Página/12 :: no :: El dicho / El hecho

EL DICHO
“Nunca me gustaron los Beatles. Ahí está. Lo dije. Los Beatles son lo que fueron siempre: la máquina de hacer dinero segura, la opción de las amas de casa. Sus discos son fáciles de escuchar (están bien para los de cincuentipico, pero los Beatles eran chabones que usaban cardigans cuando tenían veinte). Al lado de los Stones, los Who o los Troggs, los Beatles son la cerveza de bajo contenido alcohólico de los ‘60. Pero claro, se supone que uno no tiene que decir esto. Si lo hacés, te linchan en la calle. Cuando una vez mencioné en la Melody Maker que Oasis era mejor que los Beatles, el correo ardió durante meses. Como la Navidad, la Beatlemanía es un negocio vasto y creciente sin ningún sentido, sustentado por los fans entrados en años. La industria del disco está tan en problemas que se apoya en interminables reediciones de ‘Eleanor Rigby’. Let it be... Naked puede que no sea el fin. El próximo podría ser Rubber Soul... Naked. Algún día nos enfrentaremos a Paul McCartney desnudo. Para evolucionar, el pop debe extirparse este cáncer voraz.” Osadas palabras del respetable crítico Dave Simpson en el diario inglés The Guardian, a propósito de la reedición pelada del último disco del cuarteto de Liverpool. La casilla de correo del escriba, por supuesto, volvió a arder de fans enardecidos.

EL HECHO
A última hora del domingo en un escueto comunicado, Raíz –una de las bandas más prometedoras y vivas de la escena heavy porteña– anunció su separación. Luego de dos ediciones (el disco Manteniéndose real y el EP En la línea de fuego), el fin de la banda fue atribuido a las predecibles “diferencias personales”. Sin ánimo de mencionar en voz alta los detalles de esas diferencias, el cantante Javier “Canario” Compiano contó al No: “Para nosotros esto se trata de divertirte, y cuando dejás de hacerlo no tiene sentido seguir. Teníamos que ponernos a componer el segundo disco, y nos dimos cuenta de que por esas diferencias la música no fluía, entonces decidimos cortar por lo sano. Lo que quiero que quede claro es que acá no hay ningún culpable. Simplemente somos diferentes y eso nos hizo decidir no seguir. Era como ir por Rocky 1000 y ya estábamos cansados, pero la separación es en buenos términos”. Quedó trunca una gira latinoamericana, de México a Bolivia, pero el Canario promete volver a escena pronto, aunque pide paciencia. “Lo que más me apena es no haber logrado todo lo que queríamos, llegar a lo más alto. Pero saber que el nombre del grupo en el interior del país se conoce, y ver a pibes con el logo del grupo tatuado, te da cierta satisfacción.” Esta historia, continuará...