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Dos escritores amigos y la mujer de uno de ellos deciden pasar unos días de campamento en las sierras. Antes de llegar a destino se detienen a pernoctar en un campo al costado de la ruta. Unos hombres aparecen y les piden ayuda para trasladar a una vieja y famosa actriz a un rodaje ya que el auto se les detuvo. Al intentar llevarla se enteran de algo que no deberían y lo que antes creían que era ficción ahora es real.
El final llega de repente con una revelación que los hunde en el misterio. Con Ricardo Tamburrano, Soledad Piacenza, Christian García y elenco. Dramaturgia y Dirección de Bernardo Cappa.
Sábados a las 20, en Beckett tetaro, Guardia Vieja 3556. Entrada: desde $ 40.
Amílcar, Dominique, Boris y Candelaria creen tener ocupas viviendo en el baño de su casa. Poniendo en acción los métodos más delirantes, intentarán sacarlos para obtener ese pequeño y significativo lugar, que les fue usurpado. Una mirada ácida y desopilante sobre la idiosincrasia y el imaginario propio de la clase media. Sol Pavez, su autora, directora y protagonista, comenta: “La obra surge a partir de la necesidad de indagar sobre los lugares, propios o ajenos, y la diferencia que implica pertenecer, formar parte o adueñarse de ellos; y lo común, aquello que se puede elegir construir individualmente o en conjunto”.
Viernes a las 20.15, en el Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1543. Entrada: $60.
Dos años después de la reinvención que significó El día después, un nuevo comienzo para el ex La Portuaria, ya finalizado el retorno de su grupo histórico y al mismo tiempo, un regreso hacia lo alternativo, Frenkel parece haber finalmente logrado encontrar un nuevo lugar para su música. Para el disco anterior encontró refugio en Lisandro Aristimuño, y con Célula es arropado por la banda que formó para salir a tocar El día después, integrada por Lucy Patané en guitarra, Florencio Finkel en bajo y Pedro Bulgakov en batería. Con un inconfundible guiño a la pujante escena alternativa porteña en toda esta última etapa de su carrera, el resultado es deliciosamente homogéneo, despojado y –por supuesto– también rítmico, una cualidad presente en toda la carrera de Frenkel, desde sus comienzos con Clap. Si con aquellos jugaba a ser Peter Gabriel y con La Portuaria fue nuestro David Byrne, Frenkel –sin despojarse de su reconocible fraseo vocal– regresa con Célula a lo básico, a la canción, al cuarteto de rock, sin rock. Y descubre así un lugar propio, que le gusta presentar como “intenso, poético y desprejuiciado”.
Según Ignacia Etcheverry, su pop tiene un sonido orgánico, urbano y futurista. Lo orgánico está en su voz, lo urbano en las guitarras y lo futurista en el sonido electrónico de la música de esta chica del Oeste, nacida en Morón, hija de una profesora de piano, y que se negó orgullosamente a tener una fiesta de quince porque prefirió que le regalaran su primera guitarra eléctrica. Cinco años después del EP debut, Mis manos, Ignacia tiene un disco propiamente dicho, en el que su fanatismo por Björk, Radiohead y Spinetta decanta hasta sonar cercano a lo mejor de Julieta Venegas.
Black Gold es el título original de esta épica histórica que parece salida de otra época, estrenada discretamente en los cines hace unos meses, y su tema es precisamente el Oro Negro: los inicios de la guerra por el petróleo, y por lo tanto de la configuración del mapa geopolítico de buena parte del siglo XX. El director Jean-Jacques Annaud (el de La guerra del fuego, El amante) narra, con un reparto de occidentales haciendo de árabes (Antonio Banderas y el inglés Mark Strong a la cabeza) además de Tahar Rahim y filmando en Túnez y Qatar, la expansión de la industria extractiva en los años ’30 a partir de la historia de la rivalidad de dos sultanes, el capitalista “moderno” y occidentalizado Nesib (Banderas), y el tradicionalista musulmán Amar (Strong), y los hijos de este último, entregados a Nesib de pequeños como prenda de paz. El choque de dos mundos es el eje del relato, sostenido fundamentalmente en la gran actuación del protagonista de la segunda generación, Tahar Rahim, revelación de la francesa Un profeta, y un poco también en la belleza de Freida Pinto.
Bajo este título genérico y poco prometedor se esconde Salmon Fishing in Yemen (Pesca de salmón en Yemen), una historia centrada en una misión improbable pero real que consiste en trasplantar una práctica deportiva que requiere de lagos y ríos (y a sus habitantes con branquias) a prácticamente el medio del desierto. Ewan McGregor es el experto en pesca del gobierno británico Fred Jones; Emily Blunt es la asesora del millonario jeque yemení que tiene la peregrina idea, y que convoca a Jones bajo presión de la secretaria de prensa del primer ministro (una muy graciosa Kristin Scott Thomas), quien busca mejorar la imagen de las relaciones anglo-árabes. Lamentablemente, el guión de Simon Beaufoy (Full Monty) desdibuja las ricas aristas políticas y culturales del libro de Paul Tordoy en que se basa, pero la comedia romántica funciona a la perfección.
Experiencia absolutamente inusual coproducida por el Centre de Cultura Contemporánea de Barcelona, el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, y la Casa Encendida de la Obra Social de Caja Madrid, Correspondencias fílmicas: todas las cartas consiste en el intercambio de “ideas filmadas” entre seis grandes dúos de realizadores en distintos lugares del mundo: José Luis Guerin (Barcelona) y Jonas Mekas (Nueva York), Isaki Lacuesta (Girona) y Naomi Kawase (Nara), Albert Serra (Banyoles) y Lisandro Alonso (Buenos Aires), Víctor Erice (Madrid) y Abbas Kiarostami (Teherán), Jaime Rosales (Madrid) y Wang Bing (Shaanxi), Fernando Eimbcke (Ciudad de México) y So Yong Kim (Pusan/Nueva York). La premisa es la reflexión sobre el cine, pero es el único condicionamiento para los participantes; el resto es un juego libre de afinidades y diferencias: Lacuesta y Kawase intercambian siete “cartas” a partir de un encuentro fugaz en un festival en el que presentaban sus respectivas obras; Serra y Alonso se encuentran con los protagonistas de dos de sus películas previas: Honor de Cavalleria y La libertad. Más información en www.teatrosanmartin.com.ar
Del martes 30 de octubre al domingo 4 de noviembre,en la Sala Lugones, Av. Corrientes 1530.
El escritor británico Graham Greene (1904-1991) ha sido adaptado innumerables veces al cine con suerte diversa, a veces con su colaboración y otras a su pesar. El ciclo ya empezó, pero todavía podrán verse cinco de sus films menos revisitados: este martes 30 es el turno de Brighton Rock (1947), con Richard Attenborough. Los siguientes martes: El fin de la aventura (1955), de Edward Dmytryk, con Deborah Kerr, Van Johnson; Los farsantes (The Comedians, 1967), de Peter Glenville, con Liz Taylor, Richard Burton y Alec Guinness; El factor humano (1979) de Otto Preminger; y El décimo hombre (1988), de Jack Gold, con Anthony Hopkins y Kristin Scott Thomas. Gratis.
Los martes a las 17 y a las 20 en el British Arts Centre,Suipacha 1333.
Parodia del cine y la televisión de espionaje, esta sitcom que llega con un par de años de atraso es uno de los estrenos más raros de la temporada: el Servicio Secreto de Inteligencia Internacional narrado en dibujos animados. Creada por Adam Reed y Matt Thompson, su relato de aventuras y crisis globales queda supeditado al de las bajas pasiones de los empleados de la agencia, sus ambiciones personales, la corrupción y la traición. El temerario, caprichoso, machista y clasista Archer, alias La Duquesa y acaso el mejor agente secreto del mundo, no solo debe lidiar con los peligrosos casos que le asignan, sino también con los no menos complicados que le traen su madre, rigurosa y algo alcohólica jefa de la agencia, Mallory y su ex novia (y compañera de trabajo) Lana Kane, mujer hermosa y letal aficionada al cine porno interracial. A ellos se suman el rígido burócrata Cyril, mayordomo Woodhouse y virtual padre sustituto de Archer, y Cheryl, la incompetente secretaria de Mallory, perdidamente enamorada de su jefa (con la voz de Judy Greer). Una auténtica bizarrada.
Martes a las 22.30 por Sony Spin.
El extraordinario ciclo Filmoteca TV anuncia un nuevo ciclo con unos cuantos largos y cortos argentinos que hasta hace muy poco se creían perdidos. La gran joya de esta nueva colección son doce minutos inéditos del legendario programa El monstruo no ha muerto, de Narciso Ibáñez Menta. La programación incluye: el lunes, El hombre que amé (1947) de Alberto De Zavalía, con Pedro López Lagar y Delia Garcés; el martes, Maleficio: tres citas con el destino (1954) de León Klimovsky, Florián Rey y Fernando Fuentes, con Narciso Ibáñez Menta y Olga Zubarry; el fragmento de El monstruo no ha muerto (1970); el miércoles Perón, la revolución justicialista (una de las entrevistas documentales de Solanas, Getino y Vallejo con el líder justicialista en el exilio); y un programa de variedades para el jueves, con una obra de Nicolás Sarquís.
Del lunes 29 al jueves 1º alrededor de la medianoche, por Canal 7.
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