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Jueves, 19 de diciembre de 2013
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Disco nacional: Romantisísmico, de babasonicos

“Uno hace los discos para rozar la gloria”

Por Mario Yannoulas
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1º Romantisísmico (Babasónicos) (6 votos)

2º Los Espíritus (Los Espíritus) (4 votos)

3º Aerial 13 (Massacre), Aquelarre (Sig Ragga), Bohemio (Andrés Calamaro), Frente a frente (Carajo), La nostalgia soundsystem (Mi Amigo Invencible), Nueva era, viejas mañanas (Pez) (3 votos)

“No me deja de sorprender que me llames por esto, eh.” Vale la aclaración de Adrián Dárgelos casi más que ninguna otra: Babasónicos es la banda argentina que más veces triunfó en la encuesta del NO en este siglo. Desde su victorioso ingreso con Jessico, en diciembre de 2001, cuando piquetes y cacerolas parecían dar un mismo grito, hasta el año pasado, en el que sus colegas les colgaron el título de Show Nacional del Año por segunda vez al hilo, tercera en el historial. En el transcurso, Infame y Anoche también fueron los ganadores en el rubro Disco Nacional en 2003 y 2005, y el propio Jessico se consagró como el Disco Argentino de la Década en la encuesta publicada en 2009.

Después de un concierto gratuito ante unas 50 mil personas como cierre de su Trilogía Romantisísmica, Babasónicos se vuelve a mostrar como una de las cartas marcadas del rock local, flotando por sobre las mareas sincréticas que dicta la inmediatez. Seguidos no obstante por la novedad de Los Espíritus –que además se adjudicó el título de Revelación del año–-, esta vez los Babas vuelven a descorchar por la elección de Romantisísmico como Mejor Album Nacional de 2013 por parte de sus colegas, dejando atrás otros lanzamientos importantes como los de Massacre, Carajo, Andrés Calamaro o Pez. Y si bien seis votos no fundan un triunfo aplastante, alcanzaron para reinstalar al ahora septeto en lo más alto de la consideración ajena con un lanzamiento discográfico, algo que no ocurría desde 2005, cuando tomaban el primer puesto por tercera vez consecutiva para trabajos de estudio, con Anoche. “Siempre es un placer, la mención de tus pares le da más volumen a la sensación de reconocimiento, y más que nada en un disco, porque los músicos saben el esfuerzo que contiene y la inspiración que se necesita para hacerlo”, repone el cantante, y adelanta que planean presentarlo de manera más acabada en 2014.

–En su momento ganaron con tres lanzamientos seguidos, ¿por qué volvieron a ganar con éste?

–También estuve nominado para los Grammy seis veces seguidas, y nunca los gané. Es anecdótico. Uno hace los discos para rozar la gloria, aportarle algo de belleza al mundo, discutir la realidad. En mi caso, para pelearme con los conceptos que heredé. También es una forma de búsqueda, de encerrarnos y tratar de crear un mundo nuevo. Después, que los discos tengan una recepción mayor también nos sorprende. Son tiempos en los que es muy complejo concentrar la atención sobre una obra totalitaria: imaginate que saqué un nuevo video que no puede hacerse notar porque el primero todavía crece más de lo que esperábamos.

–Pero si tuvieras que analizarlo rápidamente, ¿qué tiene este disco para ganar?

–Consenso. Creo que es un trabajo inspirado. A diferencia del anterior, que era más oscuro y no ganó la encuesta, no sé... tiene un poco más de humor, recurre a otras cosas, roza con otra alegría de la vida. Yo reconozco las diferencias técnicas y musicales que hay, pero no sé si eso tiene que ver con el resultado.

–Hace pocos meses le dijeron al NO que habían llegado a su material más bailable. Casualmente, Random Access Memories, de Daft Punk, ganó como mejor disco internacional...

–También me sorprende que haya ganado el de Daft Punk. Es un disco muy adulto, anacrónico, retro. Pero está bien, tiene buenas canciones. Me sorprende un poco que a los músicos les guste eso. Pasa que es música negra, con la forma de producción de la música disco, pero hecha por blancos, y eso me resulta raro. Me gustaron mucho los anteriores, pero mucho; sin embargo, me pareció que éste tenía un afán de universalidad más complejo. No quiero construir una crítica, pero el de Arctic Monkeys me pareció mejor. La única conexión que tiene con Romantisísmico es que ambos fueron presentados en el mismo lugar de Nueva York, con un mes de diferencia. Es otra clase de trabajo, aunque son canciones, como las nuestras.

–En cuanto al contenido, un gran acierto parece ser la canción Humo. Antes, decir “vendehumo” era un agravio; ahora es casi un elogio para alguien, se adapta bien al medio...

–Parece como que eso tuviera valor, ¿no? Es lo mismo que la expectativa, que es algo que se instaló como positivo. No cumplirla, no rellenarla, no alcanzar un logro sino quedarse sólo con eso. Los medios masivos ya no informan, sólo instalan expectativa. El tema critica un poco la tilinguería, también. Podés elegir vivir del lado de la expectativa o del de alguna verdad.

–Este año vuelven al Cosquín Rock. La última vez dio la impresión de que las bandas principales suelen ser siempre las mismas, ¿eso dice algo acerca de la situación del rock local?

–Las últimas tres bandas suelen ser las más convocantes. La noche en que tocamos nosotros cerró Las Pastillas del Abuelo, que es una banda joven. Siempre es complejo filtrarse para la novedad, entrar en las radios y todo eso. Para el primer Cosquín a mí no me llamaron, y estábamos a punto de sacar Jessico. Es una circunstancia que se da en el mapa de la música popular argentina. Quizás el rock joven pertenezca al margen más alternativo de la música, y como el rock es música popular en la Argentina, requiere de una franja más amplia de población para llegar a ser popular, es decir, incluir a público grande e infantil. Sin embargo, para mí siempre tiene que haber recambio generacional y nuevas influencias sobre la música ya establecida.

* Ganadores anteriores: Chances (Illya Kuryaki and The Valderramas, 2012), Ringo (Massacre, 2011) y Amapola del 66 (Divididos, 2010)

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