El
Señor de los Anillos 3: el Reposo del Rey
Fue por estos días y fue todo un suceso: la première mundial de
El retorno del Rey, tercera y última parte de la adaptación cinematográfica
de El Señor de los Anillos, convocó la atención de millones
de personas en todo el mundo, pero no pudo sostener la de un avejentado prohombre
del rocanrol durante sus tres horas de duración. Así lo afirma Liv
Tyler, más conocida como Arwen en la saga, quien asegura que papá
(Steve “Aerosmith” Tyler) se pegó una larga y profunda siesta
durante la proyección. “Se durmió a mitad de la película.
Pero estaba realmente cansado”, lo justificó Liv. Aunque también
aclaró que tuvo que darle algún empujón porque, antes de
quedarse dormido, se dedicó a hacer ruido pasándoles comida a algunos
de los asistentes. La chica no pierde las esperanzas. “El ama lo que yo
hago –se imagina ella– y yo estoy fascinada por lo que él hace.
Cuando lo veo en el escenario pienso ¿cómo hace eso? Es increíble
y creo que a él le pasa algo parecido en el sentido de que no entiende
del todo lo que yo hago y por lo tanto está muy interesado.” Más
allá de las ilusiones de la chica, una cosa quedó en claro: para
Steve Tyler, el estrellato de la nena es un verdadero sueño.
Alma
en pena
En el sitio de compraventa y subastas eBay suelen aparecer varias de las mejores
ofertas de cada semana: gente que vende a su esposa con descuento, señores
y señoras que se entregan a sí mismos al mejor postor, etcétera.
La ganga del día es cortesía de un holandés de la región
de Enschede que vende su alma. Hombre modesto, sin pretensiones de proporciones
fáusticas, sólo quiere algo de dinero a cambio. “Un ideal
e inusual regalo navideño”, propone casi con candidez, en el aviso.
El precio de base es de unos diez dólares, e incluye un contrato con
un “número de almas” para el comprador. Su nuevo propietario
deberá, eso sí, sellar el pacto con sangre, para que el alma se
transfiera automáticamente. El procedimiento, hay que reconocerlo, es
impecable, y lo mejor de todo es que el vendedor asegura que se trata de un
producto “en buenas condiciones, que no ha sufrido ningún daño
serio”.
.