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Domingo, 25 de noviembre de 2007
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Casos > La banda punk argentina que Gran Bretaña deportó

Argies Go Home

Por Juan Andrade
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Esta es la historia de los antidiscriminadores discriminados. Estamos hablando de Argies, la banda de punk-rock fundada en Rosario que en agosto pasado emprendió su séptimo tour europeo para presentar Lista negra, una especie de resumen de su discografía. Si bien no son muy populares de este lado del océano, cuentan en su haber con más de 480 recitales en festivales, bares, squatts y antros de todo tipo del Viejo Continente. El miércoles 22 de dicho mes, a las 7 de la mañana, llegaron al puerto de Dunkerque para cruzar el Canal de la Mancha en ferry. Dejaban atrás una seguidilla de fechas en Austria, Eslovaquia, República Checa, Alemania y Francia. El itinerario marcaba que esa misma noche debían presentarse en Sheffield y las siguientes en Chesterfield, Bristol, Londres y Edimburgo. Como rezan las dos primeras líneas del tema que abre el disco, “Bajo el claro de luna”: “Nada hacía pensar / en un día atípico”.

Después de atravesar sin inconvenientes la zona francesa del puerto, la van en la que viajaban los cuatro músicos y el manager de giras se encaminó hacia el control de la policía británica. Fue entonces cuando una funcionaria de migraciones los abordó y les pidió los pasaportes. Con la documentación en su poder, desapareció detrás de una puerta. Parecía decidida a sellarlos, pero algo la hizo volver sobre sus pasos. Cuenta David Balbina, cantante y líder del grupo: “Nos preguntó por qué íbamos a Inglaterra. Le expliqué: ‘Somos músicos. Yo soy argentino, pero tengo pasaporte italiano’. Entonces fue otra vez para adentro y volvió con una credencial con el escudo del Reino Unido, gigante, que le colgaba del pecho. Me preguntó cuál era nuestro contacto en Inglaterra y le di un papel con un mail impreso en el figuraba el nombre de esta persona y el nuestro. Y cuando vio que decía ‘Argies’ se puso verde, no lo podía creer. Empezó: ‘¿Saben qué significa?’. Nosotros contestamos que sí. “No, argies means no England for you’, dijo así, directamente: ‘Argies quiere decir que no habrá Inglaterra para ustedes’. Estaba furiosa, se le salían los ojos de las órbitas. Por más que tuviéramos los pasaportes en regla, nos dijo que ella tenía el derecho de admitirnos o no”.

Mientras que Balbina le había entregado a la funcionaria –A. Archer, según su identificación personal– un pasaporte italiano y otro integrante de la banda uno suizo, los dos músicos restantes y el roadie le habían extendido su pasaporte argentino. La mujer miraba de soslayo a estos últimos y murmuraba: “No estoy contenta con la situación de los argentinos”. Finalmente, los conminó a firmar un formulario en el que constaba que aceptaban ser detenidos e interrogados. Y se tomó cerca de una hora con cada uno para atiborrarlos de preguntas como si fueran sospechosos. “Los basureó, les decía: ‘¿Cómo llegaron hasta acá si son argentinos y no tienen plata?’. A nosotros nos hicieron esperar en el auto, nos llevaron a un dock sin aclararnos nada. Fue larguísimo. Después de ocho horas, vino y nos dijo: ‘Usted y el suizo pueden entrar a Inglaterra, pero los argentinos no’.”

El encargado del área de comunicación de Oui Oui Records, el sello que edita los discos de Argies, Marcelo Plá, presentó una carta para informar lo sucedido a las autoridades de la Cancillería, el Inadi y la Embajada de Gran Bretaña en el país. Allí se puede leer: “Obviamente, no interesaba la sospecha de que estos argentinos fueran a trabajar a Inglaterra o no, lo importante e inaceptable para la funcionaria inglesa era el hecho de que fuesen argentinos”. Y más adelante concluye: “Nos parece, en resumen, que éste fue un grave acto de discriminación desde el Estado de Gran Bretaña hacia ciudadanos argentinos por el mero hecho de ser argentinos”. Una vez que los miembros del grupo regresen al país, podrán hacer una denuncia formal en la Dirección General de Asuntos Consulares.

Balbina admite que, cuando a mediados de los ‘80 decidió bautizar a su proyecto de combat-rock con el término despectivo forjado por los ingleses al calor de la guerra de Malvinas, era consciente de que en algún momento podía pasarla mal. Así lo expresa vía telefónica desde Innsbruck, Austria, luego de haber cancelado los cinco shows en territorio británico y completado el resto del Lista Negra Tour. “Sí, lo sabía. Siempre les decía a mis compañeros: ‘El día que vayamos a Inglaterra, vamos a tener problemas’. Lo que nunca hubiera imaginado es que podían seguir teniendo la sangre en el ojo por lo de Malvinas. Y tampoco que pudiera existir gente totalmente xenófoba como esta mujer. Era la primera vez que íbamos a tocar en el Reino Unido. Suponía que, si alguien iba a agarrársela con nosotros por el nombre, iba a ser algún skinhead o algún fascista durante un show. Pero nunca que algo así podía pasarnos con un funcionario en la frontera.”

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