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Te贸filo Guti茅rrez ocupa los ant铆podas de Joel Campbell, el futbolista de la selecci贸n de Costa Rica y el Arsenal ingl茅s, a pr茅stamo en Olympiakos, que compr贸 100 paquetes de las figuritas Panini del Mundial para ver c贸mo hab铆a salido y no se hall贸 en ninguna de las 500 fichus. Por el contrario, Teo rumbe贸 (de rumbo y de rumba, m谩s vale) por todos lados. S贸lo le falt贸 aparecer en los telescopios de los neosatelit贸filos, copando la Luna Roja.
El pistolero de juguete, uno de los pocos que en el pedorro f煤tbol local toman la posta bardera y lenguaraz de la Chanchi Est茅vez y Chilavert, fue tapa de la 煤ltima edici贸n de la imprescindible revista de cultura villera La Garganta Poderosa, puso a River a un punto de la punta con su elegante y sport gol ante Atl茅tico de Rafaela, es el 煤nico delantero inamovible en la selecci贸n de Colombia luego de la s煤per lesi贸n de Radamel Falcao Garc铆a, aparece probadamente en el 谩lbum de Brasil 2014, y viene de meter goles en los 煤ltimos seis partidos de la liga que el NO est谩 jugando en el FIFA 14.
Resistido por la comunidad futbol铆stica argentina, que a煤n recuerda sus trompadas en entrenamientos y su rapidez para desenfundar falsas pistolas en los vestuarios, Teo sigue en el rezago de los cafeteros m谩s goleadores en la historia del club de N煤帽ez: Falcao y el gigantesco Juan Pablo Angel. Pero no obstante su pesadez (evidentes flota-flota los de la contratapa) y esa embolante y detestable manera de quejarse de todo, mostr贸 cierta hidalgu铆a para ponerse a la altura luego de los retos de Ram贸n D铆az (鈥淭eo no entendi贸 lo que es River鈥, dijo RR.DT en noviembre) y para reformarse medi谩ticamente (鈥淣ing煤n ni帽o debe usar armas. Son errores que comete uno鈥, le dijo a Walter Luj谩n de La Garganta Poderosa).
Teo parece ser la versi贸n cristalina de Ren茅 de Calle 13. Si el rapero est谩 demasiado atento a cumplir con todos los buenos y atacar a todos los malos, en una actitud manique铆sta, inocente, facilista y muy redituable, lo que humaniza a Teo es esa capacidad de mandarse cagadas grandes como las caries de sus muelas inferiores izquierdas (otra vez, chequear la tapa de la revi villera) y despu茅s definir como el domingo; boxearse con el tercer arquero de Racing, cuando jugaba en el club bonaerense, y alabar a Riquelme ahora, en River; hacer pintar un fierro de juguete y tuitear pedidos y agradecimientos a Dios/Jehov谩; llamar la atenci贸n sobre Pablo Escobar sin renunciar al reconocimiento del aporte narco en los barrios.
Ins贸lito como en ese pique anterior a la jugada en la que le hicieron el penal que malogr贸 Cavenaghi y contradictorio como para usar una remera camuflada justo para las fotos de una nota en la que habla sobre narcos colombianos, Teo entra帽a la falta de solidez de todo el f煤tbol argentino: entre la sordidez y la clase, la violencia est煤pida y la sinceridad, el para铆so mundialista y el calvario de Avellaneda, el brillo en los fichines y la intrascendencia en el f煤tbol concreto. Entre la nada y la eternidad.
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