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Domingo, 13 de diciembre de 2015
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HELADERÍAS VINTAGE

Por Cecilia Boullosa

CLASICO SUBURBANO

Como las heladerías de antes, mucho antes de que el prototipo de heladería se convirtiese en una suerte de multirubro con cafetería, pastelería e incluso sándwiches, Chinín cierra sus puertas durante la temporada de invierno (desde el 1 de mayo hasta el 1 de agosto). Como las heladerías de antes, tiene bebedero, portacucuruchos de color fucsia y sabores como el marrón glacé, el pistachio y la crema del cielo. Y, también, como las heladerías de antes, es un punto de encuentro obligado para los vecinos en las cálidas noches de verano.

Egidio del Favero nació en Turín, pero se crió en Cibiana de Cadore, en la región del Véneto. En su adolescencia ya vendía sus propios helados por la calles de Mestre, en Venecia, con un carrito que se había armado en su bicicleta. Los caminos de la vida lo terminaron trayendo a Argentina donde en 1964 abrió una pequeña heladería en la esquina de Pueyrredón y Ruta 8, partido de San Martín, que se convirtió en un clásico del barrio. “Seguimos manteniendo la tradición del auténtico helado artesanal”, dice Carlos, que quedó a cargo del negocio junto a su madre Maura, luego de la muerte de Egidio, hace 5 años. “Ya vamos por la tercera generación de clientes, los nietos vienen con sus abuelos”.

A lo largo de los años Chinín se agrandó y remodeló (el proceso puede verse en las fotos que decoran el lugar). Hoy su estilo tiene un dejo kitsch y ochentoso –flores de plástico, vidrios fumé–, y entre sus grandes atractivos incluye un estacionamiento al aire libre para ¡más de 60 autos! que cotiza alto en las noches veraniegas.

Sesenta son también los gustos de helado: notable oferta de frutales –kiwi, higo, arándanos, sandía–, además de mantecol, kinotos al whisky, varios chocolates y dulce de leches y el súper sambayón, uno de los más buscados por los clientes. “Lo preparamos como siempre, bien cargado, con huevo, Marsala y mucha crema”, cuenta Carlos. ¿Precios? $180 el kilo y $50 el cucurucho. La tradición sigue viva en San Martín.

Chinín queda en Pueyrredón 4316, partido de San Martín. Teléfono: 4755-4964. Horario de atención: martes a jueves de 11 a 24, viernes hasta 1:30, sábados hasta las 2.


ENCANTO DEMODE

En la esquina de la heladería Esmeralda hay dos torres gigantes que recién se terminaron de construir. Antes de eso, en el mismo terreno, hubo un estacionamiento. Y antes del estacionamiento, varios conventillos y casonas viejas. Mientras que a pocos metros, la metaformosis inmobiliaria no cesó durante los últimos cuarenta años, la heladería fundada en 1969 por un inmigrante italiano, originario de la localidad de Cibiana de Cadore –famosa por sus gelatos, resultó indemne al paso del tiempo. “Todo está exactamente igual al primer día, cuando mi papá abrió el negocio”, cuenta Roberto Giacín, heredero del oficio. Pequeño y en mitad de la cuadra, si se pasa por la puerta con apuro, el local puede pasar desapercibido: tiene un encanto demodé. Los azulejos bordó, verde inglés y azules. Un cartel que dice “sundae de frutas, postres, casatas”. El bebedero al fondo del local y la enmantecadora trabajando a toda máquina. El helado se prepara todos los días desde cero, orgullosamente artesanal. No hay conservantes ni saborizantes de ningún tipo. “Yo mismo voy a comprar las frutillas, los melones, exprimo los limones”, enumera Roberto. Entre los 35 sabores, se destacan los dulce de leches –que se hierven por más de 5 horas–, el spumone (mousse de chocolate), la perugina (chocolate con avellanas), el sorbete de melón y el refrescante mousse de limón. El sambayón también tiene sus fans. Por apenas ocho pesos se puede añadir un baño de chocolate y el precio del kilo es bastante inferior al de las grandes cadenas: $160. A pesar del anclaje en el pasado, en Esmeralda se hicieron mínimas concesiones a la modernidad. Ejemplo: la incorporación del maracuyá y de la crema Oreo, dos gustos que se impusieron en los últimos tiempos.

Por la calidad de su producto o por su capacidad para hacernos viajar en el tiempo, al menos por un rato, dos buenas razones para darse una vuelta, cualquier tarde, por esta pintoresca heladería de Retiro.

Esmeralda queda en Esmeralda 962. Teléfono: 4312-3928. Horario de atención: lunes a viernes de 11 a 0.30, sábados hasta la 1, domingos de 12 a 0.30.


MEDIO SIGLO DE HELADOS

¿En cuántas heladerías de Buenos Aires se puede tomar un Don Pedro? ¿Y en cuántas otras un lemon champ y un verdadero sundae, alto y vistoso, cargado, de helado, frutas, crema y salsas, como los de los merenderos yanquis de los años ’50? En Venecia, heladería tradicional de Villa Pueyrredón -el año pasado cumplió 50 años-, siguen vigentes todos estos postres/tragos. Y también hay sustanciosos milk shakes, copas heladas -de chocolate y de frutilla-, banana split y tortas heladas.

Ubicada en la esquina de Gervasio Artigas y Obispo San Alberto, en un barrio tranquilo y de casas bajas, Venecia es de esas heladerías old fashioned, con un cartel rojo de neón que se enciende por las noches. En la mesada de color verde se apilan los cucuruchos (y los bienvenidos portacucuruchos), los envases de telgopor, la licuadora, el whisky (marca Blenders, para el Don Pedro) y la máquina para bañar con chocolate el helado, una costumbre que supo estar muy de moda y que conserva muchos fanáticos. La pared muestra alrededor de 60 sabores, con lugar para los clásicos algo demodé -kinotos al whisky, marrón glace o crema de café- y para los que se pusieron de moda recientemente, como el de chocotorta, los frutos del bosque o el maracuyá. El fuerte son los helados preparados cada día en las enmantecadoras a partir de clásicos del mundo dulce, como el riquísimo Alfavanna -que tiene el mismo sabor del alfajor-, el Bananita Dolca, el Mantecol, el Marroc, el Nutella, el Torroncino o el delicioso Ferrero Rocher. Entre los raros, hay vainilla chocolatada y Bailey´s Cream. Amantes del sambayón, acá encontrarán un paraíso: tiene cuatro tipos diferentes, entre los que se destaca el que viene con almendras. Si bien los precios no distan tanto de los de las cadenas -el kilo está a $188 y el cucurucho grande a $43-, en el último tiempo Venecia sumó promociones: todos los días, con la compra de un kilo, va un cuarto de yapa, y los miércoles, medio kilo.

Venecia queda en Av. Gral Artigas 5198, Villa Pueyrredón. Teléfonos: 4572-1054 / 4571-8580. Horarios de atención: todos los días de 12 a 24.


Fotos: Pablo Mehanna

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