Página/12 :: radar :: Arthur Bispo do Rosàrio

Arthur Bispo do Rosàrio nació en Japaratuba, en el estado de Sergipe, Brasil. Descendiente de esclavos africanos, no se conoce a ciencia cierta su fecha de nacimiento: según los registros de la Marina de Guerra de Brasil, donde sirvió entre 1925 y 1933, nació el 14 de mayo de 1909, mientras los registros de Light –compañía de electricidad donde fue empleado entre 1933 y 1937– sitúan su fecha de nacimiento el 16 de marzo de 1911. Bispo fue considerado un loco y un genio, al punto que su figura se volvió clave para abordar el tema de los límites entre la locura y el arte en Brasil. En 1938, tras un delirio místico, Bispo se presenta a un monasterio que lo envía al Hospital de los Alienados, en Praia Vermelha. Es diagnosticado como esquizofrénico-paranoico e ingresado en la Colonia Juliano Moreira, en Río de Janeiro. Entre 1940 y 1960 alterna períodos en el hospicio con períodos en los que ejerce oficios en viviendas cariocas. A comienzos de la década de 1960 trabaja en la Clínica Pediátrica Amiu, donde vive en una pequeña habitación en el desván. Allí inicia sus ensamblajes artísticos utilizando materiales rudimentarios para construir miniaturas, como navíos de guerra y automóviles, además de varios bordados. En 1964 es vuelto a internar en Colonia, donde permanecerá hasta su muerte. La producción de Bispo es prolífica y compulsiva. Ropas, sábanas bordadas, herramientas, cacharros y objetos cotidianos de todo tipo se ordenan y clasifican en una secuencia excesiva y abrumadora. Bispo confecciona archivos gigantescos a base de objetos que recolecta y ordena, y también de palabras que borda sobre telas como una plegaria repetitiva. Sus obras parecen guiadas por la voluntad de componer una totalidad ordenada reuniendo fragmentos y desechos del mundo. El horror vacui está presente en toda su producción, así como cierto sentido decorativo trash. Sobre la vida y obra de Bispo se han realizado películas, libros y piezas teatrales. En 1989 se funda la Asociación de los Artistas de la Colonia Juliano Moreira, que tiene por objetivo la preservación de su obra y alberga el Museo Bispo do Rosàrio. El artista muere en Río de Janeiro, el 5 de julio de 1989.