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Jueves, 20 de marzo de 2014
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Gustavo Olmedo y las emisoras tanque

“Mario lo dejó claro: se complementan”

“Ahora Rock & Pop es una radio de clásicos y hits, y en Vorterix hay lugar para lo nuevo, la vanguardia”, resume el director artístico de la pionera.

Por Federico Lisica
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Ni bien termina la entrevista con Gustavo Olmedo, por los parlantes ubicados en el edificio de la Rock & Pop comienza a sonar Detroit Rock City. También suben el volumen desde su oficina: es muy factible que el conductor y ahora director artístico de la emisora esboce una sonrisa. Vale recordar que en la portada de su libro, El Circo del Rock, salió maquillado como Paul “Chico Estrella” Stanley. O tal vez lo haga porque, en definitiva, es su trabajo. Esa canción de KISS, además, se vuelve la evidencia de la frase que Olmedo repitió una y otra vez en la entrevista: “Cambiar para seguir siendo iguales”. O casi. Por la cuestión empresarial y la aparición de nuevos dueños (ahora la estación pertenece al conglomerado de Matías Garfunkel y Sergio Szpolski), pero principalmente por Mario Pergolini, quien aunque no se lo vea, siempre está.

Apenas confirmada la transacción, hubo despedidas de conductores –que luego volvieron–, especulaciones por despidos de la planta permanente y la boutade de Elizabeth Vernaci (¿fue un exabrupto?, ¿la búsqueda de una salida con su sello?, ¿términos racionalizados al mango?). Le siguieron programas de relleno y un notorio rearmado de la musicalización. Por lo que escuchar Rock & Pop en enero y febrero fue un como un déjà vu lleno de incógnitas. “Los de acá venían de un período bastante duro, de mucha incertidumbre; pero por suerte la enorme mayoría pudo mantener el laburo”, dice Olmedo desde su oficina, todavía bastante pelada. Hay un solo cuadro en el lugar –una foto que lo muestra junto a James Hetfield haciendo cuernitos– y unos pocos recuerdos como muñecos o pisapapeles. Otra de las mudanzas se da con el regreso a la conducción del propio Olmedo: pasó de Doble o nada en Vorterix a conducir Casi famosos con el Pollo Cerviño. “Mario me propuso que me llevara el programa de Vorterix, pero yo le propuse hacer uno nuevo”, aclara.

Por otra parte, algunos programas siguieron a flote con nuevo horario e integrantes (Gente sexy), otros se han metamorfoseado (Day Tripper en No vuelvas), vuelve un clásico como Tiempos violentos y se han evaporado rincones como El bombardeo del demo o La de Dios. “La fantasía del oyente no tiene que ver con lo que sucede puertas adentro –explica Olmedo–. Esos dos espacios ya no tienen lugar porque la radio mutó musicalmente, un poco o bastante. Ahora es de clásicos y hits, y no tenía sentido que suene lo más under, porque para eso está Vorterix. Ahí hay más espacio para lo nuevo, para la vanguardia”, asegura.

¿Cómo te fue volver después de dos años?

–Irme me sirvió de experiencia para volver. Todos los de mi generación, los que formamos parte de los medios, soñamos con laburar en Rock & Pop. Dejar esto era como dejar la casa de los padres. Cuando arrancó Vorterix, no tuve tiempo ni de hacer duelo, fue “chick chick” (Olmedo pasa su mano delante de su cara dos veces). Lo mismo ahora. Lo que me gustó de Vorterix es haber sido miembro fundador. Ahora, con el cambio de dueños, me quería involucrar con Rock & Pop desde lo musical. Que confíen en mí fue tentador, interesante, un crecimiento, un desafío. Pero no siento que me haya ido de Vorterix. Mario dejó en claro que las radios se complementan, se trata del mismo equipo de laburo.

Pero te toca volver con un nuevo rol, ¿cómo es ser director?

–Fue raro. Esperaba encontrar reticencia y animosidad, pero no fue así. Conozco al 90 por ciento de los que están acá. El otro día pasé por el pasillo a la hora del programa de Juan (Di Natale) y Eduardo (De la Puente), y uno de ellos me saludó al aire: “Ahí pasa nuestro director Gustavo Olmedo y blah blah”. Me sonó extraño que Juan, alguien al que yo había escuchado como oyente, dijera eso. Pero estoy muy cómodo. Es un relanzamiento dentro de una radio que tiene una historia tan pero tan fuerte, y no te podés desligar de eso.

En ese ensamblaje de dos radios antes competidoras, ¿Rock & Pop va a seguir el camino de Vorterix con apoyo multimedia y de shows?

–En esta primera etapa va a ser sólo una radio, incluyendo una renovación web. Rock & Pop y Vorterix van a tener páginas separadas, pero desde una misma lógica. A ver, yo creo que Vorterix marcó un camino, la línea a seguir, los músicos de afuera dicen que no hay nada así en el mundo, te ofrece todo lo que es una radio y más.

Porque el razonamiento lógico era, o es, ¿para qué tener dos frecuencias similares si se puede pasar toda la estructura al espacio histórico y simbólico de Rock & Pop?

–¿Vos decís por qué Mario no cerró Vorterix y trajo todo acá?

Y... sí.

–Hay que preguntárselo a Mario. Pero se pasó mucho tiempo construyendo lo que es Vorterix, que además se instaló como marca en un tiempo record. Repasá los proyectos de radios de rock que hubo en la última década. ¿Cuánto duraron? La figura de Pergolini hace más sencillo todo. Creo que las dos radios pueden convivir. Llegado el caso, si se quiere, Rock & Pop podría usar la estructura increíble a nivel tecnológico que es Vorterix.

¿Cómo ves la situación general de las radios musicales?

–Obviamente, hay cuestiones políticas y económicas. Antes las radios eran de tipos como Grinbank, que las hacían desde la intención artística; hoy la mayoría son inversionistas. Vorterix por suerte es una idea artística y creativa; y después es necesario que sea redituable. Que haya nuevos dueños en un medio, obviamente, cambia el escenario. Nunca se sabe qué puede hacer el que tome las riendas. En Vorterix y Rock & Pop no se van a perder las canciones ni los programas con una idea artística.

¿Creés que Rock & Pop y Vorterix compiten más con Grooveshark y Spotify que entre sí? ¿Internet te escanea el nicho al que apuntás?

–Sí, totalmente. Podés saber todo. Mario es un especialista en eso. Cómo es que el oyente llegó, qué buscó, cuánto tiempo estuvo, si volvió, si no le gustó. Con respecto a la primera pregunta, se dijo en su momento que el iPod se comía todo y pasó de moda más rápido que la radio. El teléfono inteligente lo suplantó. No creo en eso de “yo escucho la radio en el laburo porque música escucho en casa”. Lo que tenés es muchas opciones: Spotify, Grooveshark, piratear, pero no sé si anulan a la radio. La música sigue siendo fundamental en las emisoras, aunque hay una readaptación. Lo de Rock & Pop tiene que ver con eso, mi propuesta fue que la radio funcionara en random. Antes era así: a Metallica le pego Megadeth y a Los Cafres, Bob Marley. Ya no. A Metallica le pego Moby, Los Cafres, Los Abuelos, Babasónicos. Porque ahora la música se escucha así.

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