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"Perdimos porque el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Di Pollina no estaba en Santa Fe". El lamento se escuchaba aún ayer en los pasillos oficiales, a horas de la primera y resonante derrota política del gobierno de Hermes Binner, en la Legislatura. Después de una pulseada de meses, el PJ se alzó al final por apenas un voto (34 a 33) con la mayoría de la comisión bicameral de Acuerdos que conserva desde hace 24 años, aunque en los últimos 16 la manejaron dos operadores de Carlos Reutemann: el ex diputado Mario Esquivel (primo hermano de Lole y premiado ahora con un cargo de vocal del Tribunal de Cuentas) y el ex senador Joaquín Gramajo Benavides (designado en un cargo judicial en Tostado). El triunfo del PJ fue interpretado como un paso atrás del ala más dura del gobierno y un avance del sector blando y negociador en el que algunos ubican al jefe del bloque de senadores del Frente Progresista, Juan Carlos Zabalza y a varios legisladores radicales.
La queja por la ausencia de Di Pollina se explica: el PJ tiene en la Asamblea Legislativa un voto más que el oficialismo: 35 a 34, pero en plenario del jueves que definió la comisión de Acuerdos faltaron dos legisladores, uno por cada sector, por lo que el resultado final fue 34 a 33. "Si estaba Di Pollina empatábamos 34 a 34 y ganábamos con el voto de la vicegobernadora", especuló una fuente de la Casa Gris. Una factura política para el presidente de la Cámara de Diputados que puede tener consecuencias en el futuro.
El 33 a 34 le sirvió al PJ para conservar el control de la comisión de Acuerdos que seguirá integrada igual que en los últimos 16 años: siete legisladores del Frente para la Victoria (los senadores Ricardo Kauffmann, Juan Carlos Mercier, Ricardo Spinozzi y los diputados Jorge Lagna, Victoria Ramírez, Mario Lacava y Alejandra Vucasovich) y cinco del Frente Progresista (el senador Federico Pezz y los diputados Joaquín Blanco, Pablo Javkin, Gabriel Real y Marcelo Brignoni). Ya no habrá un ultrareutemista en la presidencia como Esquivel o Gramajo Benavides, pero el cargo será para Kaufmann, que alguna vez pasó por el gabinete de Lole como ministro de Educación y ahora volvió al Senado como representante del departamento Garay. Pero hay más: Mercier, Spinozzi y Lagna revelan también el peso político que los seguidores de Reutemann tendrán en la comisión en la que vaya paradoja habrá un solo socialista: el diputado Blanco. El vicepresidente será un radical, el senador Pezz: un premio consuelo.
La pulseada por el control de la comisión de Acuerdos comenzó a poco de que los legisladores comenzaran su nuevo mandato de cuatro años, en diciembre último. Una pelea por el poder. La comisión tiene doce miembros: ocho diputados y cuatro senadores. El Frente para la Victoria propuso desde el primer día mantener la representación de los últimos 16 años: tres senadores del PJ y uno del oficialismo y cuatro diputados para cada sector, con lo cual conservaba su mayoría: 7 a 5.
Los voceros del Frente Progresista entre ellos Zabalza replicaron que el triunfo de Binner había cambiado el signo político en la provincia y propusieron repartir la comisión por mitades (seis y seis) y alternarse en la presidencia. La contrapropuesta fue rechazada por el PJ
El descuerdo provocó un empate político que se tradujo en el fracaso de las Asambleas Legislativas que la vicegobernadora Griselda Tessio convocó en las últimas semanas para tratar los pliegos de tres jueces que habían sido enviados a la Legislatura por el ex gobernador Jorge Obeid antes de despedirse de la Casa Gris. Otra paradoja política.
En las Asambleas anteriores, los legisladores de Binner optaron dejarlas sin quórum. Pero el jueves, acaso para evitar el papelón de que los pliegos quedaran aprobados en forma ficta, optaron por bajar al recinto y afrontar el debate, a sabiendas que faltaba Di Pollina.
En el debate, el jefe del bloque del diputados del Frente para la Victoria, Luis Rubeo (h) insistió en la posición histórica del PJ: la comisión debía integrarse como siempre, con tres senadores de la mayoría y uno por la minoría y cuatro diputados por el oficialismo y cuatro por la oposición. Desde el Frente Progresista, Zabalza volvió sobre la idea de una representación por mitades: seis y seis y una alternancia en la presidencia. El resultado ya estaba cantado: el PJ ganó 34 a 33.
Hubo que esperar después un cuarto intermedio de cuatro horas para que los legisladores vuelvan al recinto para votar los tres pliegos que habían acelerado la definición política: la jueza Margarita Sismondi (Civil y Comercial de Reconquista), el camarista de Juan Manuel Oliva de Rafaela y el juez Virgilio Pallud, también de Reconquista. Los dos primeros fueron votados por unanimidad y en el último, el PJ se dio el lujo de abstenerse a pesar de que lo había enviado Obeid.
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