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Jueves, 17 de octubre de 2013
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Oye Coco va...

Cuatro por cuatro

Al cuarteto pop punk le cuesta cuatro años sacar un disco y lleva publicados... nah, tres: Oferta, otro de remixes y este valiente y sugestivo Negro.

Por Santiago Rial Ungaro
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“¿Por qué Negro? Porque es el color esperanza”, explica con tono sarcástico Andi Di Napoli sobre el nombre del segundo disco de Coco. A su lado, Noe Mourier, enfundada en una remera de New Order y con cara de recién levantada, ríe a carcajadas, desperezándose a pura risa mientras toma un té con limón. Después de su debut en 2009 con Oferta, recién ahora sale el segundo disco de una banda que, buscando hacer equilibrio para que la ironía no se convierta en cinismo, logró sacar provecho de esa espera con un disco superior a su debut, valiente y astuto a la hora de musicalizar sus vivencias.

Basta escucharlas hablar y reírse a coro para entender que les tocó vivir cosas parecidas. Andi: “Componer juntas genera roces y tensiones, pero sabemos que nos necesitamos. Hay cinco temas míos y cinco de ella, aunque no queremos que quede tan explícito. Te morís de intriga por saber quién compuso cada tema, ¿no?”. Pocas canciones tan intrigantes como las de Negro, en donde se las escucha cantar sobre la tristeza de ver que todo lo que se quiere se prende fuego, sobre mentiras más o menos piadosas, el arte de fantasmear como forma de vida y hasta sobre el frío que deben sentir los tristemente célebres “patas de lana” para comprender que estas chicas supieron deambular por el lado salvaje y plasmar esas experiencias en un disco impecable y filoso.

Y si en su primera obra (producida por Panza de Babasónicos, y con la participación de Adrián Dárgelos) las Coco parecían ser las niñas mimadas de la escena, en este segundo disco ya la cenicienta y enigmática tapa con una foto de un cuadro de Vicente Grondona (uno de los artistas jóvenes más originales y misteriosos de su generación) muestra que el tiempo no pasó en vano. Noe: “El otro día una amiga me decía que escuchaba el disco y que entendía todo, que le parecía bastante autorreferencial. Pero capaz que otra persona que no nos conoce interpreta algo totalmente distinto”.

El disco, que cuenta con la producción de Ezequiel Kronenberg (de Rosal, que también produjo a Noe en Varias Artistas de Lucas Martí), suena bastante más pop que el disco anterior. “Ezequiel nos tranquilizó muchísimo durante la producción –dice Andi–, tiene algo hipnótico. Es un gran manipulador, pero para su rol de productor eso sirve muchísimo.”

Con los exquisitos aportes de Hilarión del Olmo en batería y Gonzalo Campos (ex Los Látigos, ahora en OK Pirámides) en la guitarra, la música de Coco sintetiza muchas influencias del post punk (“hacemos pop punk”) y puede citar sutilmente a Kraftwerk, Johnny Thunders o a los Talking Heads (hace años que Andi es la Tina Weymouth local), pero lo más importante esta vez son las canciones. Por momentos, Andi y Noe parecen vestirse de luto en Negro por todas sus aventuras y desventuras amorosas, pero ese color les queda tan elegante como ambiguo.

La espera valió la pena. “Sí, parece que hay más discos porque tardamos cuatro años en grabar el primero y ahora casi cuatro también en sacar éste. Aunque en el medio hay uno de remixes”, recuenta Noe. En tanto que Andi explica que es debido a que nadie las corre: “Nadie nos está exigiendo, así que nos tomamos nuestro tiempo para todo. Una hace algo cuando realmente tiene ganas”.

“Haceme bien, haceme linda, haceme no olvidar, y rezo...”, cantan en Fe, el primer tema y quizás el más inocente del disco. Y aunque ellas mismas admitan no tener “una mística demasiado alegre”, lograron darle forma en este disco a una banda de sonido tan sugestiva como explícita: “Hay quien se miente a sí mismo. Yo sólo te miento a vos”, cantan en Algunas mentiras, el cierre del disco. En un momento, Noe escuchó Oferta y Negro seguidos: “Me dio la impresión de que en el primer disco cantábamos que no nos importaba nada perder las cosas, y ahora ya lo perdimos todo y lo estamos padeciendo. Hay momentos en que te arriesgás con ciertas cosas, porque te divierte o porque te da vértigo”, analiza. “Creo que con Negro las dos cerramos una etapa, le pusimos un moño a algo. Y ahora vamos a tener que buscar de nuevo con qué vamos a seguir”, ya espía Andi.

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