Imprimir|Regresar a la nota
Jueves, 10 de abril de 2014
logo no
Bandeja negra por Frankie Knuckles

El padrino

La influencia del malogrado dj de Chicago, pionero del house y agitador disco, llegó hasta Buenos Aires.

Por Yumber Vera Rojas
/fotos/no/20140410/notas_no/sn02fo02.jpg

Aferrándose a ese evangelio de Faithless que asegura que “Dios es un DJ”, habría que creer que el pasado 31 de marzo se fue uno de los mayores arcángeles de la música dance. Aunque se conformaba con que lo llamaran como todo el mundo lo conocía en Chicago: El Padrino. No obstante, cuando Frankie Knuckles llegó a esa metrópolis en 1977 lo hizo con la chapa de capo de las bandejas de su Nueva York natal, donde primero fue dj de funk, soul y R&B (a su segundo set, en enero de 1971, en el Better Days, sólo asistieron dos personas: Andy Warhol y la modelo Verushka), para luego convertirse en uno de los grandes agitadores de la disco, un estilo que aunaba a negros y gays. Pero lo que nunca imaginó fue que ese telefonazo del Warehouse, para que se fuera a laburar con ellos, no sólo le deparó la paternidad del house, sino que lo transformó en uno de los pioneros de la electrónica, y hasta le significó una calle con su nombre en Chicago.

Si bien el término house se usaba para referirse a la música que pasaban en esa discoteca, que no era otra cosa que música disco ignota y post punk zarpado de última generación, la identidad del revolucionario género se definió con el lanzamiento de su primer himno, Your Love. El tema, que ya veía rompiéndola en los clubes locales desde 1984, pertenece al productor y cantante Jamie Principle, pero se popularizó tras la remezcla Knuckles, en 1987. Pese a que en esa época había incorporado la caja de ritmos en los sets que largaba en su propio reducto, The Power Plant, el Padrino nunca abandonó la sensibilidad radiante y hedonista que tomó de la disco, del Salsoul o del Philly Sound en su primera etapa detrás de las bandejas. Cuando Knuckles regresó a Nueva York, a fines de los ‘80, cuando ya se lo reconocía en Europa, creó, junto a David Morales y con la ayuda de Satoshi Tomiie, el equipo de producción y remezclas Def Mix Productions, cuyo trabajo fue requerido por estrellas pop como Madonna. No obstante, a casi una década de la aparición de su primer álbum, Beyond the Mix (1991), que contiene el himno The Whistle Sound, el exponente de 59 años debutó en Buenos Aires, en la Creamfields de 2002, compartiendo grilla con uno de sus fans más conocidos: Hernán Cattáneo (“Cambiaste mi vida para siempre”, posteó el DJ argentino en Facebook). Miguel Silver, otro de sus pupilos locales, fue testigo de esa presentación. “Además de disfrutar de su set, en el que mostró la esencia de su sonido, cumplí el sueño de conocerlo”, evoca el integrante de Urban Groove y Spitfire. “Fue tan grande que Derrick May me contó que fue él quien le sugirió que llamara Strings of Life a su mayor clásico. Su muerte me impactó tanto como la de Lennon.”

El afán por renovar la música moderna de baile, sin que el ritmo se viera perjudicado, fue una constante en las cuatro décadas de camino del DJ norteamericano, que la semana antes de fallecer por complicaciones derivadas de una diabetes tipo 2 ofreció su última performance en el club Ministry of Sound, en Londres.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.