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Domingo, 8 de septiembre de 2013
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Cine > El director Klay Hall habla de Aviones, o Cars en las alturas

Miedo de volar

Por Mariano Kairuz
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Así como el lugar común con que la crítica recibió a Cars 2 un par de años atrás fue que se trataba de la película con la que Pixar –la compañía que subió el estándar de la animación contemporánea– buscaba vender (más) autitos de juguete, ahora se dice, previsiblemente que Aviones, un film derivado de Cars 1 y 2 (o ambientado “en el mundo arriba de Cars”, como indica su slogan) es la película con la que Disney planea vendernos avioncitos de juguete. Lo cual puede ser absolutamente cierto, pero no necesariamente malo: su mayor argumento de venta de juguetes es que tanto sus autos como sus aviones (y los imponentes paisajes que recorren) se ven espectaculares en pantalla. Inclusive las películas menos buenas de Disney en la era Pixar son visualmente impresionantes.

También se dijo que la historia de Aviones se limita a copiar la de Cars, pero esto no sólo no es así, sino que el “arco dramático” de su protagonista, Dusty, el avioncito fumigador, es el exacto opuesto del de Rayo McQueen: mientras que aquél era el presumido rey de las pistas que, varado en un pueblito norteamericano que parecía detenido en los años ’50, recibía una forzosa lección de humildad, Dusty es el héroe proletario que debe superarse a sí mismo; el modesto trabajador rural que jamás salió de su pueblo del Medio Oeste, pero sueña con ganar altura y competir a nivel internacional con los jets más veloces. “Lo que nos propusimos fue no sólo no copiar Cars, sino justamente hacer lo contrario”, le cuenta a Radar por teléfono el director de Aviones, Klay Hall, animador californiano educado en Disney y curtido en varias de las mejores sitcoms televisivas animadas de las últimas dos décadas, como Los Simpson y Los reyes de la colina. “Es algo que discutimos de manera explícita: crear un personaje que no tuviera en un principio confianza en sí mismo, pero sí el potencial para ir más allá de aquello para lo cual fue diseñado. Una vez que definimos esta premisa, se nos ocurrió que el protagonista debía ser un fumigador, entre otras razones porque estos aviones no vuelan a más de 30 metros de altura, y esto le proporcionaba a Dusty una de sus características principales, una gran vulnerabilidad: el miedo a las alturas. Como parte de las investigaciones que hicimos para la película, entrevistamos a unos cuarenta pilotos de todo tipo, de jets civiles y comerciales, torpederos, helicópteros y hasta globos aerostáticos, y hablando con toda esta gente nos encontramos con que todos los pilotos admiran las habilidades de los fumigadores. Y es que los fumigadores vuelan sin instrumentos, la visualización que hacen es directa: se mira lo que hay enfrente. La mayoría de los pilotos de aerolíneas van a ser los primeros en reconocerte que una vez que despegaron, ponen piloto automático y básicamente dejan que la nave vuele sola hasta que llega al aeropuerto de destino. Mientras que el piloto de la avioneta fumigadora es un profesional intrépido que debe volar rápido y bajo, hacer cortas distancias para luego subir velozmente, darse una vuelta entera y volver a sumergirse sobre los cultivos en un espacio que está cruzado por múltiples obstáculos, como cables eléctricos y árboles. El tipo de vuelo en el que el piloto se vuelve uno con el avión.”

Aviones no es de Pixar sino de Disneytoons, otra compañía alojada bajo el ala de los Disney Animation Studios, que durante años se dedicó a producir secuelas de grandes éxitos destinadas directamente al video hogareño: por ejemplo El Rey León 2, pero también continuaciones impensadas (y no muy sensatas que digamos) de clásicos como La Cenicienta o Bambi. Ahora, bajo la supervisión directa de John Lasseter –cofundador y factótum de Pixar, hoy director de los estudios de animación de Disney–, se está intentando inyectar algo de vitalidad a este departamento... clase B. La mano de Lasseter se hace evidente en algunos detalles secundarios que constituyen la vía de entrada, digamos, más adulta, a un producto esencialmente infantil: así como Cars proponía un comentario sobre la Norteamérica que dio a luz a su generación, sobre la noción de progreso y velocidad que impulsó al país en la posguerra y los ’50, Aviones toca lateralmente un tema afín: la épica fundacional de la Segunda Guerra.

Un personaje secundario, un cazabombardero llamado Skipper (y modelado sobre los aviones de combate f4U Corsair, construidos en 1938 a pedido de la Marina) encarna el mito del heroísmo de los veteranos que fueron al frente y volvieron para contarlo; y un cierto desengaño alrededor de ese mito. “Es una idea que surgió conversando con Lasseter –cuenta Hall–, porque los padres de ambos, el suyo y el mío, fueron aviadores y veteranos de guerra. El de John estuvo en combate, el mío no, pero a ambos nos acercó al tema desde muy chicos y nos llevó a sentir que debíamos hacerlo lo más interesante y creíble posible. Es también un tipo de historia que encontramos durante nuestra investigación para la película: el recuerdo de los escuadrones que van a la batalla y en la que solo uno sobrevive. Es, por ejemplo, el famoso caso de George Gay, que peleó en la batalla de Midway, y cuando su avión quedó inutilizado, observó la resolución de los acontecimientos desde el mar. Si uno le presta suficiente atención a la película, verá que Skipper nunca mintió acerca de las misiones que recuerda de la guerra, porque siempre habla de lo que hizo su escuadrón, nunca declarándose el centro de las acciones. Es real, es algo que ocurrió mucho y fue una de las inspiraciones para nuestra película. Además de, por supuesto, grandes films que vimos para usar como referencia, desde Alas (William Wellman), una película de 1927 que se vuelve increíble cuando uno piensa que se hizo sin efectos especiales, hasta El vuelo del Fénix (Robert Aldrich, 1965); Crepúsculo de las águilas (The Blue Max, 1966) y muchas otras.” “Y por supuesto, la que nos gusta a todos –interviene la productora Tracy Balthazor, imponiendo la marca más generacional de los responsables de la película–: Top Gun.”

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