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Con sólo indicar que el 52 por ciento de los hogares santafesinos no posee gas de red, o que de los tres millones doscientos mil habitantes, un millón cuatroscientos mil carecen del recurso, alcanza para graficar la situación deficitaria en la materia. Sin embargo, el socialismo trae entre manos un proyecto para crear una empresa del Estado que hará de subdistribuidora de gas natural para llevarle bienestar social a las localidades del norte y a parte del sur provincial. Afirman que la iniciativa se tratará en sesiones extraordinarias ni bien arranque marzo, y que el apoyo de la oposición y del sector industrial está asegurado al menos en sus fundamentos. En cuanto a los números de inversión se propone un fondo solidario de los actuales usuarios, pero el desarrollo depende del avance del gasoducto GNEA, el cual está en manos del gobierno nacional y con un evidente retraso.
Del millón de hogares santafesinos (casas, departamentos y viviendas irregulares), 490 mil poseen gas de red, un 48 por ciento, según las cifras arrojadas por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) de acuerdo al Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas de 2010. En 2001 la cifra era del 39 por ciento, aunque existían unos 200 mil hogares menos.
Más datos: sólo el 22 por ciento de las localidades (79 de 362) están en condiciones de prender la hornalla y cocinar con gas natural. Es preciso señalar que las grandes urbes como Rosario, Santa Fe y Rafaela están dentro de las 79 privilegiadas, aunque sin cobertura al cien por ciento. Sin embargo, la provincia no es la única endeble en este aspecto vital. Chaco, Formosa, Corrientes y Misiones en toda su extensión deben reemplazar al gas natural con otros combustibles; y en términos nacionales el déficit alcanza al 44 por ciento de los hogares, según el último censo.
La distribuidora privada Litoral Gas abastece gas natural hasta la capital santafesina como la localidad situada más al norte del mapa, con excepción de un ramal que llega hasta Sunchales. Desde ahí, el norte santafesino se priva del recurso. Pero pensar que hacia el sur las localidades son todas favorecidas no es factible: Venado Tuerto es el punto final -no en su totalidad-, y se desprende un ramal hasta Teodelina al límite con Buenos Aires, según datos brindados por el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas). Rufino es uno de los casos que debe suministrarse con GLP (Gas Licuado de Petróleo), un combustible muy costoso, o complicarse tratando de conseguir garrafas sociales.
La intención, al menos, llegó. En la apertura de las pasadas sesiones ordinarias, el gobernador Bonfatti anunció un proyecto para crear una empresa del Estado que sea gerenciadora, o mejor dicho subdistribuidora del recurso, de raíz mixta lo que significa que podrían participar municipios, comunas y hasta privados.
Desde el bloque kirchnerista, el diputado Darío Mascioli argumentó que es necesaria "una empresa con capital estatal, autónoma y no autárquica como la EPE". Específicamente, el Estado se responsabilizaría de la infraestructura y de la instalación de los ramales alimentándose del futuro gasoducto GNEA. Así, la pata del proyecto depende de esta tubería, la cual recoge el gas desde Bolivia a través de la conexión con el Gasoducto Juana Arzuduy en Salta, y se divide en tramos.
El tercer tramo del GNEA es el que respecta a Santa Fe, el cual se inicia en la zona norteña de Vera y recorre unos 280 kilómetros hasta Sauce Viejo, pegado a Desvío Arijón, donde interconectará con el gasoducto norte TGN (Transportadora de Gas del Norte). Esta red ingresa a territorio santafesino por Córdoba a la altura de Armstrong, pasa por la planta compresora de San Jerónimo, y sigue su curso hasta Desvío Arijón, donde se conectarán los dos gasoductos, como se especificó. Recién ahí intervendría la empresa del Estado para construir los ramales y derivar el recurso.
También proveerá a la Central Térmica Brigadier López, en Sauce Viejo, y a varios parques industriales. Vale remarcar que el segundo tramo del GNEA, que comprende de Ibarreta en Formosa hasta Vera, aún no se licitó, y toda la obra -administrada por Enarsa- está muy demorada en términos generales.
Pero más allá de esperar a que el GNEA arranque de lleno, las previsiones sobre la iniciativa ya se empiezan a palpar. Es más, Rosario/12 consultó al secretario de Energía de Santa Fe, Luis Krapf, sobre la viabilidad de comenzar a debatir el proyecto y expresó "que hay una alta posibilidad de tratamiento en extraordinarias, probablemente en marzo". Al momento el socialismo demuestra que quiere avanzar fuerte en la propuesta de ley de la diputada del Frente Progresista, Inés Bertero, aunque sabe que puede llevar muchos años su ejecución final. Resta esperar a que se formalicen las intenciones y que no sean meros anuncios. Así lo planteó la diputada del bloque Federal, Alejandra Vucasovich: "No queremos anuncios que queden en el tintero ni maquetas electorales".
Pero, ¿qué respuesta tendrá por parte de la oposición? Vucasovich fue directa: "Si lo envían, será prioridad, nadie se negará. Es interesante y muy necesario pero queremos detalles, números, formas de trabajo". Hasta el mismo Krapf estimó que "los diputados no se van a oponer porque interviene en el bienestar de los habitantes". Sin embargo, los legisladores aclaran la necesidad de debatir los posibles alcances del proyecto, y la polémica puede llegar a encenderse en la dirección de especificar qué localidad tendrá prioridad en el trazado.
"La discusión se dará respecto a la repartición de las primeras obras. No debe ser discrecional o por consentimiento político", remarcó Vucasovich. Para ello se estipula la creación del Consejo Provincial Gasífero, compuesto por legisladores y representantes del Ejecutivo; y tendrá como primera tarea la diagramación de un Plan para el Desarrollo Gasífero como forma de pronosticar los avatares del mapa en cuestión a lo largo los años.
Desde el bloque kirchnerista, el diputado Mascioli aseveró que "la situación actual es que el gobierno provincial no tiene dinero para las obras públicas", por lo que se deberá afinar el punto sobre la creación de la Ley de Equidad Gasífera, un fondo de contribución mínima de los actuales usuarios para encarar inversiones y de paso tener aval en posibles créditos. Mascioli explicó que la necesidad de esta ley en cuestión tiene su origen en el no ingreso de Litoral Gas en el nuevo esquema de tarifas que comandó el ministro de Planificación de la Nación, Julio De Vido, a través de la Resolución 2407, que derivará en un fondo de inversión para encarar obras de extensión de red.
El déficit y el posible abastecimiento atañe también a las industrias, sobre todo del norte santafesino, las cuales deben utilizar combustibles que arrastran contaminación y pérdida de competitividad al ser más caros. "No hay demasiada competitividad entre una empresa que tiene gas y una que utiliza otros combustibles, y menos en comparación con una radicada en otra provincia o que quiera comerciar en el exterior", explicó a Rosario/12 Guillermo Moretti, vicepresidente de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe). Y aseguró que con gas el impacto en la economía sería enorme, ya que se podrá otorgar más valor agregado a los productos, incluso "sería fundamental para que las empresas se radiquen en esas zonas". El dirigente comentó que están trabajando en conjunto con la Secretaría de Energía desde su creación hace poco más de un año, y que además de confirmar su participación en el tratamiento del proyecto en cuestión, "se sienten parte de él".
Un fenómeno que se origina a partir de la falta de gas en las industrias es la emigración de los jóvenes desde los pueblos hacia las urbes, al no poder insertarse laboralmente en el sector. "Esa imagen es una pesadumbre para un funcionario. La iniciativa ayudará a que estas localidades crezcan en todos los planos", expresó Krapf.
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