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Jueves, 4 de agosto de 2005
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LA BANDA QUE NUNCA VAS A ESCUCHAR

Hoy: Satango, tango satánico

Por Javier Aguirre
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Cualquier parecido con la realidad demuestra lo mal que está la realidad.

El tango ya no es patrimonio de sexagenarios agrios que esquivan cybers y ringtones mientras reclaman que Aníbal Ibarra instale nuevos farolitos en la Ciudad: se ha convertido en el nuevo botín cultural de orquestas adolescentes con bríos rockeros, manejo del Protools, tatuajes de Goyeneche y piercings de calaveras con sombrero y bufanda blanca.

La escena neotanguera ya dio un sinfín de subgéneros: escupitango (con gargajos punk), reggaetóngo (con sabor caribeño), poxitángo (con inhalaciones), tangurga (con murga), tango-chango (con quena y charango), chotango (tango guarango) y hasta tanga-tango (con strippers). Pero la banda que hoy conmueve al inconformista turista nórdico es Satango, que combina el oportunismo del tango joven con las referencias al diablo.

La relación de los Satango con el Príncipe de los Angeles Rebeldes no es de adoración incondicional: practican el llamado “satanismo crítico”. “No somos buchones de Satanás ni ‘sidiablistas’ que le dicen a todo que sí -explica el acordeonista Walicho– sino que cuando el quía hace que no nos cabe, se lo cantamos de una: ‘Che, man, metiste la gamba’; porque el diablo no necesita que lo adoren sino que le digan la verdad”. Esta actitud se aprecia en la milonga Belzebufarra (que cuestiona los supuestos amoríos gay de Mefistófeles), en el tangazo Buenas compañías (que critica el círculo de amistades de Satán), o en el piazzolliano Palometas del averno (que insta al demonio a cambiarse de inmediato su ropa interior).

El recurso favorito de Satango son los mensajes subliminales en grabaciones invertidas, como en su hit Looc onreifni, que si se escucha hacia atrás, deja oír una voz ronca y tenebrosa –similar a la del Coco Basile– que canta: “Como el diablo está canoso,/ muy discreto, cada invierno,/ se tiñe el pelo de rojo. / Lo escuché decir, quejoso:/ ‘No existe un peor infierno/ que Peluquerías Roho’”.

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