Página/12 :: no :: Cuatro bandas emergentes de la escena local

	THE TORMENTOS
Uno de los ejercicios más placenteros para una banda de surf instrumental debe ser ponerles títulos a los temas. La música de The Tormentos suena –perdón– crepuscular, balnearia, de estación de servicio (entiéndase gasolinera) rutera y puesta de sol en el desierto rojo. Y los títulos pretenden completar relatos que, al igual que las bandas de sonido de las películas del Lejano Oeste, funcionan como detonadores mudos de un imaginario que alguna vez fue dado por Hollywood y los viajes sobre ruedas. Las canciones de los Tormentos llevan títulos como “Ride sunset devil” y “An evening at Fusco’s”, sugiriendo que la música surf, aun desembarazada de la voz, sólo puede existir en inglés. ¿Sería posible una argentinización del género? “No es nuestra idea”, dice Marcelo, el bajista. “Nosotros tocamos con equipos e instrumentos de la época, nos propusimos hacer surf instrumental con todas las de la ley. La idea era ser puristas, y aunque no pudimos escapar a nuestra alma garagera, no sé si sería conveniente ponerle un bandoneón. Quedaría librado a la experimentación.” El cuarteto (completan Dacho X y Culebra en guitarras y Adro en batería) sacó a la calle siete piezas en el split Go!, compartido con los eximios The Phantom Surfers. Cultores del estilo de The Astronauts, Impalas y Dick Dale, los Tormentos creen que el éxito de los White Stripes y Cía. les genera un espacio interesante. “Hay cincuenta bandas mejores que los Strokes y los Vines dando vueltas por Detroit, pero al menos sirven para que Britney Spears ocupe menos lugar.” Contacto: lostormentos@yahoo.com.ar
	LOS PEYOTES
David XXX, cantante de este quinteto psicotrópico y reverberante, calcula que deben ser la única auténtica banda de garage argentina. “Nosotros somos netamente salvajes y retro”, define, “buscamos los pedales exactos, hacemos la música salvaje que surgió en los sesenta en Tejas, en la frontera entre México y Estados Unidos”. En ese plan de exactitud genérica, Los Peyotes apelan también a las maracas, el trémolo y el órgano Farfisa. “Estos cinco cuates no pretenden cambiar la historia del rock (de hecho, su principal compositor sólo sabe tres tonos): aspiran a ser one hit wonders y ganar exuberantes mujeres”, reza su gacetilla de promoción. La producción independiente Psychotic Reaction destila esa madeja de beat,rhythm & blues, spaghetti western y agogó que aprendieron de bandas yanquis como The Sonics y The Seeds, los peruanos Saicos, los uruguayos Mockers y los argentinos Las Mosquitas, Bingo Reyna, Freddy Solo, Seassons y La Nueva Generación. “Los White Stripes tocan demasiado bien para ser garage”, dice David. “Están más entre los últimos Yardbirds y el primer Black Sabbath.” Mientras en el norte el garage se pone adolescente y chic, en la Argentina la cosa es muy distinta: “El público acá es gente de 27, 28, 34 años, verdaderos motoqueros losers, tipos que viven en la zona sur y que esperan que hagas un cover o pongas una película de strippers. Lo que sorprende, ahora, es que están apareciendo muchas chicas bien luqueadas”. Contacto: peyotes60@yahoo.com.ar
	THE TANDOORIS
Esta banda stone (no rolinga) prefirió saltearse las connotaciones que el ser rockero nacional le atribuyó a Sus Majestades Satánicas. A mediados de los noventa, los Tandooris se llamaban Die Blumen y tocaban algo “medio Pixies”. “En esa época, la mente colectiva empezó a ir al retro. Todos creíamos que éramos los únicos y, cuando nos quisimos dar cuenta, medio mundo estaba en la misma”, recuerda Darío, que enseguida descarga un desembozado alegato del tipo aquellos-años-felices: “No te queda otra salida que mirar para atrás, fijarte en épocas de mayor inspiración. Durante mucho tiempo se le trató de buscar la vuelta, pero evidentemente el núcleo está en los sesenta. La bomba del rock estalló y ahí dejó el agujero. El resto es una onda expansiva que no tiene la misma fuerza”. Darío atribuye ese “esplendor” a la “efervescencia social” de la época. “Ahora hay un achanchamiento mental y filosófico tremendo, no salen dos ideas juntas. Hasta los discos más caretas de la segunda mitad de los sesenta están buenos, incluso los que se hacían para la radio. Creo que en un momento se empezaron a dar cuenta de que no había que usar tantos elementos y empezaron a sacar todo con fritas.” Con su rock sucio y melódico inspirado en los cult The Spuds, los Tandooris ponen en escena la fantasía inconquistable de la máquina del tiempo: “Todo esto es un juego. Jugamos a que estamos en los sesenta. Y nos lo creemos”. Contacto: thetandooris@nofunrecords.com
	ZORROS PETARDOS SALVAJES
Poco después de los Ultrasonoros, los ZPS aparecieron con un surf instrumental primitivo, pervertido y heredado de artistas como Link Wray y los españoles Coronas. “Nos basamos en el surf californiano, pero estamos abiertos a todos los géneros: psicodelia, soul, rhythm’n’blues, garage, bossanova, jazz, etcétera... Todo tocado de manera punk”, dice Julián, uno de los dos guitarristas. Puesto a enumerar influencias extramusicales que comparte con colegas del género, el muy zorro empieza: “Las mujeres, los Chevy Camaro, las motos Gilera viejas, la Siambreta, la revista Fierro, los Hell’s Angels, Stanley Mouse, las películas de terror clase B, las XXX, la ropa psicodélica, las olas y el viento, los dibujos animados, las flequilludas stones, las telas de leopardo, el vino, gaseosas, Benny Hill, el fuego y Sandro...”. A eso habría que sumarles a “todas” las bandas garage de los sesenta, “outsiders, renegados y olvidados por todos, pero no por nosotros”. “In Fuzz we trust”, declara Julián. Con ese lema llegaron a los cinco discos editados de manera independiente, más un sexto en preparación. “En el rock nacional, el género garage y surf instrumental casi no tiene historia”, se lamenta el petardista. “Sólo unos pocos arriesgados como Los Cuatro Planetas, Los Aventureros, Los Seims, Los Bambis, Les Eiffel, Bingo Reyna, Los Trotamundos y Los Pick Ups.” Que en paz descansen. Contacto: zps74@Yahoo.com.ar

Cuatro bandas emergentes de la escena local

Una selección arbitraria de cuatro bandas emergentes de la escena local, en todas sus variantes. Dos de ellas (Zorros Petardos Salvajes y The Tandooris) tocarán en esta edición 2003 del festival B.A. Stomp!