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Desde Santa Fe
Un acto en la Casa Gris se convirtió ayer en el primer cruce electoral entre Hermes Binner y uno de los anotados para sucederlo a fin de año, el intendente de Rafaela y precandidato del PJ, Omar Perotti. La puesta oficial era por la apertura de ofertas del acueducto Desvío Arijón, que en una primera etapa demandará una inversión de 220 millones de pesos para llegar a Santo Tomé en cuatro años, en 2015, y promete extender un segundo tramo hasta Rafaela, en el futuro. "Estamos cumpliendo las promesas de llevar agua potable a toda la provincia", dijo Binnner. Pero el discurso del gobernador molestó a Perotti, quien cuestionó la demora en promover la obra, dijo que la inversión prevista para este año era de sólo 20 millones de pesos y explicó que el proceso de adjudicación se llevará otros cuatro y cinco meses más hasta que comience el movimiento de suelos. "Es decir, que este gobierno se va a ir sin colocar un solo metro de caño de acueducto", tiró Perotti, irritado porque ningún funcionario de Binner le supo decir cuándo el acueducto podría llegar a Rafaela, si antes o después de 2015.
La ceremonia se realizó en el salón Blanco, donde el gobernador abrió los sobres con las propuestas económicas para construir el acueducto Desvío Arijón Sauce Viejo Santo Tomé, en 42 meses. Se presentaron seis ofertas de uniones transitorias de empresas, varias de ellas por debajo del presupuesto oficial de 220 millones de pesos. "Todos los habitantes de la provincia tienen que tomar agua segura y de esta forma estamos cumpliendo con ese derecho", afirmó Binner. Lo acompañan su ministro de Aguas, Antonio Ciancio y su elegido para sucederlo y ministro de Gobierno, Antonio Bonfatti. En frente, en la primera fila, estaban otros dos aspirantes a la Casa Gris, el intendente radical de Santa Fe, Mario Barletta y Perotti, entre otros.
Binner ubicó la obra como parte de "un plan para garantizar el derecho al agua en toda la provincia. No puede ser que Santa Fe, con 800 kilómetros de costas sobre el río Paraná, tenga problemas de agua. Todos sus habitantes tienen que tomar agua segura y de esta forma estamos cumpliendo con ese derecho", dijo. Y explicó por qué había desactivado, en 2007, la licitación de los grandes acueductos que el gobierno de Jorge Obeid pretendía realizar en toda la provincia con una inversión de 1.800 millones de pesos. "Era una obra que por su escala marginaba a todas las empresas provinciales y la mano de obra que podíamos aportar".
Ahora, el proyecto se hará por etapas para que las obras puedan ser realizadas por empresas santafesinas. "Si nosotros no fragmentábamos los trabajos hubiera sido difícil encontrar una empresa que pudiera abordar un emprendimiento de esta naturaleza", dijo Binner. Y dijo que no necesariamente habrá que esperar hasta 2015 para iniciar la segunda etapa del acueducto hasta Rafaela si se pueden "conseguir créditos o algún beneficio de la Nación".
Tras el acto, Perotti no ocultó su molestia con Binner, a quien criticó por licitar un acueducto de 220 millones de pesos y destinar apenas 20 millones para este año. "Se abren los sobres de las ofertas en febrero y todo el proceso de adjudicación va a llevar cuatro o cinco meses más. Es decir, que este gobierno se va a ir sin colocar un solo metro de caño. Y además, habrá que esperar 42 meses para que el acueducto llegue a Santo Tomé. Entonces, los dichos tienen poco que ver con los hechos", se enojó el rafaelino.
"Como representante de una región en la que venimos batallando por el agua desde hace muchísimos años, y no sólo con este gobierno, sino con los anteriores, habíamos encontrado en la gestión de Obeid una alternativa que proponía llevar agua a Rafaela en tres años. Y ahora vemos que en los próximos cuatro años recién vamos a llegar a Santo Tomé", planteó Perotti. "Vemos que Rafaela está sólo en el dibujo, en los papeles, pero hoy nadie nos supo decir cuándo se podría hacer el tramo que nos incluye", concluyó.
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