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Que la luz, que el diseño, que el recorte, que el eslogan, que la pauta; todas cuestiones que los publicistas atienden a la hora de pergeñar un aviso y lanzarlo al mundo. Sin embargo, una vez solos por las calles, los anuncios están librados a la buena del azar y las compañías poco pueden hacer para controlar algunos giros irónicos que no sólo cambian el mensaje original, sino que hacen justicia poética y lo desvirtúan por completo.
Atento a estos desvíos, el sitio BoredPanda.com recopiló lo que dio en llamar “Las peores fallas de ubicación de publicidades”, un recuento divertido que, entre sus filas, incluye una camioneta con puerta deslizable con la palabra Starbucks que, tras abrirse, se convierte en “Sucks” (Apesta) y el logo cafetero. O el logo de Shell convertido en “Hell”. O avisos con las palabras “Oops” o “Aaaahhhh” situados involuntariamente al lado de crónicas de crimen. Desastres para las agencias, divertidos hallazgos para transeúntes atentos.
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