No hago documentales ni ficciones. Mis pelÃculas son otra cosa.No me interesan mucho los hechos. Son para contadores. La verdad ilumina.
Conozco el corazón de los hombres. Puede sonar pretencioso, pero es verdad.
Soy un profesional. Otros no harÃan lo que yo hago, pero intento ser un buen soldado del cine.
Estaba haciendo una pelÃcula con un elenco sólo de ancianos y uno de ellos se incendió y fue atropellado por un auto. Salió ileso, pero yo quedé tan espantado que le anuncié al elenco que, si todos atravesaban intactos la filmación, me tirarÃa sobre un cactus, solo para divertirlos. Salieron intactos, asà que me tiré sobre un cactus.
No existe una charla confiable en el Sahara.
No sé por qué las personas apasionadas hacen lo que hacen.
Nos preocupamos demasiado en defender a las ballenas o los pandas, pero hay culturas que están muriendo a una velocidad increÃble. Hay más de 6 mil lenguas vivas, muchas de ellas habladas por poquÃsimas personas. Conocà un aborigen australiano que tenÃa 80 años y era el único que hablaba su lengua. Era considerado mudo porque no tenÃa con quién conversar. Ya debe haber muerto, seguramente.
¿Por qué vivo en los Estados Unidos? Porque me casé.
Los Angeles es la ciudad norteamericana con más sustancia cultural. Existe una competencia entre Nueva york y Los Angeles, pero Nueva York apenas consume cultura o la toma prestada de Europa. En Los Angeles se hacen cosas.
No me convertiré en ciudadano de un paÃs que tenga pena capital. Es una cuestión de principios.
Hice una pelÃcula en la que hipnoticé a todo el elenco. Las personas psicóticas no deben ser hipnotizadas.
Respetar a los indÃgenas.
El estudio querÃa que el barco de Fitzcarraldo fuese en miniatura, arrastrado por encima de una lomita de jardÃn, pero yo dije que Ãbamos a subir un barco de verdad por una montaña de verdad, y que serÃa un evento grandioso dentro de una obra majestuosa. QuerÃa que los espectadores pudiesen creer lo que estaban viendo.
Más que en cualquier perÃodo histórico, nuestro sentido de la realidad está gravemente amenazado. Internet y el Photoshop son como los efectos digitales del cine o los videogames: herramientas que surgen con impacto inmediato. Es como las batallas militares. Durante siglos, todas fueron iguales: el caballero medieval en combate, con una espada. De pronto, alguien consiguió un arma de fuego, y de la noche a la mañana todo cambió. Estamos pasando por un momento de igual magnitud.
La escuela nada me dio. Siempre sospeché de los profesores. No sé por qué.
No me pierdo. El sentido de la dirección es una habilidad que le falta al hombre moderno.
El turismo es un pecado. Viajar a pie es una virtud. Apenas la gente entiende que uno llegó caminando, que está tratando de mezclarse con ella y comprenderla, cambia inmediatamente su comportamiento. A pie, uno no es perseguido, ni impedido de usar los recursos ajenos. Y escucha historias que no le fueron contadas a nadie.
Si yo abriese una escuela de cine, obligarÃa a todos los estudiantes a pagarse el estudio trabajando. No en un escritorio, sino ahà afuera, en la vida real. Pagar trabajando de seguridad en una discoteca, o de cuidador en un asilo. O si no viajando a pie durante tres meses. Y también practicando deportes fÃsicos y combativos, como el boxeo. Eso contribuye más a convertirlo en director que tres años en una escuela de cine. Pura vida, como dicen los mexicanos.
Anteojos oscuros. Buenas botas. Binoculares. Y un mosquitero.
Es significativo que ni a los sherpas ni a ningún otro pueblo de montaña se les haya ocurrido escalar el Himalaya antes de la llegada de los aristócratas ingleses, en el siglo XIX. Uno no necesita estar en la cumbre del Everest para apreciarlo. Hablar de conquistar una montaña es una mentira.
No voy a responder a eso. Un diario no es lugar para el significado de la vida. Un diario debe conocer sus limitaciones.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.