Página/12 :: rosario :: Con una "perversidad sin límites"

El juez santafesino José Manuel García Porta, que procesó a José Luis "El Colorado" Baroni por el crimen de la docente Alejandra Cugno, consideró ayer que "hubo perversidad sin límites" en el hecho y que además "hay claros indicios de violación". En la resolución, el magistrado acusó a Baroni de rapto, abuso sexual con acceso carnal, homicidio doblemente agravado por alevosía y criminis causa, robo y defraudación especial, por lo que podría ser condenado a reclusión perpetua. Además, el juez consideró que Baroni "planificó" el hecho, ya que "tenía conocimiento previo de la docente, sabía el trayecto que ella realizaba diariamente entre San Jorge y Cañada Rosquín", por la ruta 66, donde hizo dedo y Cugno lo levantó el pasado lunes 6 de julio.

En su fallo, el juez destacó que las fotografías tomadas al cuerpo de Cugno "son elocuentes de la perversidad del imputado", al tiempo que agregó que la mujer fue violada anal y vaginalmente.

Para el juez "el homicidio es agravado por alevosía, con traición y astucia, sobre seguro y tomando a la víctima totalmente desprevenida e indefensa, sin peligro para el agresor; premeditación en un alevoso plan; y criminis causa, ya que su decisión fue darle muerte y asegurarse su impunidad".

En su resolución, García Porta detalló que "Baroni llevaba un cuchillo y cintas de poliéster, pues tenía pensado abusar sexualmente de la mujer" y dijo que la engañó "ocultando los elementos y, mediante fraude, logró desviar la marcha del auto, diciendo que necesitaba ir a un campo de la zona". En la reconstrucción de lo ocurrido, el magistrado determinó que "luego, Baroni le hizo detener su marcha, la introdujo en el baúl del auto, la mujer gritó y pateó desde adentro y se dirigió por caminos vecinales hasta donde consumaría sus acciones macabras".

"Una vez en el sitio elegido, el campo entre Landeta y Las Petacas, donde había una tapera, escombros y un aljibe de unos cuatro metros, la dejó totalmente desnuda y para concretar sus bajos instintos, no obstante la resistencia de la mujer", detalló.

Para el juez, "en ese momento le dio muerte por acción traumática con un objeto contundente en la región frontal derecha". Tras ese ataque, el cuerpo de Cugno fue arrojado al aljibe donde fue hallado el viernes 10 de julio. El borde del aljibe estaba roto debido a que arrojó sobre el cadáver trozos de cemento y ladrillo, "para tapar el agujero y que no se vea el cuerpo sin vida".

Luego de deshacerse del cuerpo, "el colorado" se apoderó del auto, las ropas y pertenencias de la docente y las fue tirando en distintas zonas rurales para despistar a los pesquisas. También se llevó del teléfono celular de la víctima, que luego vendió, según la reconstrucción del hecho que realizó el juez.

García Porta hizo constar que el acusado "admitió inmediatamente la autoría del hecho" pero "dijo que no la accedió carnalmente y aseguró que la muerte se debió a la caída de la víctima, cuando se resistía a ser violada". Sin embargo, tiene "indicios firmes" para concluir que la violación fue consumada.

Cugno desapareció el lunes 6 de julio, cuando volvía de su trabajo en una escuela de Cañada Rosquín hacia su casa en San Jorge, las dos localidades del departamento San Martín. La madre realizó inmediatamente la denuncia y luego de intensos rastrillajes policiales, la policía encontró diversos elementos que Baroni le había sustraído. El mismo viernes 10 de julio que encontraron el cuerpo, Baroni fue apresado en San Justo.

Cómo cometió Baroni el crimen de la docente

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