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Al recorrer algunas de las ferias de diseño organizadas en el Dorrego, era imposible no sentirse observado por el curioso ojo de pestañas alargadas de la dupla formada por la diseñadora de interiores Juliana Iglesias y el arquitecto Alejandro Caral, que conforman la editora de objetos Dos Más Uno. O quedar prendado por las simpáticas gerberas de tallo estilizado que en vez de aroma destellan luz. El fuerte de este dúo son las luminarias. Pero vale aclarar que lo de ellos primero fue el amor y después los objetos. Tan es así que cuando fueron naciendo algunos de los productos fruto de su unión los fueron bautizados con sus nombres favoritos y ahora, que esperan un hijo de verdad (humanum no objetum, como ellos lo aclaran), se quedaron sin opciones. “Ponele artículo 0001”, los cargan sus compañeros del Centro Metropolitano de Diseño, donde se encuentran incubados como empresa de diseño.
“Cuando nos conocimos, Alejandro vivía en una casa-taller. Ahí conocí a uno de sus objetos, una lámpara que enseguida modificamos juntos mediante un proceso de cartapesta y plata a la hoja (acabado lámina de transferencia metálica) a la que llamamos Cristóbal. Nos gustó mucho lo que resultó del trabajo en conjunto y decidimos ampliar la familia con individuales y posavasos pero aún no pensando en comercializarlos”, cuenta Iglesias.
Al poco tiempo, un encargo de arquitectura e interiorismo para una vivienda fue la oportunidad de desarrollar nuevo mobiliario y productos y así surgieron otras lámparas, como las Ea. M. “Inspiradas en los trabajos científicos del fotógrafo inglés Eadweard Muybridge (1830-1904), la idea del proyecto consistió en transliterar las imágenes del trabajo científico de Muybridge desarrollando textos abstractos para ser decodificados libremente por el espectador. El soporte fotográfico da como excusa la luz y la incidencia en los objetos, denotando brillos, texturas y transparencias”, detalla Caral, en tren de explicar el proceso que llevan algunas de sus lámparas de estructura de MDF laqueado. Para la familia Ea. M. también hicieron individuales y posavasos en serigrafía.
Al poco tiempo siguieron trabajando y nacieron dos piezas inspiradas esta vez en Andy Warhol, otro de los artistas admirados por Caral. “Andy S. y Fleurhol son parte de una colección de lámparas inspiradas en el cuadro Flowers de Andy Warhol”, suma Caral. Realizando de forma artificial y premeditada una especie de error de registro con el ordenador de la computadora, logran una saturación muy especial de colores como rojo, violeta y azul que dan vida a una caja de luz con flores o a una sola flor con tallo de hierro niquelado.
Hoy, la más reciente creación de la dupla es la Pop Eye, una lámpara con pinza o pie que troca la flor por un ojo que parece que todo lo espía o ve. “En este tiempo en que la seguridad está tan cuestionada el ojo popular se presenta como un chiste cibernético que se funde entre la tecnología y lo bizarro, con improntas historicistas”, agrega Caral.
La particularidad de su trabajo puede estar dada en los elementos que mixturan (por ejemplo un papel fotográfico, una película que es colocada en resina poliéster en el caso de la flor o el ojo). Intervenciones que, según ellos, a veces se tocan más con recursos más propios del arte quedel diseño industrial. Aunque el fuerte de la etiqueta, concuerdan, es la ambigüedad.
“Nos gusta jugar con las imágenes, con los nombres, las funciones y las formas. Dosmásuno somos nosotros con los proveedores o los clientes o ahora nosotros dos más nuestro hijo. No importa. Siempre buscamos que la historia de nuestras piezas no sea cerrada. Sino que cada uno se vaya sorprendiendo y así nosotros mismos nos vamos alentando a ir por más. En el Dorrego una nena se acercó a oler una flor. Fue hermoso”, rematan n
DosMásUno: 4791-3255, [email protected]
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