â€Ahora sà tengo ganas de hablarâ€, dice Tomás Justo Gaggero, invitando a la cronista a retornar al “rec†de su grabador. Unos momentos antes, la entrevista habÃa terminado. Vagos, aburridos, mal dormidos, transpirados, Onda Vaga se congregó bajo la copa de un árbol de la vereda de un restaurante que, de no ser por la ubicación palermitana, no valdrÃa dos mangos. Tomando “pomelada†transcurre la mañana, conversando de los dos años que pasaron de aquella primera nota que el NO publicó y en la que advertÃa que esta banda serÃa la revelación de 2008. En aquel entonces se trataba de un quinteto nuevo y relajado, formado por músicos de otras bandas (Doris, Michael Mike y Satélite Kingston) que, hartos del circo montado alrededor de los recitales –sonido, equipos, tarifas de los bolicheros–, armó su propia ronda para aullar como perros a la luna.
La idea era también presentarse en fiestas con lo puesto, tocar con lo que hubiera y emborracharse en paz. Pero no se trataba de cinco perros locos sino de unos perros que minuciosamente arreglaron las voces para darle fuerza a lo que se canta sobre un ritmo flamenco con aires a lo Manu Chao y velas iluminando el lugar. Súper Ãntimo. Aunque temas como Mambeado, Te quiero y SequÃa de amor hicieron que las velas ardieran y ya no hubiera quórum para seguir con el acusticazo. Hubo que amplificar y aquel sueño del fogón en las claras playas del Cabo Polonio inicial se precipitó.
Chicas bailando debajo del escenario pidiéndoles fotos para subir al Facebook, chicos reversionándolos en las fiestas, canciones sonando en la tele, y ellos mismos hablando en la tele y en la radio. AsÃ, todo el mundo conoció la onda, que de vaga sólo conservaba el atuendo. De a poco sumaron a Jano “Alvy Singer†Seitun (contrabajo), “Faca†Flores (percusión) y a Santiago Castellani (tuba), para darle a la señal un sonido que trazarÃa la nueva época de la banda. Con la flamante incorporación, el vivo fue más compacto y audible, completando todas las frecuencias sonoras. Y listo, Onda Vaga se fue al cielo con sólo un disco, Fuerte y caliente, que tuvo la participación de Fito Páez, el visto bueno de Andrés Calamaro, y la aceptación absoluta de sus fans (al término de esta edición, el grupo de la banda en Facebook tiene 52.825 seguidores y siguen los clicks).
EspÃritu salvaje, grabado en El Calafate, es el segundo paso que dio Onda Vaga, ya a sabiendas de que este trabajo sà iba a ser escuchado. Invitados por Solo Studio, sito en las blancas calles de Santa Cruz, los vagos se apersonaron con sus ropas más abrigadas. Toda una experiencia. TenÃan la llave para ingresar al estudio y tocar y retocar las canciones cuanto quisieran. Pasaron su estadÃa de tres semanas en un hotel cuatro estrellas, tuvieron sobredosis de cordero y otros abastecimientos, y se volvieron a Buenos Aires con algo de sobrepeso y un disco que no tiene nada que ver con el primero. “Grabamos muchos temas y no nos pusimos de acuerdo en sacar ninguno, entonces dijimos: ‘Bueno, va todo’. De hecho grabamos 24 o 25 canciones. Y tenÃamos ganas de que entren todos los temas. Hay algunos que duran un minuto, son muy cortitos. Fue una discusión entre nosotros elegir hacer un disco como el anterior o hacer algo que la gente no esperaba, incluso que fuera medio incómodoâ€, cuenta Germán Cohen. Un poco también influyó esa fama súbita que Onda Vaga experimentó al encontrar a sus integrantes desbordados y tener que transformar su propuesta. Porque cuando editaron Fuerte y caliente no esperaron el feedback de la gente, simplemente porque no habÃa gente. “Tiene que ver con el cambio y el crecimiento, te das cuenta de que lo escucha mucha gente, cosa que antes no pasaba porque no tenÃamos alcance, ni idea de hasta dónde podÃamos llegar. Entonces ahora podemos saber que va a haber gente esperando el disco. Saber que a esa gente le podés dar más o menosâ€, expone Marcelo Blanco.
Germán: –Cada uno llevó temas y los armamos entre todos. Pero, o la forma o la letra, muy concretamente, está escrito por cada uno. Y en eso somos muy intuitivos: si traés cinco temas, a todos nos van a gustar esos cinco temas. No hay un lÃmite, ni un filtro, más allá del gusto. De hecho se incluyeron temas que uno no está del todo conforme. HabÃa uno que era muy lento, Lolita, creo que es el 10, y yo decÃa: “Pero es medio bodrioâ€. Y al final quedó porque a ellos les encantaba y a mà me parecÃa medio bodrio porque era lento. Cuestión que terminó teniendo un montón de repercusión porque era casi una balada.
Marce: –SÃ, hay algo de eso. No sé si “no crezcasâ€, es más bien “crecé con la felicidad de un niñoâ€.
Nacho: –Igual, el tema Lolita sà es “no crezcasâ€.
Marce: –Pero no es en ese sentido.
Nacho: –¿Cuál es el sentido, jefe?
Marce: –Mantené la juventud.
Germán: –Hacé gimnasia.
Marce: –No sé, para mà es todo un tema. Yo cumplà 30. Por ahà un chabón que es re rutinario y que hace tres años tenÃa la misma vida que yo, ahora, para mà tiene otros ideales. De pronto se metió en un laburo, vendió el amplificador y la guitarra, y se olvidó de todo eso. Y capaz que muchos, incluso, ahora se echan para atrás y dicen: “Ah, eso es una pelotudezâ€. Y tal vez cuando tengan hijos les dicen: “No toques la guitarritaâ€. Entonces para mà ese cambio es clave, cuando dejás de tener ilusiones y de creer en la magia y en la fantasÃa para transformarte en un conformista del sistema.
Nacho: –Yo en una canción lo nombro, y para mà va el significado de no perder el niño interior, que tiene que ver con la mirada. La mirada del descubridor o del niño, de tener esa actitud para con la vida, no perder la sorpresa o no perder eso, la fascinación por la vida, por la novedad. Levantarse cada dÃa, a veces, es difÃcil. Pero cada situación tiene algo nuevo, cada dÃa tiene algo nuevo y, no sé, yo cuando tengo esa mirada, me gusta la vida. Me lo digo a mÃ, pero lo pongo en una canción y parece que se los digo a todos, pero es un autoconsejo. Pero, bueno, como vos hiciste la pregunta, te lo querÃa explicar un poco como yo lo veÃa.
Estas miles de personas que aseguran gustar de Onda Vaga vÃa Facebook, se desparraman en recitales por todo el paÃs, a los que asisten para disfrutar de una hora y media de felicidad asegurada. Y tanto deambular con sus antiguas (o paralelas) bandas por los escenarios del under sin ver un peso, por fin llegó lo que todo músico ansÃa en un paÃs con pocas posibilidades para el arte: cobrar por tocar. Vivir de la música, el paraÃso perdido. “Ese cambio es buenÃsimo, yo se los recomiendo a todos –revela Marce, que trabajó de telemarketer cuando recién se formó Onda Vaga–. A uno de los primeros shows llevé a cinco compañeritos telemarketers, de las diez personas que habÃa. Les hice pagar la entrada con ese sueldito de mierda. Qué mundo de mierda. Yo era la misma mierda. Con mi primer sueldo compré un Jack Daniels y lo llevé al camarÃn.†Dice Nacho: “Es lo que tendrÃa que pasarle a todo el mundo que va a tocar. A mà me llevó ocho años llevarme plata después de tocar. Está mal no llevarse plata porque la movida que hace un músico que va a tocar es impresionanteâ€. Y Germán completa la idea: “Se lleva guita el fletero, el sonidista, el chabón que corta los tickets, el dueño del boliche, y el músico... jamás. Eso es lo limadoâ€.
Pero volvamos al principio de este relato. Algo, aun después de terminada la nota, les quedaba en el tintero: la muerte de Mariano Ferreyra. “A mà ya me habÃa parecido limado porque vi videos del pibe tocando la guitarra, era la imagen militante de un estudiante. Me hizo acordar a la dictadura, que desaparecieron los pibes, estudiantes, artistas, que ayudaban, pibes que en su vida agarraron un armaâ€, expone Tomi. “Aparte lo mata un chabón que es un barrabrava –interrumpe Marce–. Yo creo que la educación futbolera aniquila a la educación en el amor. Está muy equivocada la educación y el enfoque, nadie te enseña a valorar la vida y a amar. Entonces, un chabón que vive en una realidad de odio, tiene un chumbo y el patrón le dice ‘matá al zurdito’, y lo mata, le chupa un huevo. Y le divierte, quizá.â€
Movilizados por la participación que tuvo Onda Vaga en el Festival por el Juicio y Castigo a los asesinos de Mariano, la banda vive la situación desde otro lugar, de una manera más cercana. Unos minutos antes de subir al escenario montado en la plaza, estuvieron hablando con un amigo de Mariano y les dijo que él tocaba sus canciones en la guitarra y que siempre iba a verlos. “Nos pasó de hablar con el pibe éste, que era su cuñado, y nos contó del último dÃa del chabón, que no se pudo despedir, pero que habÃa estado hablando con el viejo del pibe éste. Se fue a la marcha y ya está, no lo viste másâ€, cuenta Marcos Orellana. La pregunta, al comienzo de la charla, fue cómo se habÃan sentido al tocar frente al Perito Moreno la canción La muerte canta. Pero Marce contestó, lapidario: “Fue más fuerte cantar en la Plaza de Mayo frente a 40 mil personasâ€.
Marce: –Un amigo de Mariano que militaba con él.
Marcos: –Una situación un poco limada y es que terminó siendo un acto del Partido Obrero encubierto, se terminó haciendo polÃtica en vez del reclamo. Terminó teñido de partidismo y eso me chocó un poco.
Germán: –No tenemos un discurso potente. Que maten a un chabón que no se lo merece no está bueno nunca, el discurso era estar ahÃ. Yo no soy muy bueno para hablar y está bien sumarse a una causa noble y justa como un pedido de justicia; no sé si fue por el Partido Obrero que no tuvimos un discurso.
Marcos: –Lo que pasa es que iba a ser medio asÃ, que el PO iba a abanderar la ceremonia porque el chico estaba en el PO. El respeto a cualquier tipo de militancia está, pero a veces los partidos generan eso, se mezclan los intereses con las cosas artÃsticas, entonces por ahà también nos choca un poco.
Nacho: –Yo creo que nos comprometemos de alguna manera con algo. Si bien no estamos diciendo “salgan a comer carne†o “no salgan a comer carneâ€, o algo muy preciso, yo creo que sà estamos diciendo algo.
Marcelo: –El mensaje es claro, y hay mucha gente a la que puede parecerle naïf y ridÃculo, pero para mà hay un mensaje de “salà a vivir la vida y pará, por un lado, de sufrir al pedo, y por otro lado, date cuenta de lo que hacés vosâ€. Podés salir al jardÃn a cosechar lo bello, podés salir también a correr, a disfrutar, no hace falta estar metido dentro de una nube gris y lleno de mierda cuando la decisión está en vos e irte; en vez de hacerte una choza en una villa miseria, te podés ir a hacer la misma choza en el medio del campo.
Tomás: –Con pinzas también todo eso.
Marcelo: –No, ni a palos con pinzas, ni a palos. O sea, es una decisión, yo no digo que sea fácil.
Tomás: –Para mà no es todo tan asÃ, “bueno, es tu decisión ser felizâ€, porque hay muchas causas que son inevitables y llevan al sufrimiento.
* Onda Vaga toca en el Centro Cultural Konex (Sarmiento 3131) los domingos 12 y 19 de diciembre, a las 20. Entrada: $ 35.
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