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Domingo, 8 de septiembre de 2013
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Fotografía > La muestra Visible/Invisible en el Conti, a 40 años del golpe en Chile

Cuerpos velados

La fotografía bajo la larga dictadura de Pinochet abarcó distintas facetas: dar cuenta de la resistencia y la denuncia de la represión abierta en las calles, pero también la presencia de los artistas populares y hasta de los intelectuales oficiales, rostros golpeados, personas fugitivas. La muestra Visible/Invisible plasma la mirada de tres fotógrafas (Leonora Vicuña, Helen Hughes y Kena Lorenzini) que plantean un cruce entre el más crudo testimonio y la intervención artística de autor.

Por Angel Berlanga
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KENA LORENZINI. SANTIAGO, 1986 UNICA FOTO DEL DICTADOR AUGUSTO PINOCHET SACADA POR LA ESPALDA DURANTE LA JUNTA DE GOBIERNO.

“Los chilenos llegaron con maletas ligeras y recuerdos pesados.” Con ese título, el diario Neue Hannoversche Zeitung daba cuenta, en un artículo de noviembre de 1973, de la llegada de los primeros exiliados en Alemania tras el golpe militar encabezado por Augusto Pinochet, que masacró al gobierno democrático que encabezaba Salvador Allende. La nota se acompaña con una fotografía, que Montserrat Rojas Corradi describe así: “En ella figura una pareja con una niña en brazos. La mujer sostiene un ramo de flores y está con la cabeza agachada, lo que recuerda la famosa Pietà de Miguel Angel. El hombre alto y de mirada melancólica abraza a su mujer e hija. Ellos son mis padres y mi hermana antes de que yo naciera”. Cuenta esta experta en fotografía documental, referente en el rubro en Chile, que haber descubierto muchos años después y casualmente esta foto le abrió las puertas a un mundo de interrogantes y búsquedas. Están claras las imágenes que se impusieron a partir de la instauración de la dictadura, pero ¿cuáles quedaron en la marginalidad y por qué? La muestra Visible/Invisible - Tres fotógrafas durante la dictadura, de la que es curadora-organizadora, podrá verse desde el próximo sábado en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, en el marco de las jornadas “A cuarenta años del derrocamiento de Salvador Allende”.

“Mucho se ha discutido sobre si la fotografía documental durante la dictadura posee un carácter artístico o si es registro puro y duro –escribe Rojas Corradi en el libro que lleva el mismo nombre que esta muestra, publicado en 2012 en co-autoría con Laura González y Mario Fonseca–. Para mí, este trabajo sobrepasa el concepto de registro, pues se aprecian fuertes rasgos autorales: cada fotógrafo tuvo una manera particular de mirar y captar lo que aconteció en la esfera pública y privada. Por lo tanto, cada fotógrafo fue un actor político.” Las imágenes exhibidas corroboran con nitidez su parecer. “Las tres fotógrafas que conforman esta publicación usan el lenguaje denunciante-testimonial y representan así tres miradas, memorias y vivencias del período –subraya Corradi Rojas–. Leonora Vicuña brinda una visión urbana nocturna, entre lo privado y lo público, con un fuerte sesgo autoral que discurre entre lo documental y lo artístico; Helen Hughes redescubre la ciudad a partir de los cuerpos sociales en todos sus movimientos urbanos; y Kena Lorenzini recorre las calles de Santiago colmadas de gritos y furia.”

KENA LORENZINI. SANTIAGO, 1983 JORNADA DE PROTESTA DE PINOCHETISTAS, EN LA CUAL ESTAN PERSIGUIENDO A PROTESTANTE DE IZQUIERDA.

La mayoría de las fotos de Lorenzini son de 1983 y 1984, y dan cuenta de las protestas, las barricadas, la resistencia y, también, la represión. Los carabineros repartiendo palos, llevándose tipos de los pelos. Un muchacho con pasamontañas en la barriada de Puente Alto, Santiago, apuntando a alguien sugerido a partir de la pintada en un parapeto que dice “Parar la tiranía ahora”, y esa misma foto, en miniatura, apoyada contra el marco de una ventana en otro barrio, a través de cuyos vidrios se ve rondando a una patrulla militar. Una protesta de mujeres en la Plaza de Armas, con las bocas tapadas con cintas; otro grupo que pega afiches con retratos de desaparecidos, con la leyenda “Para que la verdad no se olvide”. Asentamientos y chicos: una nena flaquita de pollera ante una barricada de fuego extinguido, que sostiene una nota ante un chapón que reclama “Fuera, Pinochet”. Y más milicos retratados ante un gran afiche con el anuncio de la obra Kafka - El castigo, ilustrado con dos gotones de sangre, y milicos corriendo, también, desbordados por el caudal de una marcha. Lorenzini trabajó durante el pinochetismo como fotógrafa de las revistas Cauce y Análisis, y sus imágenes han tenido mayor circulación, en especial después de terminada la dictadura.

En su registro de aquellos años –o al menos en el recorte que se exhibe–, Vicuña se inclinó por retratos y escenas casi siempre en interiores, fotografías en blanco y negro coloreadas luego con pigmentos o lápices. Predominan, también, las fotos de interiores de bares, con gente escribiendo, algún músico en bambalinas, o parroquianos sencillamente departiendo. Vicuña retrató por entonces a una serie de poetas (José María Memet, Alvaro Ruiz, Jorge Teillier) que contrastan con los rostros rancios que registra en el acto de homenaje en la Biblioteca Nacional a Julio Barrenechea, un poeta que apoyó a la dictadura. “Su fotografía penetra en un mundo en el que estaba prohibido hablar, juntarse y asociarse –apunta Rojas Corradi–. La clandestinidad no corría sólo para los militantes de izquierda: también era una realidad para el intelectual, el que hablaba, opinaba y manifestaba su rechazo ante un sistema impuesto a la fuerza. Las fotografías de Vicuña deletrean ese tipo de experiencias. De lejos, sus imágenes parecen una fantasía pictórica, impensable para la época, pero lo que muestran, verdaderamente, es una realidad oculta, disfrazada en cada fotografía.”

HELEN HUGHES 11 DE SEPTIEMBRE, SANTIAGO, 1984. NIÑA HERIDA POR PERDIGONES CUANDO ABRIERON FUEGO CERCA DE SU CASA EN EL ANIVERSARIO DEL GOLPE MILITAR.

La tercera vertiente de fotos fue tomada por Helen Hughes, una norteamericana que trabajó en la órbita de centros eclesiásticos solidarios, de dar refugio. La primera de sus imágenes muestra, desde lo alto, a la ciudad de Santiago desierta en pleno toque de queda tras el golpe. Llaman la atención, luego, los rostros golpeados de distintas formas: ante la noticia de una inminente “reubicación” (un barrio barrido a favor de algún interés del régimen), o ante la violencia directa de una represión, en este caso en una chica. También es autora de una serie con militares en acción en pleno centro de la capital: parapetados para entrar en combate, apremiando en grupo a alguien obligado a poner sus manos contra la pared, empujando a un detenido dentro de un celular. Hughes registró, además, los funerales multitudinarios del sacerdote André Jarlán, asesinado por los carabineros en 1984: una bala perdida durante un operativo atravesó la casilla en la que vivía y le dio en la nuca mientras leía la Biblia.

Las jornadas en el Conti comenzarán el próximo viernes con la proyección de No, película dirigida por Pablo Larraín y protagonizada por Gael García Bernal, que cuenta sobre la campaña que sirvió para derrotar a Pinochet en el plebiscito de 1988, el comienzo de su fin en el poder. El sábado sobrevendrá una mesa-debate con un recorrido por la historia chilena reciente, con la participación del sociólogo Tomás Moulián Emparanza, la actriz y gestora cultural Javiera Parada y el director del Conti, Eduardo Jozami. Apenas antes de la inauguración de la muestra habrá una charla sobre Fotografía en dictadura, de la que participan la curadora, el fotógrafo Daniel García y Matías Cerezo, coordinador de proyectos culturales del Centro. Se exhibirá, además, un video-reportaje a las tres autoras de las fotos, en el que cuentan sus miradas y experiencias. “En los ’80, las mujeres comenzaron a tener una participación más activa en la vida pública del país –concluye Rojas Corradi en Visible/Invisible–. La imagen fotográfica también registró e incorporó este proceso y su vivencia. Más todavía, la mujer como construcción identitaria puede y debe ser reinventada al mirar, desde la actualidad, la producción fotográfica de las mujeres en el Chile dictatorial.”

Visible/Invisible inaugura el 14 de septiembre a las 18.30 en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, Av. del Libertador 8151, con entrada libre y gratuita.

LEONORA VICUÑA. SANTIAGO, 1980 LA HORA DE LOS POETAS, ALVARO RUIZ, AL FONDO JORGE TEILLIER

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