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Domingo, 28 de julio de 2013
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Un músico elige su canción favorita: Noe Mourier y “Halo” de Depeche Mode

La incomodidad en tu cabeza

Por Noe Mourier
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“Halo” es mi canción preferida de mi disco preferido de toda la vida. En el momento en el que salió Violator de Depeche Mode, yo vivía en Comodoro Rivadavia. Y me acuerdo de que todas las semanas iba a preguntar a la disquería si había llegado el casete de Violator. O sea, si quería comprarlo en CD, tenía que esperar a venir a Buenos Aires de vacaciones. Sólo tenía unos pocos CD: uno de Queen, un par de los Beatles y pará de contar. El resto eran casetes, originales y grabados.

La primera vez que escuché a la banda fue en el ’89, en la FM Z95. Gracias a la misma radio descubrí otras cosas, por ejemplo a New Order. Me acuerdo de que el tema que pasaron fue “Everything Counts”. Yo estaba en Buenos Aires y, antes de volver a Comodoro Rivadavia, me compré 101, el disco en vivo de los Depeche en el que había una versión de “Everything Counts”. Después tuve Black Celebration y, un tiempo después, Violator. Al principio fueron casetes, pero ahora tengo todo Depeche Mode en CD.

Entonces, después de esperar y esperar, por fin un día llegó el casete de Violator a Comodoro Rivadavia. Y fue... ¡guaaauuu! Los Depeche Mode fueron como los Beatles para mí. Además, en esa época generaron un fanatismo distinto del que se daba con otras bandas. Tenía otros amigos a los que también les encantaban. Con The Cure pasaba algo parecido, pero a mí no me gustaban tanto.

A los pocos días ya conocía Violator casi de memoria. Y me empezaron a dar ganas de escuchar “Halo” sin parar. Una y otra vez. Quería ponerlo en repeat, todo el día. Pero como lo tenía en casete, lo que hice fue grabarlo en uno de 60 minutos, de los dos lados, con una doble casetera. Así quedó un casete con la canción repetida seis veces de cada lado. Y entonces yo podía escuchar “Halo” sin parar. Terminaba el lado A y empezaba el lado B, porque se daba vuelta automáticamente. Debe ser la canción que más veces escuché en mi vida.

“Halo” es la canción más oscura de Violator. Y en esa época yo era bastante dark. Comodoro Rivadavia era un lugar frío, había mucho viento, extremo: te volaba, literalmente. Todo el tiempo era todo muy gris. Así que el entorno también era dark. Estuve tres años en Comodoro, por el laburo de mi viejo. Lo que hacía era encerrarme, poner Depeche Mode a todo volumen y tocar el teclado y la guitarra. La pasaba bien: no quería ni ver el sol.

Tenía 14, 15 años. Y hasta ese momento le prestaba atención a la música, principalmente. Pero a partir de ese disco de Depeche Mode empecé a estudiar inglés: me pegó mucho Violator. Quería saber de qué hablaban temas como “Personal Jesus” o “Policy of Truth”. La parte que más me gusta de “Halo” es cuando dice: “I can feel the discomfort in your seat / and in your head it’s worse”. Vendría a ser algo así como: “Puedo sentir la incomodidad en tu asiento / y en tu cabeza es peor”. Es muy gráfica y contundente. Y me encanta cómo va con la melodía.

La letra de “Halo” no hace referencia a algo puntual, aunque parece hablar de una relación. Depeche Mode usa muchas metáforas en sus letras pero, en el fondo, siempre habla del amor. Martin Gore tiene una oscura sensibilidad, una compleja sutileza como compositor. En “Halo” se tomó varias licencias poéticas, son líneas difíciles de descifrar; pero también escribió temas con un contenido más concreto, quizá, como “Enjoy the Silence”.

El video no es de los más conocidos de Violator; lo vi en Comodoro Rivadavia porque allá había algunos canales de cable extraños, como una señal de MTV que llegaba a través de Chile. Entonces teníamos acceso a videos que quizá no llegaban o no eran tan comunes en Buenos Aires. Me acuerdo de que hicieron un especial sobre Anton Corbijn y, entre los trabajos suyos que pasaron, estaba el de “Halo”. Y también me resultó raro, tenía esos elementos que aparecen en sus trabajos: había una especie de circo ambulante, no se terminaba de entender qué representaba. Y estaba “El Hombre más Fuerte del Universo”, que no conseguía quedarse con la chica: ella se terminaba yendo con un payaso.

Vi a los Depeche Mode en vivo las dos veces que vinieron al país, en el ’94 y en 2009. Y las dos veces la pasé bastante mal: la gente gritaba mucho, no se escuchaba a la banda. En cambio, vas a ver a Radiohead y Thom Yorke los hipnotiza a todos: se quedan quietos, escuchando. Pero en los shows de Depeche la gente va a gritar, como si estuviera en la cancha o en un recital de Los Piojos. La banda genera una especie de religión en la gente, que parte del componente místico que tiene su música. Dave Gahan, el cantante, es un arengador profesional. No tengo un recuerdo de que hayan tocado “Halo”, ni en Vélez ni la última vez.

Me encanta volver a escucharla. Me siguen pareciendo terriblemente buenas las programaciones del tema, lo que hacen los bajos, la forma en la que entra la batería. Sigue siendo una de mis canciones preferidas. Tengo varias, pero cuando descubrí “Halo” era muy chica. Y eso te marca para siempre.

Noe Mourier es cantante y guitarrista deCoco, la banda que el jueves 8 de agosto, a las 21, estrena en vivo su esperado disco Negro, con un show gratuito en el Samsung Studio, Pasaje 5 de Julio 444.

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