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Domingo, 22 de noviembre de 2015
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EL CAPITÁN MÁS JOVEN

Por Paul Dourge

A principios del año 1984, a la salida de un recital de Charly García en la Avenida Corrientes, Tweety González me comentó discretamente que Fito estaba buscando bajista para presentar su disco Del 63.

Había oído hablar de Fito por su trabajo con Baglietto y lo acababa de ver en su rol de acompañante de Charly. Se decía de él que era un prodigio de 21 años que escribía canciones de alto vuelo y que aprendía canciones de otros con una velocidad que abrumaba. Al conocerlo comprobé que todo eso era verdad. Pero habría de descubrir mucho mas de él. Fito es un fuera de serie en la música, y además una persona muy inteligente. Mucha rapidez mental.

No recuerdo quien llamó a quien, pero sí recuerdo que nos encontramos por primera vez en un bar que quedaba en la esquina de Montevideo y Paraguay. Fito tomó un té y yo un jugo de manzana. Eso sí lo recuerdo, y lo cuento porque es curioso como funciona la memoria. A veces no me puedo acordar qué plato almorcé el día anterior, pero sí me acuerdo de un hecho insignificante y tierno a la vez. Allí, Fito me contó que me había visto en el concierto de Celeste Carballo en Obras y que quería que fuese el bajista de su banda. Ese recital en el estadio de Obras con Celeste en el año 83 fue mi primer estadio grande. Acababa de cumplir mis 22 años.

Los demos del disco Giros los grabamos en la casa de los padres de Tweety González en Versalles, cerca de la cancha de Vélez, donde tenía armado su estudio casero. En un grabador a cinta abierta, marca Tascam si mal no recuerdo, fue donde grabamos los demos. La compañía discográfica aprobó las canciones y no recuerdo en qué mes entramos al estudio Moebio a grabar. Yo estaba a punto de entrar a tocar paralelamente con Spinetta Jade. Y como Spinetta no tenía mucha frecuencia de conciertos, pudimos coordinar fechas para que no hubiese conflictos en ese aspecto. El ingeniero de sonido para las grabaciones de Giros fue Mariano López y el audio era tremendo. Grabé todos los temas con un bajo Ibanez musician, como el que usaba Sting en esa época, menos para el tema 11 y 6, en el cual usé un Music Man Stingray con púa. El disco Giros no es mi disco preferido de Páez por el sonido de máquinas electrónicas. Las canciones me encantan, pero personalmente hubiese preferido un disco “tracción a sangre” para todos los temas. La batería electrónica la hubiese dejado para los demos y punto.

En aquella primera época éramos unos pibes que sólo pensábamos en divertirnos tocando música, y de paso también en salir de los esquemas que el mundo burgués había planeado para nuestra generación. Eramos cinco amigos. Amigos en el sentido de saber escucharnos, de querer el bienestar del otro, de poder hablarse de igual a igual en el plano personal sin interferencias de egos. Cinco amigos y, entre ellos, un líder que timoneaba su barco cual capitán experimentado. Sólo que ese capitán era un brillante iluminado de 22 años.

BAJISTA DURANTE GIROS, EL AMOR DESPUES DEL AMOR Y EL MUNDO CABE EN UNA CANCION

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