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Miércoles, 22 de agosto de 2012
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El gobernador y la intendenta presentaron el programa Mi tierra, mi casa

El Estado en su rol de urbanizador

Se trata de dos terrenos adquiridos por la provincia. Uno está a la altura de bulevar Avellaneda al 4200. El otro se llama Parque Habitacional Ibarlucea. Prevén adjudicar las primeras unidades hacia fin de año. El Concejo debe aprobar las urbanizaciones.

Por Luis Bastús
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En total, Provincia y municipio están invirtiendo aquí 200 millones de pesos.

El gobernador Antonio Bonfatti y la intendenta Mónica Fein presentaron ayer el programa Mi tierra, mi casa, destinado a lotear 84 hectáreas fiscales en el norte y el sudoeste de la ciudad, para 2000 familias de sectores medios que no posean terreno ni vivienda. El plan también ofrece financiamiento blando del Banco Municipal para la compra de los materiales necesarios para la construcción de un núcleo básico adonde el grupo beneficiario pueda mudarse para recién entonces comenzar a devolver el préstamo. Los adjudicatarios pueden elegir entre unos modelos prediseñados de vivienda, pero la dirección y ejecución de obra correrá por cuenta de cada uno. Estos saldrán sorteados entre los solicitantes anotados en el registro único de la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo. Prevén adjudicar las primeras unidades hacia fin de año, si el Concejo Municipal aprueba sin demoras las ordenanzas que habiliten las urbanizaciones proyectadas y que autoricen al Banco Municipal a disponer de esa línea de créditos por 100 millones de pesos.

Dos loteos. El plan con el que Bonfatti y Fein se reinstalaron ayer, y por sorpresa, en la agenda pública consiste en dos inmuebles adquiridos por la provincia. Uno está a la altura de bulevar Avellaneda al 4200, al oeste de la vía del ferrocarril Belgrano. Son 18,5 has delimitadas, en el este, por esa línea férrea, y las calles Cisneros (al norte), Larrea (al oeste) y al sur la vía del ferrocarril Mitre. Allí proyectan subdividir en 580 lotes de entre 150 y 180 metros cuadrados, y en un rango de precios de 30 a 40 mil pesos. El 38 por ciento de ese predio quedaría reservado para uso comunitario: traza de calles, espacios verdes, y efectores futuros como centro de salud, comisaría, y escuela. Las calles serán de ripio, menos Felipe Moré y Aborígenes Argentinos, que tendrán pavimento porque por allí ingresará el transporte público. El secretario de Hábitat, Gustavo Leone, precisó que se ha previsto la construcción de una planta de ósmosis inversa para abastecer de agua potable, y la instalación de 4 subestaciones transformadoras para el servicio eléctrico. Y reparó en que ambos refuerzos mejorarán la prestación de agua y luz en el vecindario circundante.

El segundo loteo se llama Parque Habitacional Ibarlucea (PHI). Son 66,2 has, en la llamada Zona Cero, comprendidas entre la avenida Granel (acceso de ruta 34), calles Bello, Cullen y Ugarte, Tres Sargentos, límite del municipio y canal Ibarlucea. De allí saldrán 1420 terrenos de 300 metros cuadrados cada uno. Aquí el trazado de calles y equipamiento comunitario reserva el 48% de la superficie. La EPE instalará 6 subestaciones transformadoras, y Assa construirá otra planta de ósmosis inversa. Las calles serán enripiadas, menos Cullen y Ugarte y Morrow que serán pavimentadas para los colectivos. Tanto en este desarrollo como en el Avellaneda Oeste, el desagüe pluvial será por zanjeo y las cloacas, mediante pozos individuales.

Precio de oferta. El precio de cada lote, que incluye el costo proporcional que insumirá proveer la infraestructura de servicios, oscila entre 30 mil y 60 mil pesos. "No hay aquí especulación inmobiliaria; esto pone en evidencia la diferencia entre el valor de mercado y el valor de la tierra con infraestructura que el Estado asigna a una política de viviendas para sectores medios", ponderó el secretario de Hábitat. Por caso, expuso el caso del PHI, donde los adjudicatarios pagarán por su terreno entre 50 y 60 mil pesos, mientras que enfrente, un desarrollo privado los comercializa desde los 30 mil dólares.

"Aquí el Estado cumple el rol de urbanizador y genera una opción al mercado privado. El precio estipulado servirá para el repago de la inversión pública de manera de continuar a futuro con otros emprendimientos", explicó el funcionario. La provincia tiene previsto generar 3000 lotes más en otros inmuebles propios dentro del ejido rosarino, y replicar esta modalidad en localidades aledañas como Villa Gobernador Gálvez y Granadero Baigorria.

Quiénes califican. Para acceder al programa Mi tierra, mi casa, son requisitos no poseer ni vivienda ni terreno, constituir una familia conviviente y poseer ingresos demostrables. "Se asignarán por sorteo público, sobre la base del Registro Unico Permanente de Vivienda (Ruip), de la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo", señaló Leone. Bonfatti apuntó: "Hoy hay unos 13 mil inscriptos, de los que 9 mil son considerados pasibles de tomar este crédito". La Municipalidad enviará esta semana al Concejo los proyectos de ordenanza para autorizar ambas urbanizaciones y para darle el OK al Banco Municipal que active la línea crediticia. "Una vez que se aprueben las ordenanzas, informaremos de qué manera la gente puede anotarse", calmó Leone. El gobierno espera poder adjudicar los lotes de Avellaneda Oeste a fin de año, y en los primeros meses de 2013 los terrenos del PHI.

De los 2000 lotes, el 40% se sorteará entre afiliados a gremios y empleados de empresas radicadas en los respectivos distritos municipales de cada emprendimiento. El 60% se asignará a la demanda general del Ruip, y dentro de este conjunto, un 10% se reserva para familias con un miembro discapacitado y otro 10% para personal de fuerzas de seguridad.

El adjudicatario deberá pagar su lote con un anticipo del 15% al 25% del valor, y el resto en 36 cuotas sin interés. Y deberá empezar a construir a partir de 6 a 12 meses de haber firmado el boleto de posesión. La construcción dependerá de cada familia. Podrá elegir un modelo de casa entre un menú de prototipos diseñados por la DPVyU, a partir de un núcleo básico de 30 metros cuadrados entre baño, cocina y estar comedor, luego extensible a futuras ampliaciones. Para edificar esta base, el Banco Municipal dispondrá una cartera de 100 millones de pesos para prestar créditos de 50 mil a 75 mil pesos cada uno, suficientes para la canasta de materiales inicial. Este préstamo se financia a 10 años, con 6 meses de gracia. Estiman que cada cuota, en un crédito de 50 mil pesos, rondará los 750 pesos mensuales. Eso, sumado a la cuota promedio de uno de los terrenos, representará un pago mensual de alrededor de 1200 pesos, según la estimación oficial. Para esto, será menester demostrar un ingreso mensual de 4000 pesos como mínimo.

La devolución del préstamo para materiales de obra tendrá un interés fijo mensual y en pesos del 12% en los primeros 3 años, y luego a tasa Badlar más 3,75%.

El crédito del Banco Municipal no es obligatorio. Los adjudicatarios de los lotes podrán costear los materiales por su cuenta si así lo desearan, aunque siempre dentro del plazo exigido por la DPVyU para construir y habitar. Incluso, señaló Leone, un beneficiario de este plan luego puede ir en busca de un crédito del programa nacional Procrear. En cambio, quienes ya posean un terreno privado, aunque no tengan vivienda, no podrán aspirar a uno de estos préstamos del Banco Municipal.

"En total, Provincia y municipio están invirtiendo aquí 200 millones de pesos, con tierras adquiridas oportunamente y con infraestructura y servicios garantizados, con la posibilidad de que cada vecino pueda extender su casa. Esto es construir ciudadanía", definió Bonfatti.

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