, libros que parecen apilados y hojas donde plasmar sus dibujos, puro gesto y ficción. También María Guerrieri incursiona en esta materialidad para plasmar sus dibujos de tono simbolista y María Allemand apela a la perfección en sus pequeñas figuras de niñas y toda una variedad de objetos utilitarios que las contextualiza. Finalmente también tiene un lugar la joyería contemporánea de Carolina Dutari con sus collares de gres inspirados en los colores de la tierra. En cuanto a lo cromático no hay estridencias, pero si variedad en esmaltes brillantes, mate, engobes, plata y oro.

–¿Cómo y por qué abrís una tienda de diseño?

–Desde 2007, año en que cerré la galería, El Borde de arte contemporáneo, le he dado vueltas a distintas ideas. No me era fácil pensar algo muy distinto del arte pero sabía que no sería una galería de arte, porque hoy el negocio es muy distinto. Me llevó mucho tiempo encontrar un camino alternativo y cuando pensé en el diseño me gustó mucho poder trabajar con algo estéticamente no tan distante del arte y poder llegar con esta propuesta a un público más amplio y poder correrme del objetivo único del coleccionismo. Después empieza la carrera por llevarlo a cabo y vas dando los pasos necesarios, hasta llegar a un producto que podes presentar ya públicamente aunque aún no esté completamente cerrado. Todavía estoy buscando, y eso para mí es interesante mantiene el proyecto vivo, dinámico, en crecimiento.

–En cuanto al contexto país …

–El momento no es fácil porque lo que ofrezco es absolutamente prescindible, pero desde que tengo memoria no es el momento justo. Este tiempo me sirve para aprender, para descubrir la gente con la que quiero trabajar y consolidar la propuesta de Tokonoma. Los próximos tres meses serán una prueba fuerte, espero pasarla, y los indicadores económicos parecen ser alentadores para el 2017, ojalá así sea por mí y por todos.

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