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Line Art Fest es otro evento de patente internacional que llega a Buenos Aires dispuesto a arraigarse en la oferta cultural local. Creado en Bergen (Noruega), este festival de arte y música independiente que gira por el mundo con la misión de aunar al under internacional y arengar la cooperación creativa tiene entre los principales atractivos de su debut porteño a la artista de synth pop Molly Nilsson. Pero no será la primera incursión de la cantautora sueca en esta capital, donde ya estuvo en 2014, como parte de una residencia de dos meses que inspiró su EP Sólo paraíso. “Estaba alojada en una casa ruidosa en la que sólo podía grabar de noche, y al final no pude registrar nada”, lamenta por mail la artista de 36 años. “Si bien no fue uno de mis mejores trabajos, la sensación que tenía era más importante. Fue una experiencia que cambió mi vida creativa.”
Aunque seguramente no faltarán los temas del EP con sello porteño (Blue Dolar es una de los tracks que testimonia esa estadía), la cantante, tecladista y productora regresa para presentar su más reciente álbum, Zenith (2015), al que considera su obra maestra. “Será porque es mi último trabajo”, justifica Nilsson, quien después de su participación en el Line Art Fest brindará la próxima semana otro recital en Palermo Club. Y aparte de poner al día su vocabulario porteño, en su reincidencia aprovechará el tiempo al máximo: planea hacer algunos videos y grabar nuevas canciones que sigan ahondando en su synth pop melancólico y romántico, que ya es una marca inconfundible. “La idea es contar las historias que vivo, y confirmar una vez más que vale la pena compartirlas”, asegura.
Nilsson compartirá con Marina Fages, Rodrigo Soler y la dupla Hubieran Estudiado el apartado dedicado a los cantautores del Line Art Fest, que también abarcará danza, fotografía, pintura y DJing. “Estuve tratando de tocar en el festival cuando se llevó a cabo en Europa y afortunadamente consiguió su lugar en Argentina”, celebra esta exponente que grabó seis álbumes. “Me alegra poder compartir el evento con artistas locales. Antes de ir para allá, escuché mucha música argentina de los ochenta y noventa, pero cuando llegué conocí a una gran cantidad de talentos jóvenes que fueron verdaderamente inspiradores.”
Del otro lado del Atlántico, los grupos y solistas nórdicos son la gran sensación del indie y el pop europeo. Sin embargo, la rubia, antes que aprovechar la vitrina, prefirió tomársela hacia Berlín. “Si bien Escandinavia tiene una gran escena musical, para mí todo el mundo es un buen lugar para estar.”
* Viernes 18 en Line Art Fest, C.C. Matienzo, Pringles 1249. A las 21.
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