El director del Servicio Penitenciario provincial Pablo Cococcioni reconoció ayer que "se acordó un plan de contingencia para los próximos meses, por el cual se reubicarán en forma rotativa, unos 80 presos que están alojados en distintas dependencias policiales rosarinas en las cárceles de Piñero, la Unidad N 3 y Coronda". Esto permitirá reacondicionar lugares de encierro como comisarÃas. El funcionario reconoció que el plan provoca que "estemos excedidos en cupo, es decir que puede haber algún grado menor de sobrepoblación, pero no de hacinamiento". Sin embargo, surgen dudas porque el plan coincide con las altas temperaturas de verano, y el fin de año, dos Ãtems que generan situaciones de reclamos en las penitenciarÃas.
"La rotación de internos para arreglar comisarÃas es consecuencia de distintos habeas corpus presentados en los últimos tiempos, y más allá de alguna molestia que se pueda provocar, me parece más digno que un detenido esté compartiendo un corto tiempo una celda, a que este encerrado sin una ventana en el penal de una comisarÃa", respondió Cococcioni cuando este diario lo consultó acerca de los problemas que podrÃan surgir si se terminan superpoblando las cárceles del sur santafesino.
"Dos presos por celda va a ser la excepción. Si hoy tenemos pabellones de cuarenta internos, no habrá más de 45 o 50 en el peor de los casos, pero no vamos a duplicar la población", aseguró el funcionario.
De igual manera, afirmó que se tendrán en cuenta situaciones puntuales. Según explicó Cococcioni, el Servicio Penitenciario recibÃa treinta presos cada dos semanas, y ese número se elevó a ochenta en quince dÃas.
Según el director del SPP, el tiempo de esta plan de contingencia será acotado porque "las reparaciones en comisarÃas son las de menor volumen, es para mejorar el piso de condiciones de habitabilidad como para tratar de cumplir la detención con los mÃnimos estándares admitidos, y esto va a demorar un par de meses, por lo cual lo vivimos como una situación provisoria".
"Esto significa que en algunos casos, dos internos compartan celda pero se trató de consensuar los lugares para que el impacto en la convivencia sea el menor posible. Se ha evitado compartir celda en casos de internos aislados por alguna enfermedad infectocontagiosa o los que están aislados en propia celda por problemas fÃsicos o por problemas de convivencia. En algunos casos, se hará en pabellones de conducta, en pabellones donde predomina el culto evangélico, y también se ha podido dialogar con los internos para que acepten esto. Se ha distribuÃdo la población de una manera por la cual en el pabellón que tiene cuarenta internos no se le van a poner ochenta. Repito: en lÃneas generales tendrán entre 45 o 50, de manera que el hecho de compartir celdas, se hará en casos de internos que no tengan visita Ãntima ni provoque mayores problemas".
"Esto no es agradable y nos obliga a tomar muchas precauciones en otro sentido, pero sopesando los valores en juego la verdad es que no pudimos decir que no porque es una medida entendible y necesaria. Hay que entender que puede haber un lugar en una comisarÃa donde no hay ventanas, y la verdad es dos internos vivan de a dos, comparado con eso, nos parece que lo primero es un sacrificio mayor", destacó.
Cococcioni también reconoció que en la Unidad N 3 se han bajado los requisitos para estar alojados. "Hemos alojado internos que en otras condiciones nunca hubiésemos llevado a esta cárcel. Allà llevamos a quienes están condenados con penas no superiores a los cinco años. Hoy las hemos flexibilizado para una decena de internos".
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