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Jueves, 19 de mayo de 2005
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ELIZABETH ESSELINK, LAS PALABRAS DETRAS DE SOLEX

El que salta es un holandés

Su disco más reciente, The laughing stock of indie rock, desafía todo intento de definiciones fáciles. Canibalizando rock y electrónica, la chica de Rotterdam le pone el cuerpo a una música irresistible, que sonará en vivo aquí en octubre.

Por Yumber Vera Rojas
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La sustancia sonora de la holandesa Elisabeth Esselink es tan poderosa como el arrebato del carburador húngaro que contiene el nombre de su producto. Abriéndose paso entre tulipanes y hachís, Solex es uno de los laboratorios musicales más viscerales de Europa. Posiblemente la más ambigua de sus producciones, The Laughing Stock of Indie Rock se asoma en el limbo de la superchería entre el indie pop y el indie rock para dibujar un semblante empapado de lugares comunes. “Es natural que un músico esté cargado de tanta información. Cuando compongo trato de no pensar en nada. Y eso termina siendo duro. En este disco buscaba un sonido de banda de rock, reforzado por las herramientas de la electrónica”, define Esselink. En su nueva obra, el temperamento es una constante. Incluso, en la selección de sus invitados. “Stuart Brown es un australiano que escuchó Solex en un compilado del sello Matador. Se contactó con ellos a través de la revista inglesa Wire. Me envió una grabación suya con covers del White Album de Los Beatles. Me pareció tan sexy y profunda su voz que la usé en este disco”.

La obra previa a The Laughing Stock of Indie Rock, Low Kick and Hard Bop, marca su fin con Matador. Particularmente, este trabajo corresponde a la tez cínica de sus canciones. “Toda la música debe tener libertad, no sólo el jazz. El nombre de este disco tiene que ver con la cantidad de hard bop que sampleé para este álbum. Estoy escuchando constantemente hip hop. Realmente me intriga, deseo poder llegar a conseguir su efecto”. No obstante, su primera producción con la disquera estadounidense, Solex Vs. the Hitmeister, pese a lo rudimentario de su confección, se convirtió en una joya del indie pop. “No le doy esa consideración”, dice sin embargo Elisabeth. Solex Vs. the Hitmeister fue hecha en ocho canales análogos. Cuando grabé esas canciones no tenía idea de que alguien las escucharía. Todos los samples los tomé de los discos de mi tienda”.

Justamente, la fábula que gira en torno a Solex Vs. The Hitmeister se remonta a los días en los que se estableció en la capital holandesa y abrió una tienda de discos. “Había grabado un demo en mi casa. Luego armé mi propio estudio en la tienda. Le envié un demo a Matador y dos semanas más tarde me llamó Gerard Cosloy, uno de los directores del sello, para avisarme que lo había escuchado y que le había interesado. Ellos me dieron mi primera oportunidad para mostrar mi música”. Originaria de Rotterdam, donde formó parte de la banda noise Sonetic Vet, Elisabeth no encuentra diferencias entre la escena de su ciudad natal y la de Amsterdam. “La distancia entre una y otra en tren es de dos horas. Si bien son ciudades muy diferentes, la escena indie rock es la misma. Hay muchos proyectos independientes que constantemente están lanzando su material”.

Colaboradora consecuente del rock y la electrónica neerlandesa, Esselink anda siempre tras la pista de nueva sangre. “Existen iniciativas buenas y frescas. La mayoría de la gente que trabaja en la música es muy dedicada. Ahora en Amsterdam hay dos bandas que son maravillosas: Voicst y Pfaff. Ambas son ruidosas y enérgicas”. En octubre vendrá a Buenos Aires para presentar The Laughing Stock of Indie Rock y su nueva producción, el EP In the Fishtank, Vol. 13. “Se trata de una obra en colaboración con The Maarten Altena Ensemble –el conjunto holandés que experimenta con la improvisación del sonido barroco, el rock y el jazz–. Le pregunté a Maarten Altena, líder del ensamble, si podía crear un sample con buena parte de lo que compuso durante toda su vida. Así que me dio alrededor de veinte grabaciones entre casetes y vinilos. Después de armar una pieza de veinte minutos, le devolví el tema. El ensamble lo orquestó y lo produje de vuelta”.

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