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Después de una semana en la que los cortes de luz rompieron el humor, la voluntad y la paciencia de muchos rosarinos; desde el Sindicato de Luz y Fuerza, sus equipos de trabajo e investigación dan su mirada a las razones de la que es una suerte de crisis estructural. La falta de interés en cuanto a gestionar con eficiencia la empresa, el retiro de personal de alta calificación y los permanentes esfuerzos orientados a la privatización de la Empresa Provincial de la Energía, una tarea que comenzó durante la gestión del gobierno de Víctor Félix Reviglio (1987 1991) y fue seguida por la mayoría de los mandatos siguientes, explican la estructura actual de la EPE que en palabras del secretario general del gremio de Rosario, Alfredo Romero, "no está bien". El sindicato saludó la descentralización provincial que organizó el gobierno de Hermes Binner a través de nodos, pero está preocupado porque esta medida no se refleja en la empresa provincial, por lo que la compra de un cable o la reparación de veredas, en Rosario, se aprueba en Santa Fe y puede tardar hasta dos años. Necesidad de planificación de inversiones y de desarrollo urbano, falta de un comité anticrisis que pueda prever las dificultades estacionales con la suficiente antelación para no correr detrás de la demanda y posibilidad de que la EPE pueda tomar créditos a tasas y plazos razonables "que la empresa está en condiciones de pagar", se señalan como ítems imprescindibles desde la dirección del sindicato.
Alfredo Romero asegura que la EPE "no está bien" y que sería descabellado decir otra cosa. Por eso recuerda que el trayecto para llegar a esa descripción comenzó con el gobierno de Víctor Félix Reviglio en el intento de privatizar la empresa, "un objetivo que fue
perseguido por varios de los gobiernos que siguieron". Ese objetivo generó una situación que se relacionó directamente con la desatención de los gobiernos en "gestionar la empresa con eficiencia...Y si desde ese momento se hubiese intentado dar un servicio acorde a los usuarios, seguramente no se estaría en la situación actual", dijo Romero. Pero todo intento de gestión fue orientado hacia otra cosa". Pasó un tiempo más hasta que el 28 de diciembre de 1999 se sancionó la ley de privatización de la empresa aunque ese proceso nunca llegó a destino por varias oposiciones, entre ellas opina el sindicato, por la oposición sindical y de otros sectores de la población que sabían lo que representaría para los santafesinos esa privatización, "tal como sucedió con Aguas Provinciales de Santa Fe cuando pertenecía a los capitales franceses, que recaudaron y recaudaron y cuando hubo que hacer inversiones se fueron". De ahí en más Romero puntea lo sucedido con la empresa que fue sometida "a una fuerte desinversión" a lo que se sumó el retiro de personal "muy calificado por la experiencia y los años dentro de la empresa".
En el rubro recursos humanos Romero señaló que se produjeron "muy pocos ingresos" durante el gobierno de Jorge Obeid y también señaló que se hicieron inversiones pero que no siempre alcanzan. Ya en el gobierno de (Hermes) Binner "se produjeron ingresos importantes en el área de distribución pero hay que esperar que esas personas adquieran el entrenamiento y la experiencia necesarias". El momento es apropiado para que insista en recuperar la escuela de formación de la ex Agua y Energía que fue desguazada. La derogación de la ley privatizadora
cuya licitación tuvo pliegos que se calificaron de poco atractivos llegó el 14 de diciembre de 2006, aprobada por unanimidad en la Legislatura provincial con la sola abstención de Alberto Castellani (UCD).
El gobierno socialista anunció una inversión de 1.000 millones de pesos en cuatro años para la distribución de energía eléctrica para los santafesinos "que nos parece importante, pero no sabemos si será suficiente", dijo Alfredo Romero a Rosario/12 . Pero el problema de la EPE, para el gremio, tiene otras aristas, tal la de que es una empresa totalmente centralizada con una gran ciudad en la provincia, que es Rosario "con 420 nuevos edificios construidos en los últimos años y tal vez el acompañamiento eléctrico no fue proporcional a esa construcción, ...Lo que queremos decir es que vimos muy bien la iniciativa del actual gobierno de regionalizar la gestión, aunque en la Empresa Provincial de la Energía se sigue funcionando con una centralización muy importante en la ciudad de Santa Fe. Entonces, todo se debe autorizar en la capital provincial y seguimos con atraso".
La convicción de Romero tiene que ver con que si se reflejaran en la EPE los 5 nodos Reconquista, Rafaela, Santa Fe, Rosario y Venado Tuerto , se podría dar respuestas en el menor plazo posible a las necesidades de la ciudad. Tal vez un ejemplo rutinario brinde una idea de la complicación de que tantas decisiones deriven hacia Santa Fe: un trámite tan sencillo como es el que se refiere a la reparación de veredas se solicita en Rosario pero lo autoriza la gestión con el llamado en Santa Fe, luego se adjudica en Rosario, una curva enorme en tiempos y formas con lo que es fácil imaginarse lo que sucede con las grandes obras. Entonces, trabajos que se pueden hacer en 5 o 6 meses se duplican en los tiempos. "Todo lo que usted necesita para hoy o ayer lo tiene de acá a un año", se dice. Así existen pedidos de tendidos de cables de media tensión realizadas hace 2 años y que aún esperan su decisión. No hay relación con las urgencias.
Luz y Fuerza Rosario describe la estructura de la EPE como la diseñada para 20 años atrás y a la vez como una "empresa manejable, para no tener problemas si se hace la planificación necesaria", aunque también se marca que los niveles directivos no reciben planes de contingencia consistentes. Uno de los puntos más importantes en la enumeración de necesidades es la constitución de un comité de crisis a partir del que se establezca cómo prepararse para las variables estacionales y que no encuentre a la EPE con un déficit de cuadrillas de trabajo.
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