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Jueves, 24 de noviembre de 2005
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DOBLETE DE DUOS EN EL PERSONAL FEST - I

Thievery Corporation, embajadores del lounge

Con nuevo disco bajo el brazo, el dúo electrónico pisará Buenos Aires y sacará a pasear su cóctel irresistible de trip hop, chill out y bossa nova. Habla Eric Hilton.

Por Daniel Jimenez
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Rob Garza y Eric Hilton vivían en Washington, pero nunca se habían cruzado. Ambos eran amantes de la escena hardcore y, al mismo tiempo, de las canciones elegantes y –lo que ellos consideraban– “buena música”. Eric incluso llego a militar en una banda de punk rock, con escupitajos en vivo, botellazos y toda la liturgia del “no-future” importado de la Gran Bretaña de finales de los ‘70. Aunque es difícil imaginarlo ahora, con sus trajes de doscientos dólares y sus camisas exclusivas, como un rebelde con cresta. “No, obvio que nunca fui de seguir un look particular con las modas, y en aquel momento mi pasión por el hardcore y el punk rock pasaba por su esencia contestataria, no por colgarme un candado al cuello”, reconoce Hilton, uno de los responsables del dúo electrónico Thievery Corporation, que se presentará en Buenos Aires el próximo 2 de diciembre junto a Macy Gray, Good Charlotte y Simple Minds en el Personal Fest.

A diferencia de Eric, que ingresó tardíamente en el mundo de los beats y la tecnología, Rob Garza ya había comenzado en su adolescencia a intentar descubrir el mundo de las computadoras, los programas de grabación y demás chiches electrónicos. La historia oficial dice que Thievery Corporation nace a mediados de los ‘90, cuando estos dos dandies del lounge empiezan a grabar sus propias canciones en un estudio casero, hasta que logran editar sus primeros singles, marcados por su amor por el dub, el trip hop y los sonidos atmosféricos.

“La verdad es que en mi casa no se escuchaba nada de música. Mi viejo no tenía idea de lo que era el rock y el único disco que recuerdo era de mi madre y era uno de los Beach Boys, así que te imaginarás que tuve que encontrar mi camino musical fuera de casa”, dice Eric antes de lanzar una medida carcajada (cool, por supuesto).

Finalmente lo encontraría en 1997 con la edición de su álbum debut Songs from the Thievery hi-fi, que pese a ser su primera producción sorprendió a críticos y público de la escena dance y chill out de Washington.

Al poco tiempo de que su ópera prima estuviera en la calle, artistas como David Byrne o Pizzicato Five comenzaron a requerir sus servicios como remezcladores. Y ese material vería la luz en el disco compilado Abductions and Reconstructions, de 1999. Pero sin dudas su mejor trabajo llegaría recién en el 2000 con la edición de The Mirror Conspiracy, una obra maestra de electrónica soft en plan lounge que hizo que el prestigioso sello jazzero Verve Records los instara a seleccionar una serie de canciones favoritas de su catálogo.

“Creo que la importancia que tuvo aquel álbum radica en todos aquellos amigos que colaboran con nosotros, tanto cantantes como instrumentistas, que le terminan dando un color y una textura particular a cada pieza”, cuenta Eric vía telefónica desde su casa recién refaccionada entre samplers y procesadores. Pero todo tiene una explicación: “Siempre tengo a mano algún Rhodes o algo parecido, porque así es más fácil ‘bajar’ la inspiración y crear música, si bien me animo a afirmar que la electrónica se encuentra hoy en un momento crucial, por lo que deberá inventarse a sí misma para no terminar siendo una amarga contradicción, y que los tiempos tecnológicos en los que vivimos no terminen siendo una fórmula aburrida y predecible”.

Aunque en vivo suelen presentarse con una verdadera banda de apoyo, los aplausos siempre se los llevan los invitados, ya que los muchachos de traje almidonado prefieren el bajo perfil. Así lo explica Hilton: “Nos gusta ver cómo ellos se convierten en la estrella del show, mientras nosotros tratamos de montar un espectáculo integral, porque pensá que Thievery Corporation no tiene un ‘guitar hero’ ni un frontman, como pasa con los grupos de rock, donde existen las principales figuras. Aquí la figura es la música”.Para aquellos neófitos en el asunto, en el universo particular del dúo pueden convivir armónicamente el hip hop, el drum’n bass, el acid jazz y la bossa nova. Si no, chequeen Sounds from the Verve hi-fi, Verve Remixed y The Richest Man in Babylon, su tercera placa del 2002.

“Debo reconocerme como un fan de la música brasileña, aunque nunca tuve la oportunidad de estar en Río de Janeiro ni en Brasil. Artistas como Joao Gilberto, Jobim o Astrud Gilberto siempre me han influenciado, además de disparar mi imaginación sobre lo que serían esas míticas sesiones de grabación, como la de Garota de Ipanema, con Stan Getz”, confiesa Eric.

Con nueva producción bajo el brazo (The Cosmic Game), los embajadores del chill out refinado pasearán por aquí sus canciones para bares de Palermo Soho en el mes de diciembre. Y, a la distancia, Buenos Aires suena como una tierra desconocida y lejana. “¿Vamos a tocar con Macy Gray y Simple Minds? Recién me entero... bueno, es un verdadero placer para nosotros compartir escenario con tipos que escuchábamos de chicos. Aunque ya hace muchos años que no escucho Simple Minds.”

Thievery Corporation se presentará el próximo 2 de diciembre en el Personal Fest junto a Catupecu Machu, Macy Gray, Good Charlotte y Simple Minds.

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