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Jueves, 22 de diciembre de 2005
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Lo bueno: Las “recuperaciones” del rock, el Diego y Calamaro

Por Mariano Blejman

Pareciera que para estar bien y que se note hay que haber estado mal. ¿Las causas? Las drogas, el FMI –que es una clase de droga–, las bengalas y..., las drogas, el FMI y las bengalas. No hay muchos otros motivos para caer en desgracia. Como sea, éste fue el año de la recuperación de los festivales, la recuperación del Diego, la recuperación de Andrés Calamaro, la recuperación de la reserva ecológica Pizarro y la recuperación económica: ésas fueron las características “positivas” para los músicos en este 2005, año que dejará de existir indefectiblemente dentro de pocos días.

Si se ponen en una misma bolsa los comentarios sobre la “resistencia” del rock y la vuelta de la festivalitis permanente, ese amplio espectro que enmarca la “recuperación del rock” se lleva un diez por ciento de los votos totales. La recuperación de Andrés Calamaro después de su caída en la hipersensibilidad, en cambio, terminó de plasmarse definitivamente hace unos días: El Salmón pasó del oscurantismo del ‘04 a la fragilidad escénica del Luna Park para llegar a una verborragia locuaz en el último Obras. Su propio disco en vivo se llama así: El regreso.

En ese sentido, otro icono rockero, el omnipresente Diego Armando Maradona, recibió también su ovación desde las tribunas musicales. Los seis votos de “Verlo bien al Diego” (Tuta de Labilly y Juanse usaron la misma expresión) denotan una extraña preocupación de las huestes rockeras por la salud del Diez, acaso influidos por ese espíritu de bonhomía generalizada. Y Gieco votó por la "vuelta" de Mercedes Sosa. Aunque, sin duda, el marco tiene que ver con una sensación de recuperación económica (¡el Pity de Intoxicados votó la cancelación de la deuda con el FMI!). Y, al último, la recuperación de la reserva Pizarro que estaba a punto de ser desmontada en Salta fue una rara coincidencia.

Walas plantea en su doble voto la dualidad de crecer e insertarse en el mainstream: para él fue tan bueno como malo el ingreso de Massacre en el rock oficial. En el orden de las bizarreadas, hubo votos deportivos (“Tomba Campeón” del Goy de Karamelo Santo, “Coco Basile en Boca” de Iván Noble y “Nalbandian ganándole a Federer en el Master” de Los Gardelitos), un festejo a la llegada de Rafaella Carrá, dos menciones a la muerte del Papa (una del propio Adrián Dárgelos), y un alto repudio a Bush (que se constata en Lo Malo). Tal vez ese estado de renovación de la esperanza inspiró a algunos a votar con aire naïf “el amor”, “la vida” o, como sentenció el Toti de Pordioseros, “Que no llueve cuando miro mi ventana y mis amigos”. Haya paz.

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