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La convocatoria de Hermes Binner a las fuerzas de la producción y el trabajo para analizar el impacto de la crisis financiera en la economía real de la provincia colmó ayer el salón Blanco de la Casa Gris. El gobernador ratificó su compromiso de preservar el gasto social y las obras públicas para contribuir desde el Estado al ciclo económico, pero pidió a los empresarios que no despidan trabajadores. "Es imprecindible la defensa del trabajo, porque esa es la gran diferencia entre estar o no estar en el sistema. Aquel que tiene trabajo puede ganar poco, en general nadie está conforme con lo que gana, pero es una situación cualitativa muy diferente a no tener trabajo", enfatizó Binner. El debate posterior resultó polifacético y por momentos con alto voltaje político, pero hubo aportes concretos: la CGT entregó a Binner un documento con cinco propuestas para obligar a las empresas a utilizar "el proceso preventivo de crisis" antes de enviar los telegramas de despidos, y la viceministra de Trabajo, Alicia Ciciliani anunció que el jueves, en Santa Fe, el ministro de de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, se reunirá con los ministros del área de todas las provincias del país para analizar la coyuntura.
Binner abrió la asamblea con definiciones sobre la crisis. "Estamos muy preocupados por la situación que vive nuestra sociedad, que tiene raíces muy profundas en el mundo globalizado, donde a fines del siglo pasado asistimos al derrumbe de un modelo que pretendía que el Estado lo podía todo y hoy asistimos al colapso de un sistema que pensaba que lo privado lo podía todo", dijo el gobernador. Y reinvindicó su posición política que intenta articular "el trabajo conjunto de lo público con lo privado".
Planteó la necesidad de "dialogar, buscar puntos de acuerdo y abordar la problemática que hoy tenemos con la suficiente profundidad como para entender lo que está pasando, ponernos de acuerdo y trabajar en forma común para morigerar sus efectos". Fue allí donde anunció el compromiso de preservar las inversiones públicas de su gobierno en el área social ("en diciembre de 2001 vivimos momentos muy difíciles que se pudieron superar gracias a haber priorizado el gasto social", dijo) y las "obras públicas que hemos proyectado en función de mejorar, no sólo la calidad de vida de los santafesinos sino también de dar trabajo".
El gobernador planteó también su "preocupación por la defensa de la empresas santafesinas generadoras de empleos, bienes y servicios. Es necesario defender nuestras empresas, nuestras producciones, nuestras industrias. Generar la mayor defensa posible para que todos aquellos que dan empleo tengan el respaldo necesario para que sigan produciendo".
"Es imprecindible la defensa de las fuentes de trabajo. Por eso hemos puesto a los ministerios de Trabajo y de la Producción a buscar alternativas que permitan que no haya despidos y si hay una situación eventual tratemos de postergar lo máximo posible (las cesantías o suspensiones). Una semana más de trabajo, es una semana más de esperanza. Y si esto se puede concretar sería un hecho altamente positivo para nuestra sociedad. Porque tener o no tener trabajo es la gran diferencia entre estar o no estar en el sistema. Aquel que tiene trabajo puede ganar poco, en general nadie está conforme con lo que gana, pero es una situación cualitativa diferente a no tenerlo", insistió.
Binner aprovechó también para pedirle a los legisladores nacionales (sólo estaban en la asamblea, el senador Rubén Giustiniani y la diputada Verónica Benas) distintas acciones para que Santa Fe "recupere lo que le corresponde", dijo. Hablaba de recursos: la devolución del 15 por ciento de la masa coparticipable que la provincia aporta al Anses, que este año será 2.142 millones de pesos; la coparticipación del 100 por ciento del impuesto al cheque que hoy es del 30 por ciento (lo que significaría aumentar los ingresos de la provincia de 222 millones a 519 millones de pesos por este rubro) y los Aportes al Tesoro Nacional los famosos ATN que le sacan a Santa Fe 100 millones de pesos y sólo devuelven entre 5 y 6 millones de pesos. "La provincia no pide nada más que lo que le corresponde, esto no significa ninguna exacción a nadie", sostuvo Binner.
Más adelante, las cinco centrales sindicales de la provincia presentaron al gobierno un documento con propuestas para evitar los despidos. "Esta película que ya hemos vista varias veces y hoy lamentablemente se repite", dijo el líder de la CGT Santa Fe y diputado del PJ, Alberto Cejas. Y apuntó a la multinacional General Motors, aunque sin nombrarla. "Esta es una coyuntura que nos cuesta creer, que a sólo 20 o 25 días que se haya desatado esta crisis internacional, que no la provocaron ni este gobierno ni los empresarios, ya haya llegado a Santa Fe y golpeado tan duramente como para que cierto grupo empresario pretenda despedir 500 trabajadores la semana pasada. Y cuando hablo de ser solidarios, me refiero a esos sectores".
Cejas le pidió a Binner que utilice todas las herramientas que tiene a su alcance la provincia para "resguardar las fuentes de trabajo de miles de santafesinos" y citó como ejemplo, el "proceso preventivo de crisis". "Demasiado ha sido el esfuerzo que hemos hecho los trabajadores, como para que ahora miles de familias queden en la calle. Nosotros entendemos que la provincia puede ayudar y mucho. Creemos que si hay un diálogo honesto (con las empresas) vamos a poder sortear esta crisis. De lo contrario, no vamos a tolerar absolutamente ningún despido".
La viceministra de Trabajo, Alicia Ciciliani, ponderó el aporte de las centrales sindicales de la provincia para evitar despidos. "Mañana mismo vamos a estar en contacto con ustedes", les prometió. Y anunció que el jueves el ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada estará en Santa Fe para reunirse con sus colegas de todas las provincias del país. "Vamos a tratar todos los instrumentos que la Nación está pensando en utilizar en esta emergencia", concluyó Ciciliani.
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