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El domingo pasado, MTV transmiti贸 los Millenial Awards 2014, una ceremonia en la que se premi贸, a trav茅s del voto popular, a j贸venes de la Generaci贸n Y, en categor铆as como 鈥淓strella latina en Instagram鈥 o 鈥淎dicci贸n digital del a帽o鈥. Sobre el final, Wendy Sulca subi贸 al escenario para presentar al ganador del 鈥淰ideo viral del a帽o鈥. Se la notaba cambiada: su habitual pollera de flores bordadas, tan t铆pica del interior del Per煤, era notablemente m谩s corta y llevaba una musculosa ajustada con tachas a la altura del pecho. 鈥淐umpl铆 dieciocho y quiero mostrar mi lado m谩s sensual鈥, le hab铆a dicho al diario El Comercio de su pa铆s unos d铆as antes. Sin embargo, hab铆a otro cambio mucho m谩s poderoso ocurriendo al mismo tiempo: no estaba nominada a un premio por un video viral, lo estaba entregando.
Wendy Sulca Quispe canta hace diez a帽os, pero el mundo la descubri贸 hace m谩s o menos cinco, gracias a esa ventana a lo desconocido llamada YouTube. Era una nenita caracterizada al frente de una banda de folklore andino, que se limitaba a repetir letras desopilantes que escrib铆a su madre sobre tomar la teta o cerveza, dos extremos de los que la peque帽a estaba alejad铆sima. Si lo que se ve铆a en pantalla era en serio o en chiste, no quedaba claro. Podr铆a haber sido un detalle menor, pero esa extra帽eza y esa incapacidad de comprender cu谩l era la gracia le daban al personaje car谩cter de 鈥渂izarro鈥. Y en 2009 lo bizarro estaba de moda. Eso era Wendy Sulca: una moda.
Pero, a diferencia de cientos de estrellas infantiles y a semejanza de Miley Cyrus, Wendy comprendi贸 muy r谩pidamente que si quer铆a capitalizar el 茅xito y mantener su trabajo en la adolescencia, era necesaria una transformaci贸n. Empez贸 saliendo de su pa铆s para cantar junto a La Tigresa del Oriente y El Delf铆n Hasta El Fin como tr铆o de freaks en festivales para el tipo de p煤blico que se escuda en el consumo ir贸nico (gente que 鈥渟e r铆e de鈥 en lugar de 鈥渞e铆rse con鈥, en palabras de una maestra de primaria).
Luego fue virando hacia el pop, con covers de Bryan Adams, Madonna y, l贸gicamente, Miley. Su versi贸n en castellano de Wrecking Ball, titulada Explosi贸n, tiene m谩s de un mill贸n de vistas y exhibe una curiosidad: hay m谩s gente que le dio click al 鈥淣o me gusta鈥 que al 鈥淢e gusta鈥. Wendy parece tener clar铆simo que una buena parte de su p煤blico la odia, y quiz谩 por eso provoca, aunque trata de que nadie se d茅 cuenta (en una reciente publicidad de Doritos aparece con toda su inocencia a cuestas, vestida de metalera y cantando Me pongo hardcore). Es dif铆cil encontrarle el valor musical a su repertorio reciente 鈥搈ucho menos personal, arriesgado y divertido que sus primeros temas鈥, pero mientras siga habiendo un p煤blico que disfrute de sentirse superior al protagonista del espect谩culo que consume, parece decidida a aprovecharlo. 驴De qui茅n habla bien y de qui茅n mal esta realidad?
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