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Walter Pagano, el represor denunciado por su participación en los centros clandestinos de detención Quinta de Funes, La Calamita, Fábrica Militar de Armas, La Intermedia y Escuela Magnasco, fue detenido ayer por la policía provincial luego de ser identificado por los hijos de otro represor, Eduardo "Tucu Constanzo. Para apresarlo, los hijos del Tucumano exhibieron una orden de detención firmada el 6 de abril último por el juez federal Nº 4 Germán Sutter Schneider. Pagano -quien revistaba como personal civil de inteligencia del Ejército- estaba en la Iglesia Nuestra Señora de la Misercordia, de San Luis y Oroño.
Todo ocurrió a las 20.20 cuando la hija de Constanzo identificó a Pagano como uno de los fieles que asistía a misa en la iglesia Nuestra Señora de la Misericordia. Rápidamente llamó a la policía y dos hombres de la Brigada Motorizada se hicieron presentes, tras lo cual también arribó su hermano Eduardo, agente de la policía provincial. La mujer exhibió una orden de detención firmada por el juez federal Sutter Schneider el 6 de abril, por lo cual los uniformados procedieron a demorarlo. A los pocos minutos llegó un patrullero y lo retiro del lugar. Al arribar el fotógrafo y el cronista de Rosario/12, Pagano optó por cubrir su rostro con un pañuelo, su campera, sus manos y hasta con un celular, mientras ascendía al móvil policial, haciendo gestos en señal de repudio a quien intentaba retratarlo.
Eduardo Constanzo relató a este diario que "lo vimos en las escalinatas de la iglesia y pedimos ayuda a la policía porque tenía orden de detención en la causa de Pascual Guerrieri, donde también está imputado mi padre. Agregó que "lo reconocimos de inmediato porque a pesar de sus sesenta años está igual, solo se saco los bigotes". De igual modo reveló que pidió su detención porque "quiero que se haga justicia, porque la justicia debe ser para todos no tan solo para mi padre. O sea tiene que ser para todos iguales o nada, porque si no también mi padre podría caminar por la peatonal como lo hacen todos". Según Constanzo "hay muchos en la condición de Pagano que también camina libres por Rosario. Y adelantó que "no tendría problema de pedir su detención si lo encontrara".
Pagano habría "ejecutado" al niño Enriquito Imhoff con un único golpe de karate en 1983, pero sospechosamente la declaración no existe en el expediente. Hasta ahora Walter Pagano nunca fue llamado a declarar ni estuvo detenido cuando el juzgado federal ordenó ya el procesamiento de otros nueve detenidos por delitos de lesa humanidad.
Pagano está señalado por Gustavo Bueno -que revistaba en el Destacamento de Inteligencia Militar 121- como quien ejecutó en 1975 al abogado Felipe Rodríguez Araya y también está sindicado por otros testigos en relación a su actuación en al menos dos causas abiertas en la justicia Federal, la que investiga los secuestros, detenciones y torturas que operaron en la Fábrica Militar de Armas Domingo Matheu y en la Quinta de Funes.
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