Pablo Cococcioni (foto), el abogado de treinta años, que ayer Rosario/12 anunciaba como el nuevo director de la cárcel de Coronda, se presentó en sociedad. "Es un desafÃo pero con un panorama que no me sorprende, porque conozco la población penal, la unidad y los empleados, y este es un buen punto de partida", señaló antes de "apostar al diálogo con los internos" y rechazar la mano dura. Anunció también que el subdirector Miguel Chialvo, denunciado por los internos, "está de licencia".
-¿Cuál es el análisis que hace sobre la unidad penitenciaria que le toca dirigir?
-Aquà ya hay una historia, y si bien hubo un pasado muy problemático, hay que decir que hoy por hoy la unidad viene funcionando más o menos bien, tenemos buenos jefes, buenos empleados, y ya se viene trabajando con una polÃtica de diálogo con la población penal. Esto es grande y uno puede pensar que mete miedo, pero hay que ir a lo que uno conoce. La unidad es grande y difÃcil, lo que implica un desafÃo, pero de ninguna manera caemos en ayunas: este es un lugar donde hemos trabajado mucho tiempo.
-En Coronda hay un blog redactado por los mismos internos del penal. Justamente allà habÃa objeciones al director saliente Gabriel Zelante, y al subdirector Miguel Chialvo, a quien identifican con una postura de mano dura. ¿Va a permanecer en funciones este jefe o forma parte de la renovación de autoridades?
-Recién el lunes asumÃ, asi que estoy con el personal que habÃa. Recién estoy gestionando la transición. En este sentido tengo que decir que no va a haber cambios abruptos, pero tengo que aclarar que en estos momentos el subprefecto Chialvo está de licencia, y después se irá evaluando su situación. No vamos a arrancar con grandes cambios, sino que vamos a pensarlo como una continuidad. Con respecto a la mano dura, quiero reafirmar que nuestra polÃtica es la del diálogo permanente con el interno, siempre teniendo en cuenta que este es un lugar difÃcil, y obviamente hay muchas situaciones que provocan tensiones. Por eso el desafÃo inmediato es ir bajando los decibeles e ir logrando un lugar de convivencia con un mÃnimo de tolerancia y las cosas que hay que ir solucionando las iremos trabajando.
-¿Cuáles son sus objetivos de trabajo?
-Son tres: en relación con la población penal continuar con una polÃtica de diálogo permanente con los internos, tratar de minimizar los efectos de las relaciones tensas y de situaciones de violencia. Ahora en relación al personal penitenciario, son trabajadores y hay que respetar sus derechos. En este sentido queremos que estén bien, cómodos y bien atendidos en su lugar de trabajo, y que sientan que somos un equipo de trabajo en el que todos buscamos lo mismo. En cuanto a la infraestructura de la unidad pretendemos asegurar las prestaciones mÃnimas, que los servicios esenciales funcionen y progresar de a poco.
-La Coordinadora de Trabajo Carcelario ha redactado un informe con el número de muertos en cárceles y dependencias policiales, que ha provocado polémica. Algunos de esos muertos corresponden a la cárcel de Coronda, ¿Cuál es su análisis sobre el punto?
-Mire, hay que ser un poco realistas: a nadie le gusta que se le muera alguien en la unidad que dirige por lo cual es un tragedia, asi sea un solo interno el que muera en todo el año. Después si lo miramos desde un punto de vista más amplio, con perspectiva histórica, hay que ver cuánta gente se morÃa hace cinco, hace diez o hace quince años atrás, y cuánto importaban esas muertes. Acá las situaciones de violencia son una preocupación de la dirección, de los empleados y de esta gestión.
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