Almendra básicamente ha sido, es y será Rodolfo GarcÃa. Y lo mismo se puede aplicar a Emilio Del Guercio y a Edelmiro Molinari... y a mà mismo... ¿ok?
Luego, esta banda compone y se realiza de manera tal que cada uno de los cuatro integrantes debe exigirse la exposición inmediata (o pausada, o intermitente o latente o bien despiadada) de sus crisis del pensar.
Es un juego en el que se conoce la finalidad que nos puede unir para tocar, o bien para no hacerlo por ahora, o bien ya nunca más.
El encontronazo entre la noción Ãntima y verdadera de la importancia personal y la noción de lo efÃmero de nuestras vidas son los interrogantes primordiales de las búsquedas individuales.
En su espiritualidad, Almendra sucumbe, aunque por momentos vuelve a sonar mejor que nunca.
El mundo exige mutar con la habilidad de la juventud, y sin embargo el reservorio se conserva intacto pese a todo, por siempre.
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