Página/12 :: radar :: Enemigos íntimos

Los fanatismos alcanzan los espacios más insólitos; por eso, no es de extrañar que un grupo de matemáticos se haya convertido al tau, abogando por su consolidación total, en menoscabo del popular pi. “¿Puede un número tener un club de fans y una marca en el calendario para honrarlo y celebrarlo cual santo evangélico?”, se preguntará el incrédulo. Pues sí. Por eso, para dar testimonio de su “fe”, se festeja el “Día de Tau” y, como no podía ser de otra manera, la elección de fecha estuvo asociada a los números. Porque si pi equivale a 3,14 etc.; tau es igual a 6,28 etc. El doble.

Entonces, el 28 de junio (mes 6) fue —lógicamente— la coordenada natural para proclamar por el “enemigo” de la reconocida letra griega que, según algunos conversos, debería desbancar al 3,14 de los libros de texto porque simplifica los cálculos y la resolución de problemas matemáticos. Además, parece, es más preciso y elegante. Cifra pituca, como quien no quiere la cosa. “Cuando uno hace muchos cálculos de matemática moderna, en estadística, trigonometría o integrales, se encuentra constantemente con este número, pi multiplicado por dos, en vez de pi a secas”, argumentó a la BBC Marcus Du Sautoy, profesor de la Universidad de Oxford.

Otros van con las calculadoras de punta a la hora de las explicaciones. Tal es el caso del docente y ex físico teórico Michael Hartl, que —provocador— ha declarado: “Me gusta describirme a mí mismo como el más grande propagandista anti-pi del mundo”. No por nada el hombre es el responsable del “Manifiesto Tau”. “Si uno define la constante de un círculo como la relación entre la circunferencia y el diámetro, lo que realmente está haciendo es definirla como la relación de la circunferencia y el doble del radio; y esa multiplicación por dos te persigue a través de las matemáticas”, explicó el “pastor” numérico que, para su causa, se ha basado en un artículo de Bob Palais, de la Universidad de Utah, que en 2011 señaló que “pi está mal”.

Los seguidores, a la orden del día. Como Kevin Houston, un matemático británico, de la Universidad de Leeds, que ha renacido bajo el símbolo Tau. “Es sorprendente que la gente no haya hecho el cambio antes. Casi todo lo que se puede hacer con pi en matemáticas se puede hacer con tau; pero a la hora de comparar tau gana, es mucho más natural”, aseguró el comprometido hombre.

Aunque padre de la causa, Harlt no deja de sorprenderse con la experiencia de conversión de algunas personas: “Muchos sienten que los han engañado toda su vida; es increíble cuánta gente expresa su desagrado con pi en los términos violentos”. Pues sí, a creer o reventar. En términos matemáticos, valga la aclaración.