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Empire Falls es la quinta novela de Richard Russo, la que le vali贸 el premio Pulitzer que algunos creyeron que ese a帽o se llevar铆a Las correcciones de Jonathan Franzen, y la que seg煤n muchos cr铆ticos consigui贸 cristalizar como ninguna de sus obras anteriores una visi贸n de la Norteam茅rica imperial a trav茅s de las historias de pueblo chico, de la desaz贸n y frustraci贸n de sus 鈥渓aburantes鈥 de mediana edad, de sus crisis matrimoniales y de los conflictos entre padres e hijos. El propio Russo dijo alguna vez que 鈥渟i hay un tema recurrente en mi trabajo, probablemente sean los efectos de clase en la vida norteamericana. Mis libros son eleg铆acos en el sentido de que son odas a una naci贸n que a veces yo mismo creo que no existe m谩s excepto en mi memoria y mi imaginaci贸n鈥. Y Empire Falls es el pueblo que so帽贸 con el progreso y al que el 鈥減rogreso鈥 le pas贸 por encima, dejando poco m谩s que una estampa espectral de trabajadores desocupados, en la que 鈥渢odo lo que val铆a la pena鈥 pas贸 a engrosar el patrimonio de una corporaci贸n (en este caso, de la matriarcal, villanesca Francine Whiting).
De alguna manera, Russo logr贸 trasladar al gui贸n basado en su propia novela, esa sensaci贸n de Historia grande que da contexto, significado y largo aliento a las diversas historias 铆ntimas de los protagonistas de Empire Falls. Esto es, al gui贸n que le fue encargado por Paul Newman, quien produjo esta adaptaci贸n de algo m谩s de tres horas para HBO el a帽o pasado, y que ya hab铆a colaborado con el escritor previamente, como actor de las pel铆culas Las cosas de la vida y de Crep煤sculo, la primera basada en una novela (Ni un pelo de tonto) y la otra en un gui贸n original de Russo. Puede que en el pasaje a la televisi贸n, el libraco (que hoy es un saldo de 540 p谩ginas por 10 pesos en las librer铆as de Corrientes) haya cobrado cierto efecto de telenovela berreta; pero la salvan casi siempre su reparto de famosos integrado por Helen Hunt, Philip Seymour Hoffman y Robin Wright Penn, y encabezado por el gran Ed Harris.
Empire Falls acaba de llegar a los videoclubes, editada por AVH sin pasar a煤n por la televisi贸n local.
La leyenda negra de los Red Sox, el equipo bostoniano de b茅isbol que desde 1918 hasta el 2004 no consigui贸 ganar la Serie Mundial que fanatiza a tantos norteamericanos, ha inspirado varias pel铆culas, documentales y de ficci贸n. De las cuales tal vez la m谩s simp谩tica de todas sea la reciente Amor en juego, versi贸n libre de la novela de Nick Hornby, Fiebre en las gradas, dirigida por los hermanos Farrelly y protagonizada por Jimmy Fallon y Drew Barrymore. En ella, el protagonista carga con ese trauma y esa frustraci贸n que hasta hace dos a帽os ya aspiraba a centenaria, y que motoriza todos sus conflictos rom谩nticos y hasta existenciales. Algo de eso, en una nota un poco m谩s oscura y m谩s tensa, hay en Game 6, la pel铆cula que Michael Hoffman (el director de Sue帽o de una noche de verano, con Michelle Pfeiffer, y de Lecci贸n de honor, con Kevin Kline) film贸 sobre un gui贸n que el escritor Don DeLillo escribi贸 a principios de los 鈥90. Su protagonista, Nicky Rogan (Michael Keaton), tambi茅n arrastra el estigma fatal de ser un seguidor incurable de los Sox, y todo el asunto transcurre en un 煤nico d铆a en octubre de 1986, el de la final del campeonato que su equipo habr谩 de perder una vez m谩s. Pero hay otro evento concurrente que parece destinado a terminar de definir el aura tr谩gica de la jornada, al menos en la cabeza del pobre tipo: Rogan es un dramaturgo, y esa misma noche se estrena en Nueva York su 煤ltima obra, con la que siente que se juega todo su prestigio. Como una suerte de fantasma de la 贸pera, operando en las sombras, acecha un tal Stephen Schwimmer (Robert Downey Jr.), cr铆tico de teatro muy temido que ya ha pulverizado las carreras de otros dramaturgos. Hacia el anunciado encuentro de Schwimmer y Rogan se dirige Game 6, un largo viaje del d铆a hacia la noche que avanza entre conversaciones de caf茅 y adentro de taxis atascados en las ca贸ticas y sobre todo muy paranoicas calles neoyorquinas, filmadas tres a帽os despu茅s pero ambientadas quince a帽os antes del 11-S.
Game 6 fue editada semanas atr谩s en video y DVD por el sello Quality Films.
Aunque est谩 basada en su propia novela hom贸nima, publicada en el 2000, era inevitable ver en Shopgirl (que va directo al video y DVD por estos d铆as con el t铆tulo Chica de mostrador) un intento de Steve Martin por repetir el esquema que tan buenos resultados le dio a Bill Murray con Perdidos en Tokio (2003): comediante veterano (tambi茅n ligado veinticinco a帽os atr谩s a 鈥淪aturday Night Live鈥) se reinventa con cierto halo melanc贸lico, haciendo pareja con chica encantadora en pel铆cula sensible. Hasta la elecci贸n de Jason Schwartzman (el protagonista de Tres es multitud, de Wes Anderson) como alternativa rom谩ntica de la protagonista parece confirmar esa impresi贸n. Sin embargo, hay varias cosas, m谩s all谩 del dato de que el libro es previo a la pel铆cula de Sofia Coppola, que indican que Chica de mostrador late con (algo de) pulso propio: por ejemplo, que la espigada y algo depresiva Mirabelle Buttersfield, la aspirante a artista cuyos d铆as transcurren detr谩s del glamoroso y fr铆o mostrador de una tienda Saks de Los Angeles, s铆 es encantadora, al menos por momentos y a su muy extra帽a manera, y que la pel铆cula se lo debe enteramente a Claire Danes. O que el sexagenario, pulcro, correcto y por sobre todo multimillonario Ray Porter nunca llega a ser un personaje verdaderamente querible (a diferencia del Bob Harris de Murray) y que 茅sa ha sido probablemente la decisi贸n m谩s arriesgada de Martin como autor y como actor. En alguna cr铆tica norteamericana se le reproch贸 a la pel铆cula el haber sido dise帽ada como un objeto tan elegante, pulido y delicado (y fr铆o) como el mostrador de Saks, y en general tuvo una recepci贸n bastante negativa en su estreno. Pero est谩 claro que en Shopgirl hay, cada tanto, indicios de que existe un Steve Martin mucho m谩s interesante y sincero que el cada d铆a menos tolerable protagonista de las recientes M谩s barato por docena 2, La Pantera Rosa y esos otros bodrios que parecen ser lo 煤nico que Hollywood tiene en carpeta para 茅l.
Chica de mostrador se consigue en una edici贸n de DVD local desde hace unos d铆as.
Josh Lucas es una suerte de arma secreta en un Hollywood que necesita una transfusi贸n urgente: un tipo capaz de interpretar con convicci贸n papeles de acci贸n, dram谩ticos, rom谩nticos, del tipo de los que veinte a帽os atr谩s hac铆a, por ejemplo, Kevin Costner, quien parece no haber tenido relevo. Fue la pareja de Reese Witherspoon en No me olvides y un criminal en Legado de violencia; hizo un d煤o din谩mico perfecto con Kurt Russell en la reciente Poseid贸n y sali贸 m谩s que airoso de un emocionante coprotag贸nico con dos monstruos como Michael Caine y Christopher Walken en Lazos de familia. Por alguna raz贸n, sin embargo, a pesar de su versatilidad no se convirti贸 en una estrella como lo fue Costner a fines de los 鈥80 y principios de los 鈥90: ser谩 porque no hay pel铆culas ni productores que sepan aprovecharlo. Mientras tanto, tal vez a la espera de alguna pel铆cula que termine de revelarlo a un p煤blico verdaderamente masivo, funciona como una gran opci贸n B que hace lo suyo como si todas las pel铆culas fueran buenas y que, por ejemplo, sabe inyectarle dignidad a un papel rutinario como el del coach Don Haskins, protagonista de Camino a la gloria. Que es una de esas pel铆culas de haza帽as deportivas de las que Disney ha producido unas cuantas, y que narra (como su antecesora, Duelo de titanes, tambi茅n del productor Jerry Bruckheimer y con varios de sus mismos lugares comunes) una historia 鈥渞eal鈥, la del inesperado triunfo, en 1966, del Texas Western, equipo de b谩squet universitario integrado principalmente por jugadores negros. El asunto tiene todos los ribetes heroicos de este tipo de producciones, centrada como est谩, mucho menos en la competencia deportiva que en el mensaje que presuntamente la victoria en el juego le enrostr贸 a la racista Norteam茅rica de la 茅poca. Y al archin茅mesis de Haskins, un legendario entrenador de Kentucky llamado Adolph Rupp y jugado con el estilo crispado y la 鈥渏eta鈥 cada vez m谩s masiva y perruna de Jon Voight.
Camino a la gloria fue editada por Gativideo en video y DVD sin pasar por los cines.
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