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Domingo, 13 de febrero de 2011
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Un músico elige su canción favorita: Fernando Kabusacki y “Venus”, de Television

VENUS EN PELO

Por Fernando Kabusacki
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Hoy los videos de Television pueden verse por YouTube, pero la verdad es que no me gusta demasiado ver esos clips, porque de algún modo aniquilan un poco la magia que esa banda –y uno de sus discos y en especial una de sus canciones– ejerció durante mucho tiempo sobre mí, cuando yo todavía no había visto ni siquiera fotos de ellos. Mi tema favorito de Television es “Venus” y significa muchas cosas para mí aunque no pueda decir del todo por qué. Pero sí sé que tuvo esa fuerza desde que lo escuché por primera vez y que había algo, una mística, que tenía que ver con lo que yo me imaginaba escuchando esa canción y mirando una y otra vez, doscientos millones de veces, la tapa del disco de vinilo.

Y si bien no puedo explicar del todo por qué elijo esta canción entre montones de canciones posibles, sí sé que siempre sentí, hasta el día de hoy, que me encantaría tocar la guitarra como lo hacen en “Venus”. Hay algo increíble en el tema; es algo así como el ejemplo de un equilibrio perfecto: es un poquito complejo pero no muy sofisticado, es muy directo pero no es tosco, es delicado pero no demasiado blando; es crudo pero elegante; y hay un desgarramiento en la manera en que lo canta Tom Verlaine, con pasión pero sin necesidad de vomitar ni de revolcarse por el suelo para demostrarlo. Television fue una banda de la movida punk, pero de una fineza increíble, y esta canción en particular tiene una secuencia de acordes sencilla, que tocada de otra manera probablemente no diría mucho, pero tal como está interpretada es impresionante, única.

Television llegó hasta mí de una manera que era muy común a fines de los ’70, cuando yo tenía unos catorce años: por la revista Pelo. Debe haber salido una reseña del disco, Marquee Moon, y yo hice lo que hacía muchas veces cuando leía en la Pelo qué discos nuevos habían salido: me iba a una de las dos o tres disquerías que había entonces en el centro de Rosario, y escuchaba estos discos y a veces me los compraba. Además Marquee Moon estaba, increíblemente, editado acá.

La tapa eran estos cuatro tipos en una imagen sugestiva, y yo sentía que entre su estética y la música que tocaban había una coincidencia perfecta. Como que la música estaba compuesta por el sonido y también por la tapa del disco. Television pertenece a una época que es la misma de bandas como Joy Division o Gang of Four, y tenía su crudeza, pero a la vez es otra cosa por completo; la fantasía que alimentó en mí Television con esa portada y esa canción me quedó muy grabada, y se convirtió un poco en eso que busco en el momento de hacer música: que tenga power, que sea directo y simple, sofisticado pero no pretencioso; ese balance hizo de la canción, para mi entendimiento, el tema perfecto y de Marquee Moon uno de los puntos más altos de una época que hoy sigue siendo uno de los grandes momentos de la historia de la música.

Yo siempre fui bastante intuitivo en mi acercamiento a la guitarra, al menos hasta que empecé a tomar clases seriamente. En los años de Marquee Moon yo tomaba clases con quien podía; con el profesor que encontrara, que por lo general me enseñaba el método Berklee, la guitarra tradicional oficial, ese profesor que te dice “así se toca la guitarra”. Hasta que me di cuenta de que la guitarra no tiene por qué tocarse así y me fui a buscar otra cosa. En esos años, como dije, era bastante básico en mi técnica de guitarra, y no hubiera podido sacar un tema como “Venus”: era demasiado complicado para mí, sus acordes me parecían raros, era como tratar de tocar Schubert, muy complejo. Pero con el tiempo se volvió un tema fundamental y hace un par de años empecé a intentar sacarla; recién puse el disco y me puse a tocar arriba y la saqué como si nada, como si la hubiera tocado toda la vida. Lo siento como un clásico, me resulta más importante que “Escalera al cielo”, un ejemplo de perfección, algo que fue en su momento capaz de conmoverme más que la música de los Beatles incluso.

En cuanto a Television, los seguí un tiempo después de Marquee Moon. Sacaron otro disco, Adventure, que también me impresionó mucho, y no mucho después se separaron. Creo que más tarde volvieron y que hace un tiempo grabaron un disco nuevo; también hay algunos discos solistas de Verlaine buenísimos, pero los perdí de vista; no sé ni siquiera si son los mismos integrantes. No importa: para mí queda aquel disco como una foto perfecta de una época y un lugar, de lo que fue la música que salió de Nueva York a fines de los ’70, de lo que pasaba por el CBGB, y en especial de algo muy auténtico. Verlaine y Television tuvieron el coraje de hacer un disco y tocar de una manera que eran diferentes de como lo hacían todos, incluso sus pares. En eso estuve pensando últimamente: que si hoy hubiera una banda que tratara de sonar así lo haría de manera impostada, como en una pose, como la imitación de un estilo, pero los Television cantaban y tocaban así, porque así es como les salía tocar y cantar, como les salía naturalmente; no estaban buscando un estilo determinado sino que ésa era su música, y ellos eran así, genuinos, verdaderos como pocos.


Fernando Kabusacki acaba de editar el CD Luck, su octavo disco solista, un recorrido por 28 piezas en el que participan, entre otros invitados, Santiago Vázquez, Fernando Samalea y Alejandro Franov. Antes de iniciar una gira por Japón en abril, seguirá presentando Luck en Buenos Aires. La próxima oportunidad será el 4 de marzo en el Virasoro Bar, Guatemala 4328.

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