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Jueves, 16 de septiembre de 2004
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A.N.I.M.A.L. VERSION 2004

Con ganas de reírse

Por Cristian Vitale
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Un poster de John Taylor, el de los reformados Duran Duran, colgado en una de las paredes. Un ticket para el último show de Javier Malosetti. El enorme trapo del “chico peronista” de los dedos en V, que la banda conserva desde sus orígenes. Elementos que, aunque diversos, orientan para comprender la flexibilidad del nuevo A.N.I.M.A.L. La apertura se traduce en Combativo, séptimo disco de la banda en diez años. “Es un disco diferente de todos los demás... Permanece la raíz compositiva, pero se notan una madurez y una felicidad distintas. Tenemos ganas de reír más de lo que reíamos antes”, introduce Andrés Giménez. Hacía tres años que no editaban discos y ese parate provocó algunos cambios notorios. Además de la reincorporación de Carrizo como baterista y “programador”, y un contrato nuevo con Universal de México, el power-trío asumió variantes rítmicas y sonoras fruto, según Giménez, de un tiempo necesario de maduración compositiva. “Parar de grabar fue lo mejor que nos pasó. Habíamos llegado a tener una chapa propia y, como fans nuestros, estábamos buscando una vuelta de rosca que nos sorprenda internamente”, grafica. Esa “vuelta de rosca” no es tan manifiesta en algunos temas como el que da nombre al disco o Eternidad, pero sí en otros como Real o Huellas de mi destino, considerado el “primer acústico” en la historia del grupo. Pero hay más: en algunas canciones, Carrizo terminó convenciendo a Giménez del uso “racional” de máquinas. “Yo soy el más escéptico respecto de las máquinas –admite el cantante y guitarrista–, pero no fue un riesgo incorporarlas, porque suenan humanas. Muchas veces se utilizan como recurso para tapar espacios con un sonido que no se puede lograr por mérito propio. No es nuestro caso: el grupo puede tocar con o sin máquinas, porque éstas funcionan como un músico más.” “Además –agrega Carrizo– utilicé las Vintage que tengo desde chico... El ritmo que suena arriba de la batería en Combativo es un loop grabado por mí en un grabardocito chiquito.” Otra herramienta clave del grupo, la pluma de Giménez, motivó ciertas suspicacias: en Sin ley, el cantante parece apuntarle a Carajo, la banda de Corvata y Vilanova (“Hombre que muerde la mano / de quien vio nacer / no es un hombre más / es raza que no tiene ley”). El lo desmiente: “Habla de la gente que se olvida de donde salió, pero no en contra de alguien en especial. Si le quiero decir eso a alguien directamente voy a la casa, le pego cinco sopapos y se terminó. Yo tengo 37 años, me crié en Ituzaingó y ahí nadie se come una”.
–Carajo también va estrenar disco. ¿Hay ánimo de competir con ellos?
–No. Que cada uno haga su historia y le vaya bien... El que estaba en A.N.I.M.A.L. y no quiso estar más, se lo perdió. Y si hay rivalidad, no es de parte nuestra. Yo no creo en esa competencia boluda de andar tirando mierda contra otro. El puterío dejémoslo para los políticos o las estrellas reales, pero nosotros somos laburantes del rock y entre nosotros tiene que haber más códigos, si no, es un circo barato. El que habla y no hace es porque no se la aguanta.

A.N.I.M.A.L presenta Combativo este sábado a las 22
en El Teatro, Lacroze y Alvarez Thomas.

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