Es rara Luciana Jury. Canta con una intensidad que hasta puede incomodar y ese canto, esa cara, se corresponde con su traza de gitana de rasgos fuertes, casi de estereotipo. Escucharla es una experiencia nada inocua: en vivo cierra los ojos, muerde las palabras, las estira en fraseos que son como un largo y sinuoso lamento. Todo suena a llaga, herida subrayada. Jury pertenece a la raza de Chavela Vargas, Joplin, Buika, esa clase desbordante en la que la autenticidad de origen puede degenerar en afectaci贸n de estilo. Jury carece de artificios, y si los tiene est谩n disueltos en su propuesta de verdad total. Es como una ciega a tientas siempre a punto de caerse de su voz. Pero no cae y, seguramente, no anda a tientas. Ya dej贸 de ser la novedad y disco a disco perfecciona sus intenciones: lejos est谩 de atemperarse, m谩s bien lo contrario. Como si no hubiera jugado fuerte con En desmesura, su 谩lbum con mayor铆a de piezas an贸nimas en las que rasc贸 la olla hasta llegar al n煤cleo inmaculado del folklore, ahora sac贸 un trabajo compartido con otro barrabrava de la canci贸n: Gabo Ferro. Gabo y Jury se escudri帽aban como dos barcos que se mandan se帽ales en la noche del oc茅ano, hasta que en julio de 2012 chocaron en un concierto de Lisandro Aristimu帽o y empezaron a hablar, sin saberlo, de este disco, El veneno de los milagros: once canciones marca Ferro, voces y guitarras de fog贸n existencial.
Pero antes del encuentro 鈥揺ncuentro proteico: prometen m谩s y m谩s discos鈥 hay una historia que sirve para contextualizar a la Jury. La historia es familiar, se remonta a 谩rabes sin patria, se nutre de cierta bohemia y hace que en el barrio, todav铆a hoy, la se帽alen: 鈥淢ir谩, ah铆 va la que come en el suelo鈥. Jury r铆e: 鈥淓s una leyenda, no es tan as铆. Lo que pasa es que mi padre come en una mesa muy chiquita y baja. Los 谩rabes comen bajito. Cuando yo me fui a mi casa propia compr茅 una mesa como la gente鈥. El barrio es Tortuguitas, la casa queda a seis cuadras de la estaci贸n y pertenec铆a a su abuela, Laura Favio, una mujer clave en la familia, escritora de radioteatros y tremenda influencia para sus hijos Leonardo y Zuhair. Tal vez el personaje m谩s decisivo en el pulso art铆stico del clan, que tiene que ver con el realismo tr谩gico y m谩gico de Zuhair, el desgarro 鈥渆n desmesura鈥 de Luciana y todo lo que sabemos de Favio. 鈥淢i t铆o tom贸 hasta el apellido art铆stico de la abuela, y mi viejo la adoraba. Fue muy importante para todos, yo me mud茅 a la casa donde ella se instal贸 cuando vino de Mendoza, y me hice cargo de un mont贸n de papeles que aparecieron, cuadernos incre铆bles en los que mezclaba recetas de cocina con poemas y reflexiones.鈥
驴Era tan buena como tantas veces dijo Leonardo Favio?
鈥揈scrib铆a de puta madre.
En esa casa de Tortuguitas Luciana Jury vive con su marido Goyo, m煤sico, y su hija de cuatro a帽os, Mora. Dice que trata de perder el miedo y ganar la vereda. 鈥淢e rebelo contra la inseguridad. Saco el banquito y me pongo a tomar mate. Es un barrio precioso, de peones, con casitas sencillas. Y estoy a una cuadra y media de mi viejo. Me gusta la calle: me acuerdo cuando yo era chica, que el fin de a帽o se festejaba en la vereda, como si fuera el patio de todos. Hay que recuperarla.鈥
Su padre Zuhair 鈥揺scritor, poeta, director de cine, guionista de muchas de las pel铆culas de Leonardo Favio鈥 orilla los 80 y todav铆a monta en pelo en las cuadreras de la zona. Tiene una presencia total en el discurso de su hija. Luciana Jury se refiere a 茅l con una reverencia contenida, un Edipo campero que mezcla fascinaci贸n y orgullo. 鈥淢e ense帽贸 mucho. Con el ejemplo, no baj谩ndome l铆nea. Una vez me dijo algo que me qued贸 grabado. Me dijo: 鈥楲o mejor es poder pensar como mujer y como hombre鈥. Y me parece muy piola eso. Me hizo reflexionar. Mi abuela tambi茅n era as铆, de hecho se puso Laura Favio, un nombre femenino pegado a uno masculino.鈥
驴Qu茅 reflexionaste?
鈥揚ens茅 en los mandatos sociales, en la ambig眉edad, en la represi贸n sexual. A m铆 me parece natural la bisexualidad. No tengo ning煤n rollo ah铆. Hay como una idea de que es una posici贸n perversa, 隆y todo lo contrario! Uno se enamora y despu茅s aparece el g茅nero, creo yo.
Va mucho p煤blico gay a tus conciertos...
鈥揈s cierto.
Fue adolescente en los a帽os 鈥90 y anduvo perdida en lo que dice que fue una 茅poca muy fr铆vola en su vida. 鈥淓ra una chica superficial. No ten铆a una gran actitud, lo 煤nico que me interesaba era divertirme. Cuando termin茅 el secundario no sab铆a qu茅 hacer.鈥 Prob贸 con Farmacia, abandon贸; se anot贸 en la Facultad de Psicolog铆a, y se dio cuenta de que le interesaba m谩s hacer terapia que estudiar en la universidad; intent贸 ser trabajadora social... Finalmente, como su madre ten铆a un programa en una radio de Tortuguitas, se inscribi贸 en el ISER y se recibi贸 de locutora. Ahora imposta la voz, como en una publicidad: 鈥溌縃ay algo m谩s artificial que la voz de los locutores?鈥, se r铆e. La locuci贸n es exactamente lo opuesto a sus criterios art铆sticos. Cuando advirti贸 que el desaf铆o era encontrar su voz propia, se le fueron a帽os en el intento. Integr贸 grupos de rock y se fue acomodando donde la iba dejando el destino. 鈥淓l rock me sirvi贸 como actitud, como forma de tomar la m煤sica con libertad. Pero no es mi lenguaje.鈥
驴Cu谩l es tu lenguaje?
鈥揢na mezcla. En mi casa se escuchaba m煤sica del tiempo del jopo, pero sal铆s a caminar por Tortuguitas o por cualquier barrio del conurbano y de las ventanas de las casas sale cumbia. Y est谩 el rock tambi茅n. Soy todo eso, y no soy nada. Hasta que decid铆 tomar el canto como una cuesti贸n de identidad. Yo tengo dos defectos: soy vergonzosa y soy autoexigente. Necesit茅 vivir mucho para cantar y no sentir que me desnudaba. Hasta que lo logr茅 y con algunas canciones, algunas interpretaciones, empec茅 a escuchar una vibraci贸n muy 铆ntima, que te conecta con lo espiritual. Lo sent铆s en todos lados: en la voz, que es el canal, pero tambi茅n en la panza, en la cabeza.
En 2008 Jury sac贸 un disco compartido con el guitarrista Carlos Moscardini titulado Maldita huella. Pero reci茅n en 2011, con Canciones brotadas de mi ra铆z, logr贸 鈥揹ice鈥 lo que quer铆a. 鈥淢e cost贸 parirlo, pero pienso que no fue en vano haber esperado. Para m铆 es un disco cimiento. En desmesura, de 2013, es bien diferente. Vino tras una urgencia personal de pegar un grito. Un grito de conmoci贸n ante la muerte.鈥 Jury refiere a la muerte de Leonardo Favio, ocurrida el 5 de noviembre de 2012. Qued贸 en estado de shock y de repente, como suele ocurrir, se percat贸 de cu谩nto lo quer铆a. 鈥淧ara m铆 era mi t铆o, no Favio. Era el t铆o piola, el tipo que me esperaba disfrazado de mujer, que me llevaba de la mano por la calle. No era el 铆dolo popular, era el que tomaba mate conmigo. Con su muerte me di cuenta de que el tiempo y el amor son los 煤nicos elementos que tenemos en este plano y que debemos hacer arte de cada instante vivido. En desmesura est谩 marcado por mi t铆o, y tambi茅n por mi padre, el bendito que me trasmiti贸 esas m煤sicas an贸nimas. El disco tambi茅n est谩 mechado por joyas contempor谩neas de autores con nombre y apellido: de Violeta e Isabel Parra, de Luis Alberto Spinetta y de Gabo Ferro. Para m铆 ellos son parientes de lo an贸nimo, por la universalidad de sus creaciones.鈥
En aquel disco hizo 鈥淭u amor es como el hambre鈥, de Gabo, y una extraordinaria versi贸n de 鈥淧ost Cruxifiction鈥 de Pescado Rabioso (Luis Alberto Spinetta y Carlos Cutaia), un cover en el que 鈥損ara empezar鈥 reban贸 la m茅dula de la canci贸n: ese riff zeppeliano inolvidable compuesto por Cutaia. Despu茅s le dio una r铆tmica de 6 x 8, que la trasform贸 en una especie de canci贸n peruana. La letra tiene calce profundo en el campo magn茅tico Jury: 鈥淎br谩zame, madre del dolor/ nunca estuve tan sola, en este mundo鈥.
Aquel tema de Gabo fue el canap茅 de lo que vendr铆a. El encuentro con Ferro le sirvi贸 para despejarse y para profundizar la maldita huella. 驴Qu茅 se pod铆a hacer despu茅s de un disco con mayor铆a de canciones an贸nimas, esa sublimaci贸n de cualquier atisbo de ego, casi una decisi贸n zen que en el folklore argentino representa el ideal de Yupanqui, el canto del viento? Gabo Ferro fue un atajo, y m谩s: un camino posible de cara al futuro. Cuenta Gabo: 鈥淐uando la escuch茅 por primera vez algo me reson贸 en el cuerpo inmediatamente. Algo propio que reconoc铆a y desconoc铆a al mismo tiempo. Sent铆 que hab铆a algo en el origen de su manera de interpretar que nos era com煤n. M谩s que conocerla, la reconoc铆. Ella me hace el regalo de interpretar canciones m铆as, de reescribirlas en el aire con su interpretaci贸n. Las de El veneno de los milagros est谩n escritas para ella, para su voz, para su cuerpo, para su modo de traer a este mundo esas cosas que s贸lo int茅rpretes de su tama帽o pueden traer鈥.
鈥淕abo es una luz鈥, completa Jury. 鈥淭iene todas las palabras que yo no tengo. Me siento muy af铆n a 茅l. No trabaja para el confort, trabaja para meterse en las zonas ocultas. Somos almas gemelas, siento familiaridad cuando lo escucho. Me acuerdo de que se fue un d铆a a la costa, creo que a Mar de las Pampas, se instal贸 en medio del bosque, y vino con estas canciones. Yo no lo pod铆a creer.鈥
Luciana Jury est谩 expectante. No es ni una Liliana Herrero punk ni una turista del folklore. La mueve, parece, un ideal. Entre lo individual y lo colectivo, quiere hundirse en los misterios de la canci贸n popular y no sabe c贸mo, pero sabe que 茅se es su destino. 鈥淣o me voy a quedar anclada en ning煤n g茅nero. Voy a estar atenta. Decid铆 relativamente tarde dedicarme a cantar. No s茅 qu茅 estaba esperando. 隆Creo que yo me estaba esperando! Ahora que me encontr茅 no quiero parar.鈥
Gabo Ferro y Luciana Jury presentan El veneno de los milagros el s谩bado 8 de noviembre, a las 21, en el ND/TEATRO, Paraguay 918.
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