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Domingo, 6 de febrero de 2011
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A tomar cerveza artesanal

Por Ignacio Navarro

Degustación garantizada

Cruzat: cervezas del país y del mundo

En el centro del salón, la cervezoteca. Es una heladera gigante, de cuatro hojas, y exhibe buena parte de las 150 etiquetas distintas que ofrece este local estilo medieval, en el primer piso del Paseo La Plaza. Son muchas, las suficientes como para organizar la carta de acuerdo con la procedencia de cada una, por provincia o país. La cantidad es una síntesis del espíritu de Cruzat: la mayor variedad y calidad de cervezas artesanales en un mismo lugar.

El vaso no tan frío, la cerveza tampoco. Roberto está a cargo, y no se excusa, más bien arremete, y explica que la cerveza bien helada es un invento –como “el sabor del encuentro”– del marketing de las cervezas industriales para enterrar en el frío toda la tonalidad de sabores que se pueden experimentar al beberla casi natural o, por lo menos, alejadas del 0 grado centígrado. “Se sirve entre 4 y 8 grados”, aclara y presenta una variedad roja, la Indian Pale Ale de Una Más, una de las cervecerías artesanales del momento. En su presentación, una pinta de medio litro ($ 22), convoca la historia de la colonización inglesa en la India, la historia de una invasión en donde era necesario mantener a los soldados llenos de lúpulo y malta, para matar la desnutrición y la sed en un mismo buche.

Un porrón de Duvel cuesta $ 35; la fabrican en un monasterio en Bélgica. Ahumada, con frambuesa, de ají, jengibre o para celíacos; hay chicha de todos los tipos y colores. La Kraken Imperial Stout ($ 19), de origen porteño, imita muy bien la oscuridad de la Guiness importada. Otra variedad negra, la Beider, llega desde Banfield y contiene toques de chocolate. Roberto destaca que muchos productores concurren al lugar a degustar e intercambiar recetas.

Cruzat es el mundo de lo mucho, de la variedad sin fin para poder elegir el estilo que mejor se lleve con el paladar bebedor y, también, probar siempre algo nuevo.

Cruzat, en Sarmiento 1617, piso 1º (Paseo La Plaza). Teléfono: 6320-5344. www.cruzatba.com


Combos y aires celtas

Breoghan: un emprendimiento atrevido en la noche en San Telmo

La producción artesanal de cerveza es una actividad milenaria: habría que remontarse hasta un antes de Cristo impreciso y a las comarcas de la antigua Mesopotamia para encontrar los primeros indicios. La memoria es un animal astuto que regala porvenir; en este caso, a una receta tan antigua que se pierden los rastros de su origen. Hoy, esa misma fórmula, en manos de un grupo de amigos fanáticos de la cerveza y la cultura celta, se transforma en un brew bar sugerente y ameno en un pasaje oscuro de San Telmo.

Breoghan es una invitación a tomar buena birra entre amigos, y a acompañarla con platos ajustados al sano elixir espumoso. Por ejemplo, los langostinos rebozados, rociados con jugo de limón –un bocado crocante envuelve una presa húmeda y sabrosa–, componen un maridaje increíble con una pinta de Breoghan Golden Ale, y realza las condiciones de la cerveza de la casa. El combo corresponde al viernes y cotiza $ 40, el resto de la semana se puede degustar chorizo alemán, rabas, papas con queso cheddar y panceta ($ 22), entre otros.

Juan es uno de los socios fundadores y se jacta ansioso de la producción cervecera de su emprendimiento. Breoghan lanzó su propia línea hace dos años, comandados por Ramiro, un brewmaster de oficio involucrado desde hace más de diez años en cuestiones de maltas y lúpulos. Juan se muestra orgulloso de trabajar con él, porque son amigos, porque tocan juntos la gaita, pero, sobre todo, porque Ramiro logra cocinar una Stout increíble que emula muy bien a otros productos importados, más caros y cada vez más difíciles de conseguir. Es una de sus cervezas favoritas, pero también se entusiasma mucho con ciertas variedades que emplean trigo, en particular la rubia anaranjada Paulaner (alemana, $ 18 el porrón), porque hay que beberla con paciencia y atención para detectar el retrogusto a banana, mezclada con vainilla; es un sabor del final que envuelve la boca en algo que está a miles de años de distancia de lo que pueden ofrecer las heladeras del mercado chino a la vuelta de casa.

Breoghan Brew Bar, Pasaje San Lorenzo 389. Teléfono: 4362-4750. www.breoghanbrewbar.blogspot.com


Alta birra

Buller: referencia inevitable del circuito cervecero

Unos barriles gigantes, plateados, brillan con fuerza en la entrada del local. Llegan hasta el techo, hasta la segunda planta, y son el primer eslabón de una cadena que termina con un vaso húmedo, lleno de sabrosa cerveza refrescante, apoyado sobre la lujosa barra de la planta baja. Buller es producción y consumo en un mismo lugar. Es destacable la voluntad pedagógica que exhiben esta cervecería y su anfitrión, Lito Abruzzi –un Willy Wonka cervecero–, en mostrar y explicar la cinta de montaje oculta tras la producción de cerveza artesanal.

Hace más de diez años, un grupo de ex empleados bancarios y amigos recibe una propuesta de inversión. Dudan, pero finalmente apuestan por el proyecto e inauguran la que es, y será, una de las mejores cervecerías artesanales de Buenos Aires: Buller Brew Bar. Su distinción, que puede apreciarse en la firmeza de los estilos que ofrece, también se registra en los valores de su carta, que están un poco más arriba de la media: las pintas de medio litro salen $ 28 o $ 24 según la variedad elegida. Vale recordar dos cosas, dos elevadores de precio distintos: por un lado, Buller se encuentra frente al Cementerio de la Recoleta y, a su vez, se toma el trabajo de importar maltas especiales desde el exterior para lograr versiones más ajustadas a las recetas originales. Estilos como Oktoberfest o Indian Pale Ale son un verdadero homenaje a sus procedencias al contener maltas y lúpulos provenientes de Alemania e Inglaterra.

En un gesto de generosidad asombroso con los fans de la espuma, una pinta de la negra Dry Stout asegura efervescencia para todo el viaje; son burbujas finas, nitrogenadas, que otorgan cuerpo cremoso a un estilo de alto amargor. Los amantes del dulce pueden dejar que esa noche maneje el colectivero y prenderse como Winnie The Pooh a una jarra de Honey Beer. Hecha en base a miel, suave, es una de las estrellas de la carta y enciende mejillas con sus 8,5 grados de alcohol.

Buller Pub & Brewery Recoleta, en Pte. Roberto M. Ortiz 1827. Teléfono: 4808-9061. www.bullerpub.com


El rincón íntimo

Spangher: la cerveza de la casa en Villa Urquiza

Un poco más lejos del centro, del bullicio de los autos y de avenidas manchadas con luces color neón, el local de Daniel respira con espacio en su esquina de veredas anchas, en un rincón de Villa Urquiza. Fabrica una cerveza artesanal que no tiene nada que envidiarles a los locales más glamorosos. Una foto en blanco y negro, colgada junto a la barra, muestra ese mismo lugar, pero 80 años atrás. Se trata de un viejo almacén y todavía pueden verse, en el piso, las marcas que fueron dejando los miles de clientes al entrar y salir del salón durante todo este tiempo. La barra y un piano de pared completan el cuadro de un espacio antiguo, pero bien conservado. Las mesas al aire libre, a ojo, duplican la capacidad del lugar.

Ex RR.HH. en empresas de grueso calibre, ahora Daniel capitanea Spangher, una cervecería que lleva su apellido. Como gesto de absoluta confianza en el producto que ofrece, y a diferencia de otros lugares, aquí sólo se vende la cerveza de la casa, en sus tres variedades: rubia, negra y roja, todas a $ 15 la media pinta. Once años después de haber abierto, Daniel se queja, un poco, de haberse quedado sin fines de semana para poder estar siempre al frente del local, pero pone un disco de Soledad Villamil y se dibuja una sonrisa enorme en su rostro cansado.

En la carta se destacan abundantes picadas que incluyen quesos frescos –caseros y con rico gusto a leche– que llegan desde el Monasterio Benedictino Santa María de Los Toldos. Bajo la presión insistente de sus clientes, Daniel hace partidas pequeñas de estilos especiales, ensayos de variedades que todavía no se incorporan de forma definitiva a la carta, por ejemplo: cerveza con frutilla. Una rubia suave acondicionada con pulpa de frutilla traída especialmente desde la Patagonia. “Lo de Patagonia no es una frase marketinera. Mi hermano vive en Bariloche y me las trajo hace cuatro semanas”, aclara Daniel, por las dudas, en el volante promocional.

Spangher está en Miller 2901 (esquina T. Le Breton). Teléfono: 4523-3370. www.spangher.com.ar


Fotos: Pablo Mehanna

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