Seg煤n la Organizaci贸n Internacional del Trabajo, hay m谩s de 12 millones de esclavos en el mundo. Y otras instituciones hablan de casi 4 millones de cautivos en redes de trata. Son espasmos estad铆sticos, huellas borroneadas de un monstruo con alto impacto pero poca prensa. Cien mil mujeres son reclutadas cada a帽o para ser prostituidas, y las m谩s afectadas son las adolescentes y ni帽as.
Sobre ese universo asfixiante se posa Las elegidas, la premiada pel铆cula del emergente cineasta mexicano David Pablos, que cont贸 con producci贸n de Gael Garc铆a Bernal y Diego Luna. El film, que puede verse en Netflix, requiri贸 una exhaustiva investigaci贸n previa que incluy贸 entrevistas con numerosas v铆ctimas, y surgi贸 como una b煤squeda para denunciar: 鈥淓ntrar de esta manera te cambia la perspectiva. Me sensibiliz贸 much铆simo. Me hizo tener claro c贸mo ser铆a la pel铆cula鈥.
Las elegidas, basada en la novela ep贸nima del escritor mexicano Jorge Volpi, narra las redes de trata pero se corre de las escenas de sexo y violencia. Y pone luz sobre el v铆nculo entre un padre, due帽o del negocio, y su hijo, ingresante a trav茅s del reclutamiento de adolescentes para la prostituci贸n. 鈥淣o hay forma de mostrar las escenas de violaci贸n y violencia: no es necesario porque el tema ya es lo suficientemente fuerte. Es m谩s impactante que el p煤blico cree eso en su cabeza, lo comprob茅 al ver la conexi贸n visceral con la pel铆cula鈥, dice Pablos, al tel茅fono desde Los Angeles, donde la presenta en el Festival Hola M茅xico.
Su pel铆cula fue tomada por numerosas fundaciones que luchan contra la trata de personas local o globalmente. Muchas de las v铆ctimas que colaboraron con su creador observan la pel铆cula con dolor, y asienten sobre lo acertado del foco. 鈥淯no de los momentos m谩s gratificantes fue cuando Rosi Orozco, presidenta de la Comisi贸n Unidos Vs. Trata, fue al estreno y me felicit贸, y dijo que no le cambiar铆a nada鈥, dice Pablos, que descree de que el arte cambie las cosas. Y redirige el objetivo: 鈥淓s una herramienta m谩s de tantas. El arte puede hablar de un tema de un modo sensible, humano, y conectar a los que se acerquen, ayudar a hacer visibles ciertas cosas y hablar de los por qu茅.鈥
Entre la crudeza, destaca el trabajo con actores amateurs o primerizos, todos oriundos de Tijuana, para representar bien el contexto del sitio que Pablos quer铆a retratar. Y el final, abrumador: 鈥淪ab铆a que era contundente y que el p煤blico se lo iba a llevar a casa y que iba a incomodar. Es importante eso y dejar el tema abierto, porque aqu铆 no acaba. Y es m谩s fiel a la realidad鈥.
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