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Sábado, 23 de julio de 2005
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Con nombre propio

Diseño al cubo

Lámparas, escenografías, gráfica, mobiliario y objetos. Los diseños del estudio A3, de Gustavo Marinic, Roberto Beiras del Carril y Diego Caballín, y su modo de entender el diseño.

Por Luján Cambariere
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La lámpara Blanquita, en cerámica.

En muchos aspectos son un ejemplo cabal de diseño local, en otros son un caso atípico. Trabajan desde la autogestión, se los conoce a través de sus lámparas, escenografías, gráficas, páginas web, objetos y mobiliario. Se nuclean con profesionales de otras disciplinas si lo exige la ocasión, aseguran no ser mediáticos, ni fruto de la crisis del 2001. Roberto Beiras del Carril, Gustavo Marinic y Diego Caballín rondan los 35 años, se conocieron en la Fadu-UBA, hicieron la carrera de diseño industrial juntos y dieron los primeros pasos en la profesión por separado, hasta que en el ‘97 fundan A3, su propio estudio. Desde entonces, a la hora de trabajar, responden a un manifiesto tácito sembrado de principios compartidos.

Todos para uno

Caballín hacía escenografías, separadores y arte electrónico para Canal 13. Marinic el mismo trabajo para TyC Sports. Beiras del Carril hacía un master en Domus Academy en Italia, donde trabajó un tiempo para referentes del diseño mundial como Susani-Trimarchi, Sotssas e Italo Rota. “A mi vuelta armamos el estudio. Eramos amigos, pero sobre todo teníamos una visión parecida del oficio”, cuenta Beiras. Arrancaron fuerte con encargos para agencias de publicidad, canales de televisión y empresas para las que generaban todo tipo de regalos empresariales. Si bien eran los tiempos del “uno a uno”, su argumento de venta era la especificidad. Piezas en resina o fundición de aluminio diseñadas en exclusivo.

Uno de los primeros encargos de lámparas, para un restaurante de Palermo, dio vida a la Nube, en plástico termoformado, y abrió el juego a la producción de objetos. Para otro restaurante, éste ambientado por el arquitecto Carlos Gallí, después llegaría la Blanquita, una lámpara de colgar muy bien lograda en cerámica, y su familia: plafón, velador y lámpara de pie. También tienen diseños editados por Tónico Objetos, como el portallaves en resina Mirko y el cenicero de fundición de aluminio. Participan de ferias pero no de concursos, generalmente por falta de tiempo. Y Marinic se dedica desde hace diez años también a la docencia. En el 2002 sumaron al team a otro diseñador industrial, Hernán Salem.

Por encargo

“Con el tiempo fuimos armando una carpeta con trabajos, pero nunca tal vez con el berretín de otros estudios de querer meter un producto en el mercado. Todos salieron a partir de pedidos. Acá es otra dinámica de trabajo. A partir de un cliente y de la búsqueda de materializar ese producto, experimentamos con materiales y distintos tipos de producción e ideas”, detalla Caballín.

Igualmente, aclara Beiras, el que sean para clientes no los condiciona a hacer el producto que les gusta. “Si nosotros miramos a lo largo de la historia del estudio, hay muchos productos que no hubiéramos hecho si no eran para alguien”, señala. “La realidad es que nosotros hacemos todo. Somos los diseñadores, los productores, los empresarios. Una autogestión inédita para otros países como los europeos, donde los estudios a lo sumo invierten en prototipos o maquetas pero no salen a vender sus piezas.”

De egos y otras cuestiones

“Con el ego se convive”, aclara Beiras. “A veces se te filtra un poco más y a veces lo reprimís o dominás”, suma Caballín. “Pero es claro, muy claro, que por separado nunca hubiéramos logrado todo lo que logramos juntos”, remata Marinic.

¿El diseño hoy?

“Nosotros estamos encaminados porque no somos hijos de la crisis del 2001. El hecho de ser profesionales de la UBA, con lo bueno y lo malo, hace a la diferencia. Cuando entramos a la universidad, el diseño no estaba de moda. Salimos y el diseño tampoco estaba de moda. Por eso, en un punto, a veces surge un tema contradictorio. Somos diseñadores, vivimos de esto, nos llamamos A3 Diseño pero a veces te da vergüenza decir que sos diseñador por el lugar que hoy ocupa en la sociedad. Ciertamente nos gustaría que pasara a un lugar más serio, profesional e industrial”, remata Caballín, mientras que en el estudio-taller siguen desfilando prototipos, piezas y objetos para los más variados clientes.

A3Diseño: 4856-9625, www.a3web.com.ar, [email protected]

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