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Jueves, 3 de julio de 2008
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El browser Flock crecio 250 por ciento en seis meses

Para animales sociales

¿Alguna vez imaginaste que podías arrastrar una carpeta de fotos al navegador y éste iba a subirlas automáticamente a tu blog preferido? Bueno, ese navegador ya existe: se llama Flock y está revolucionando la manera de surfear. La empresa facturó 15 millones de dólares.

Por Mariano Blejman

El futuro llegó y es confuso: el navegante acumula una serie de hábitos en el mundo virtual, por momentos dispersos, en donde los favoritos han quedado llenos de cosas que casi no sirven, donde la web se está haciendo cada vez más inteligente (es decir, cada vez sabe más sobre nosotros). Y, mientras que con la guerra entre el todopoderoso Microsoft Explorer y el flamante Mozilla Firefox se debaten no sólo la plataforma en Internet sino también la filosofía de la misma, un proyecto que aparentaba ser pequeño, pero que ha crecido un 250 por ciento desde comienzos del año, ocupa cada vez más terreno: el navegador Flock es un browser social que puede cambiar –revolucionar es una palabra que antes se usaba para otra cosa– la manera en que se navega. Así nomás.

¿Cómo explicarlo? Es un navegador social que se integra con los servicios de conexión ciberespacial más populares del mercado como Facebook, Blogspot, Diggit o Gmail, entre otros. El Flock –que en español significa algo así como “multitud”– da la posibilidad de configurar un entorno para bloggear, floggear, mailear, socializar, leer, buscar y guardar información virtual de una manera demasiado sencilla. Las fotos pueden cargarse en los blogs, arrastrándolas a un sector del navegador y éste las dejará en el tamaño deseado. “Los navegadores han evolucionado de manera muy estática todos estos años. Flock se relaciona de forma revolucionaria con las redes sociales”, asegura al NO su vocero Dan Burkhart, quien explica la filosofía sobre la que se basa Flock.

“Si Firefox nació con código abierto, Flock pone su filosofía por encima del código de Firefox”, cuenta Burkhart. La penetración del buscador (cuya empresa ubicada en Reedwood, a 45 kilómetros de San Francisco, no supera los 40 empleados y existe desde hace no más de tres años) ha sido escalofriante: ya tiene 4,5 millones de downloads, y 2,5 millones de la versión publicada en noviembre de 2007. El 60 por ciento de los usuarios viene de países externos a los Estados Unidos, y 70 por ciento lo tiene como navegadores predeterminados.

La web 2.0, participativa y social, inauguró una manera de relacionar a los usuarios con la web. “Los fundadores de Flock vieron un nicho, había que desarrollar la navegación como una forma de conversar. Los usuarios de Flock pueden enviar artículos, fotos, experimentar nuevos servicios como si fuera una conversación social. Además es un browser inteligente: reconoce los servicios que ofrece la web, y los va personalizando.” Sin duda, esto requiere que el navegador guarde información neurálgica del usuario, lo cual siempre puede presentar riesgos. Burkhart se defiende: “Flock no captura, ni guarda información personal. Todos los passwords van encriptados a las páginas originales. Ofrece la privacidad de YouTube, Facebook o de cualquier aplicación que use, puesto que no guarda información, ya que ésta permanece en los sitios remotos, salvo los bookmarks, el historial y las inscripciones de los browsers”. La conexión ha sido una idea potenciada por la filosofía del código abierto, que ha hecho, por ejemplo, de Linux una plataforma creciente. ASAS.

* El navegador Flock se baja de www.flock.com

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